Paso 4: Muestra tus respetos más sinceros

4.8K 613 246
                                    

Tercer mes antes de la boda, día 12.

Jiang Cheng esperaba casi con ansias (aunque lo negaría todo, por supuesto) el aterrizaje de su prometido en el Muelle del Loto. Por supuesto, tenía tantas ganas porque entre unas cosas y otras hacía semanas que no se veían. Y porque no sabía que llevaba a sus padres detrás, y que Yu ZiYuan venía con una expresión que, como poco, era de desaprobación pura y dura. Si hubiese llegado a verle esa cara de niño, se habría echado a temblar y llorar en cuestión de segundos. Y Wei WuXian a suplicar piedad.

La Araña Violeta no estaba contenta; nada nuevo bajo el sol.

Ahora bien... ¿por qué no estaba contenta esta vez? Pues por varias razones. Lo primero de todo, sentía que el primer jade mancillaba con su sola presencia el Muelle del Loto (y a su A-Cheng) a pesar de lo bien recibido que era. Nada más aterrizar, ya tenía a varios discípulos vestidos de violeta revoloteando a su alrededor y turnándose para cumplir cada petición y cada necesidad que le pudiera surgir. Entre los miembros de Yunmeng Jiang, no solo su maestro lo adoraba. Todo ese ambiente servicial hacia un extraño era la segunda cosa que le molestaba. Vamos a ver ¡que no es vuestro líder! ¡Todavía no es ni el esposo de vuestro líder! Faltaban aún tres meses para ese día aciago en sus palabras —y en las de algunos ancianos de Gusu Lan, que maldecían el día en el que Jiang WanYin y Lan XiChen se conocieron—. En las del resto del mundo del cultivo, amigos y familiares de la pareja, en especial de las casamenteras que habían intentado colocarle al líder Jiang una esposa decente, sería un día auspicioso, digno de ser recordado durante generaciones. Y es que la tercera razón del mal humor de Yu ZiYuan iba justo por ahí: la boda cada minuto que pasaba se hallaba más cerca. Le faltaban tradiciones. Nadie le había dado una dote a nadie y ambos prometidos se intercambiaban detalles esporádicos por su cuenta sin encomendarse ni a Dios ni al diablo. Como la horquilla, como la condenada horquilla. La horquilla que ahora Jiang Cheng llevaba como único adorno de su peinado. 

La comitiva que no sabía que era una comitiva llegó a las puertas del Muelle del Loto a mediodía. ZeWu-Jun aterrizó como un dios descendido de entre las nubes. Sus túnicas blancas revoloteaban brillantes a su alrededor, como un halo, e incluso la luz parecía tratarle especialmente bien y hacerle resplandecer. Shuoyue antes de enfundarse refulgía, digna emisaria de la luna llena. Sonreía ilusionado, dispuesto a bendecir a los allí presentes con su celestial presencia. Hermoso, tanto que ni siquiera parecía de este mundo. El líder del Muelle del Loto se presentó a los pocos segundos de darse el aviso de su llegada, justo después de dejar a su discípula principal a cargo de los entrenamientos que se había encontrado supervisando. El ceño de la Araña Violeta se frunció sin remedio una vez más. Una especie de rugido gutural surgió del fondo de su garganta. Si hubiesen sido capaces (véase: estado vivos) a Jiang YanLi y a Jiang FengMian se les habría puesto la piel de gallina. 

-¡¿Pero qué demonios se ha creído que hace este niño?! -Exclamó indignada-. ¡¿Qué forma de recibir a otro líder de secta es esta?!

Padre e hija se contemplaron de hito en hito. Luego suspiraron. Todo hay que decirlo, cuanto más se acercaban a la boda, después de quedarse tranquila con un par de retos, la joven dama Jiang comenzaba a arrepentirse de sus ideas peregrinas. Y de haber estado de acuerdo con su madre, sobre todo de eso.

¿Quién le mandaría abrir la boca? Con lo tranquila que se estaba haciendo de guardiana de su hijo. 

-XiChen, hola. -Saludó Jiang WanYin mientras se acercaba a su prometido, adelantándose a los dos discípulos que lo seguían. Traía pintada en los labios una diminuta sonrisa, apenas una inclinación de las comisuras enrojecidas. Para los ojos de Lan XiChen era radiante y hermosa; para los de su familia, una expresión de genuina alegría que rara vez le habían visto esbozar-. No te esperaba tan pronto. 

Cómo ganarte a tus suegros sin saberlo [XiCheng] [Mo Dao Zu Shi fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora