chapter five.

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Bright aún releía el mensaje.

"Te quiero en mi cama, sería eso en resumen. Espero que tengas buenas noches, Bright."

No tenía palabras. Bien, sabía que podía obtener una respuesta de esas, sin embargo pensarlo y leerlo de forma literal, era dos cosas completamente diferentes. Vincent no había coqueteado con él, no le había dicho cosas sobre su apariencia física, no había intentado parecer interesada en su vida laboral ni en su vida personal. Ella simplemente había manifestado su interés sexual en él, entonces, ¿por qué Bright seguía sonrojado en la misma posición de hace 10 minutos?

Estaba confundido y molesto consigo mismo, había algo malo en él. Jamás en su vida se había inquietado tanto por un simple mensaje. Había recibido muchos mensajes de ese estilo –o incluso peores que esos– más explícitos sin ir muy lejos, sin embargo nunca lo habían perturbado ni quitado el sueño. Siempre los había ignorado y pasado de ellos porque no era de su interés cuando las personas se interesaban en él de esa forma, le parecía asqueroso a decir verdad, al menos sin antes tener una conversación normal. Muchas mujeres y hombres habían intentado captar su atención entablando conversación referidas a su trabajo o gustos personales, Bright estaba acostumbrado a eso, se suponía que para poder llegar a algo más tenían que pasar por esa etapa. Así funcionaba el coqueteo común.

Sin embargo eso no había sido coqueteo, Archen había querido decir lo que había querido decir. Sin palabras bonitas de por medio, sin falsos coqueteos y sobretodo, de forma directa.

No sabía cómo reaccionar ante eso. Qué podría responder. ¿Por qué no estaba respondiéndole que era una pervertida o una loca? ¿Por qué seguía mirando el mensaje como una maniático? No había que darle tantas vueltas al asunto, el mensaje era explícito y no habían palabras demás cómo para pensar que pudiera referirse a otra cosa. Ella lo quería en su cama, quería follar con él pero había algo extraño. No sentía que todo marchara en orden.

Estaba colapsando por un maldito mensaje, quiso reírse de sí mismo.

No lo hizo. En cambio escribió en sus mensajes directos de Instagram.

"La propuesta me interesa, ¿día y lugar? Que tengas bonita noche también, Vincent."

Suspiró. Estaba un poco nervioso. Ni siquiera sabía porque había respondido eso. ¿Estaba loco? Era muy tarde para arrepentirse, el mensaje estaba enviado, no había forma de volver atrás y eliminarlo.

En ese mismo instante se preguntó qué demonios estaba haciendo.

[...]

Se levantó con dolor de cabeza terrible, y estaba de malhumor. No hizo falta mirar al lado suyo para saber quién estaba.

El día anterior por la noche las cosas no habían salido para nada bien. Empezando por tener a su ex novio ahí en su maldita casa, viviendo con ella.

—No puedo. Sal de mi habitación. —Había logrado frenarse en el último instante y mentiría si no dijera que estaba orgullosa de sí misma.

—¿Qué? No puedes estar hablando en serio, Vinnie por favor...—Art susurró en su oído tratando de acercarse más.

—Te quiero afuera. Ahora. —Usó su "voz" y el menor saltó un poco de su lugar.

Se paró rápidamente –o lo más rápido que sus piernas pudieron permitirle– y salió de la habitación.

Vincent suspiró frustrada. Estaba todo mal, en muchos niveles y lo sabía, estaba consciente de todo eso. Se le estaba yendo todo de las manos y eso increíble viniendo de ella. Era siempre muy precavida y calculadora, buscaba siempre formas eficaces de hacer las cosas, sin embargo con Art era todo distinto. La desestabilizaba, era irritante saber eso y no poder hacer nada al respecto. Lo deseaba de todas las formas posibles, quería tenerlo ahí con ella y no dejarlo ir jamás, posesiva como el infierno cuando se trataba de él.

