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Septiembre 2014.

- ¡Llegué! - exclamé al entrar corriendo a la sala de reuniones, mientras hacía maniobras con las manos para no dejar caer nada de lo que traía conmigo.

- Llegas tarde, Choi Eun Sang. - se quejó el hombre que encabezaba la mesa central.

- Tenía clase. - me excusé, tomando mi lugar a su lado izquierdo, justo frente al socio principal de la compañía. - ¿Y debo recordarle, señor Presidente de la compañía, que yo no tengo auto y debo venir en el metro?


El socio principal soltó una carcajada.


- Bendito el momento en el que aceptaste entrar al proyecto, Eun Sang-ah. - dijo Jackson Wang, antes de darle un par de palmaditas en el hombro al presidente de la companía, Park Jinyoung.

- ¿Es este un berrinche para pedirnos un auto, Eun Sang? - preguntó Jinyoung con ojos entrecerrados.

- ¿Me comprarías un auto solo por hacer un berrinche?

- No. - respondió él con una sonrisa ladeada. - Pero buen intento. 


Un año había pasado desde el día que Park Jinyoung me habia pedido tomar una decisión que terminaría por cambiar el rumbo de mi vida. Un año en el que me había graduado y había empezado a estudiar en Yonsei. Un año en el que, a pesar de haber estado trabajando en el Paradise, había tenido que encontrar tiempo para dedicárselo al pequeño bebé de JP Technologies.

Había sido también un año para permitirme conocer y dejar que otros me conozcan. No solo porque en la universidad estaba comenzando desde cero, sino porque había dejado que Park Jinyoung y Jackson Wang se adentraran en mi vida y armaran su tienda de campaña allí, sin ganas de moverse.

Pero sobretodo creo que había sido tiempo para recordar que, si yo no trabajaba por mejorar, nadie lo haría por mí. Había pasado varios meses lamentándome por alguien cuyas acciones no podía controlar y dejándome arrastrar por los problemas en casa, hasta convertirme en alguien que casi no reconocía. Pero había sido suficiente. Había entendido que no importaba cuántas oportunidades se me presentaran, si yo no era quien me lanzaba a la piscina, otros terminarían haciéndolo y yo me quedaría viendo desde el borde, anhelando haberlo intentado.

Así que allí estaba. Doce meses después, con tiempo libre inexistente, pero, por fin, contenta con lo que estaba haciendo y logrando.


- Te lo perdonaré por esta vez. - le dije, utilizando la gigantesca confianza que habíamos ganado con los meses. - Pero cuando nuestro bebé salga al mercado, te pediré un Audi negro como el que tú te renuevas cada año.

- Si tu presentación del día de hoy convence a la mesa directiva, Jackson y yo iremos por tu auto mañana mismo. - replicó el presidente de JP Technologies, acomodándose mejor en el respaldar de su asiento.


Aquello me había sonado como un reto y en el tiempo que llevaba conociéndole, era algo por lo que le estaba agradecida. Park Jinyoung me había retado desde el primer día que había entrado a la compañía. Aún cuando seguía en mi último año de escuela, él había comenzado a exigirme a un nivel que yo no sabía que podía llegar, preparándome para lo que sería mi nueva vida en la universidad.

Jinyoung tenía una forma de hablar y relacionarse con la gente que terminaba dándote ganas de imitarle y ser como él. Y es que a días de cumplir 22 años, ya tenía su propia empresa que, aunque todavía era pequeña, había atraído la atención de mucha gente. Todo eso sin haber pedido un solo won de la fortuna de su familia.


- Conéctanos con China para que vayan pensando en qué auto van a comprarme. - pedí y comencé a preparar todo en la laptop de la empresa.


Unperfect Match | Kim YugyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora