16.

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Diciembre 2015.


- Ten toma un poco de café. - ofreció Youngmin, extendiéndome un pequeño vaso descartable del que salía vapor cálido.


Todavía no podía creer lo que había ocurrido en el último par de horas, pero acepté el vaso sin protestar para que Youngmin pudiese tomar su asiento a mi lado derecho.

Mientras el calor del vaso calentaba mis manos heladas por el frío de invierno, dejé que el hombre a mi lado colocara una mano en mi espalda y trazara círculos con su palma.


- Se va a poner bien. - me aseguró, aunque yo bien sabía que él no tenía el control sobre aquello. - Tu madre siempre ha sido una mujer fuerte.

- Se están demorando mucho. - repliqué, dejando de lado mi café para poder restregar mis manos sobre mis pantalones claros.


La pantalla en la sala que mostraba el estado de las operaciones, marcaba el inicio de la tercera hora de operación. Aunque nos habían dicho que podía tomar varias horas, era una constante tortura el ver los números cambiar sin poder hacer algo más que esperar.

- Es algo delicado. Sé paciente.


¿Cómo ser paciente? Cada minuto era como una hora para mí, una hora en el que la incertidumbre me torturaba.

Kim Yugyeom se había aparecido en la puerta de mi apartamento solo un par de horas atrás con la noticia más brutal que había recibido. "Tu madre está en el hospital", todavía escuchaba esas palabras en el fondo de mi cabeza. No le había creído, había pensado que era un malentendido, que habían confundido el nombre de mi madre con el de alguien más. Pero no era así. La familia Kim y el mismo Choi Youngjae me lo habían confirmado en cuanto les vi afuera de mi edificio, cada quien en su auto.



- Bueno... - aquella palabra rompió el silencio en la sala de espera, haciendo que todos los presentes voltearamos a verle.


Jinyoung entró con una expresión apenada en el rostro, una que jamás le había visto, y detrás de él, con las manos en los bolsillos y la mirada fija en el suelo, apareció Kim Yugyeom.

Yugyeom había llegado allí con sus padres y Choi Youngjae siguiéndolos de cerca. Pero había decidido quedarse conmigo y mis amigos, a pesar de que los señores Kim se habían marchado a casa. Ninguno le dijo algo al respecto, así que se quedó en silencio observando atentamente cada cosa que sucedía.


- Ya hablamos con algunas personas del hospital para que tu madre sea trasladada al ala VIP, luego de la operación. Choi Youngjae se ha quedado allá, ultimando detalles. - continuó Jinyoung, mencionando el nombre del otro Choi tan rápido que casi no se le entendió. - Nos dijeron también que el doctor que la está operando es el mejor de todo el hospital. Tiene mucha experiencia en el campo, así que creo que podemos estar más tranquilos con eso.

- Gracias. - murmuré y aunque no quería, terminé dirigiéndole la mirada también a Yugyeom para que supiera que esa palabra era dirigida para él también.


Luego de que dejé de trabajar con los Kim en el Paradise, mi madre continuó atendiendo los requerimientos del área de eventos.

Ese día en particular, debía ir a comprar algunas cosas para terminar unas piezas que le habían solicitado. Los Kim estuvieron esperando su regreso por una hora, antes de que Choi Youngjae les llamara para pedirles que me contactaran.


- Eun Sang-ah. - llamó la única persona sentada en la esquina más alejada de la sala de espera.


No me moví, pero le dirigí la mirada. Yugyeom no estaba sentado, se había recargado en la pared y continuaba resguardando sus manos en sus bolsillos, como si temiera que alguien le fuera a hacer daño.


Unperfect Match | Kim YugyeomWhere stories live. Discover now