Ꭺꮮꮁ̵ꭺ Ꮲꭱꮻꭲꭼꮯꭲꮻꭱ [KookV]

03; Asunto Resulto

—¡Esto no puede volver a pasar, Jungkook! ¿Acaso no te detienes a pensar en las consecuencias de tus actos? —El Alfa de cabello gris, Namjoon, habló con una autoridad clara. Los otros dos Alfas se mantuvieron detrás, sus miradas fijas en el menor del grupo.

—Otro día me dan la charla, hyung —Jungkook puso los ojos en blanco y reanudó la marcha, ignorando los gritos frustrados de sus mayores.

Su lobo aulló con descontento por no haber mordido la garganta del Beta y, en su lugar, se quejó pidiendo ir con su Omega para mimarlo y consentir cada uno de sus caprichos. No quería dejar solo a su chico ni un minuto más.

Sus pies se detuvieron frente a la puerta de metal, en ese cuarto apartado, semioculto entre los árboles cerca del patio. La abrió, produciendo el ya conocido chillido agudo.
Entró con lentitud, sintiendo el aroma embriagador de vainilla y chocolate blanco llenar sus pulmones.
Lo encontró de inmediato. Le dedicó una sonrisa cálida mientras acortaba la distancia.

—¡Koo! —Los brazos de Taehyung rodearon su torso. Sintió el cabello ondulado del castaño sobre su cuello—. Tardaste mucho. —El Omega sorbió su nariz, un gesto que despertó una oleada de ternura en el pelinegro—. ¿Qué estuviste haciendo, Koo?

<<El Omega es muy tierno. Abrázalo, idiota.>>

Jungkook no negó la petición de su lobo. Aceptó gustoso el abrazo, solo un poco ofendido por el insulto animal.

—Baekhyun no volverá a molestarte, Omega —aseguró.

El castaño se separó, con los ojos ligeramente abiertos. No había mencionado el nombre de su agresor, y el miedo a lo que su novio hubiera sido capaz de hacer lo invadió.

—No me gusta que te metas en problemas por mí, Alfa.

Jungkook sonrió complacido por el apelativo.

—No le hice nada serio al estúpido Beta —bufó—. ¿Te sientes mejor ya? —El castaño asintió despacio—. Recoge tus cosas, Tae. Vamos a casa para que te duches.

Taehyung obedeció, recogiendo su mochila y caminando pegado a su protector Alfa.

Las miradas sobre ellos se sintieron al instante. El castaño sintió el peso de los ojos celosos de Omegas y Alfas. Su mirada se hizo sumisa cuando un Alfa gruñó al pasar cerca.

—¿Qué quieres, idiota? Porque no tengo problema en terminar contigo lo que dejé pendiente con Baekhyun.

Kai retrocedió sin remedio.
La mano de Jungkook se posó con firmeza en la cintura de Taehyung, acercándolo más a su cuerpo, mientras dedicaba gruñidos sutiles a cualquiera que se atreviera a mirar mal a su pareja.

Namjoon se acercó a ellos, con los brazos cruzados y la mirada fija en el Alfa, demostrando su jerarquía como hermano mayor.

—Tú debes ser Taehyung, ¿cierto? Es un placer conocer al Omega de mi hermano. Soy Kim Namjoon.
Taehyung frunció el ceño y un delicado puchero se formó en sus labios.

—¿Her-hermano?

El Alfa peligris rió suavemente.

—Somos de padres distintos, pero la misma madre nos une.

—Exacto. Pensé que ya sabías que Hoseok, Namjoon, Yoongi y yo somos hermanos de manada —respondió Jungkook. El castaño finalmente entendió la dinámica.

Dos chicos se acercaron segundos después: uno con una sonrisa amplia y el otro con una expresión seria e inmutable.

—Por fin conocemos al Omega que hace que Jeon casi acabe con un Beta sin cerebro —dijo Hoseok riendo con burla. Sus hermanos lo miraron sin inmutarse, y él rodó los ojos—. Era bromita, amargados.

—¿Ma-matar? Jeon, ¿qué ibas a hacerle a Baekhyun?

Jungkook le lanzó una mirada fulminante a su hermano. Hoseok rió con nerviosismo mientras se rascaba la nuca. ¿Por qué les costaba tanto simplemente reír?
No era como si el Alfa fuera a matar de verdad al chico. Min Yoongi solo rodó los ojos, deseando terminar con el tema. Él odiaba meterse en líos innecesarios.

—Vamos a comer, ¿o no? —Su voz ronca llamó la atención de todos—. ¿Qué? No seré el único al que le dio hambre —Alzó las cejas.

Sin esperar respuesta, Yoongi comenzó a caminar, seguido por los demás, excepto por la pareja.

Jungkook y Taehyung se quedaron solos, mirándose. Sabían que no necesitaban palabras para expresar la intensidad del amor que se tenían.

Las mejillas del Omega se encendieron cuando los labios del Alfa se posaron en los suyos, cálidos y protectores al tacto. El sentimiento de melancolía que lo había invadido antes se disipó, cubriendo su cuerpo con un escalofrío de pura emoción. Sus manos, sedientas de contacto, se dirigieron a las mejillas del Alfa, acariciándolas con suavidad hasta que pellizcó juguetón.

—Haría lo que fuera por ti, Kim Taehyung —Su voz salió increíblemente delicada y llena de amor.

Taehyung sintió su corazón latir con renovada fuerza contra su pecho.

—Lo sé, mi Alfa protector.