Por eso cuando Art volvió a su habitación a mitad de la noche, ella no lo echó. Él se acurrucó en su pecho mientras ella acariciaba su pelo.

Estaba demente.

Salió de su cama con cuidado de despertar al menor y bajó a la cocina. Se hizo un café, tenía que ir al trabajo. Aún tenía mucho acumulado, más cuando el día anterior había salido antes de tiempo ignorando sus responsabilidades como dueña de la empresa.

Tomó su celular y lo desbloqueó.

Bright.

Se había olvidado completamente de él en la noche.

"La propuesta me interesa, ¿día y lugar? Que tengas bonita noche también, Vincent."

El niño tenía agallas. Era divertido. Aunque siendo honesta consigo mismo no sabía si era buena idea, tenía a Art en el departamento, aún estaba confundida.

Pero qué carajos, tenía que seguir con su vida.

"10:30 pm. Ven a mi compañía, te espero ahí."

[...]

Estaba nervioso.

Nunca había estado tan nervioso en su vida ni siquiera cuando había tenido que besar a Win por primera vez. También tenía miedo, su olor podría notarse debido a sus nervios, aunque había utilizado aquellas pastillas. Caminaba hacia la compañía de Vincent, había bajado del auto y estaba atravesando el estacionamiento. El lugar era realmente enorme. Cuando entró al prominente edificio sintió ansiedad, no sabía si quiera como presentarse. ¿Amigo de Vincent? ¿Conocido? Ni siquiera sabía cómo referirse a ella, era la dueña del lugar.

—Hola...—Bright se acercó a la secretaria que estaba sentada en la recepción.

La mujer lo miró con una sonrisa cordial.

—Buenas noches, ¿Qué puedo hacer por usted? —Habló amablemente.

"Matarme" pensó por lo bajo.

—Uhm yo, tengo una cita con Vincent. —Habló nervioso.

La secretaria lo observó un tanto confundida hasta que el teléfono del lugar sonó. Ella respondió al instante.

—¿Sí? Oh señorita Archen —Bright se estremeció en su lugar —Entiendo, bien, está subiendo ahora mismo.

Cortó rápidamente y lo miró con la misma sonrisa del principio.

—Último piso a la izquierda, que tenga buen día.

Con las instrucciones en la mente, Vachirawit caminó torpemente al ascensor, no sin antes hacerle una reverencia a la mujer. Una vez dentro del elevador, comenzó a hiperventilar. No sabía bien con actuar ante la situación, tampoco sabría qué decirle, ellos jamás se habían visto en persona. Todavía analizaba la opción de escapar del lugar antes de pasar vergüenza pero todos sus planes de escape se arruinaron cuando el ascensor en cuestión se detuvo y abrió sus puertas indicando que estaba en el último piso.

Suspirando, salió y caminó hacia él ala izquierda. No había nada más que un largo pasillo y al final de este unas puertas enormes, lo supo. Ese era el despacho de Vincent. Era tan extravagante y imponente cómo lo había imaginado, por alguna razón todo alrededor del nombre "Vincent Archen" distaba de la palabra imponente.

Una vez estuvo en frente de la puerta dudó en tocar. Realmente no tenía idea de porqué estaba dudando, al fin de cuentas fue él quien había incitado a que ese encuentro pasara. Quería saber sobre ella, tenía curiosidad pero también sentía nervios, estaba un tanto cohibido.

Sacudiendo esos pensamientos de su cabeza, tocó el timbre. Una voz respondió.

—Pasa. —Era su voz, sonaba un tanto profunda.

Bright tomó aire y abrió la puerta despacio.

—Por fin nos vemos la caras, Bright Vachirawit.



un poco tarde la actualización pero me prometí que iba a actualizar todas las semanas.

si hay alguien leyendo, gracias.

desire | bright vachirawit & mew suppasit.Where stories live. Discover now