desire | bright vachirawit & mew suppasit.

chapter three.

Había esperado y esperado, sin embargo Vincent no había hecho ningún movimiento. No había mandado un mensaje como él había esperado, lo que lo confundía aún más. ¿Se había equivocado y era todo una coincidencia extraña? No podía serlo, es decir ella había dado like a más de 20 publicaciones suyas, no podía ser una equivocación. Era claro que ella quería llamar su atención de alguna forma y lo había logrado. Ahora Bright estaba intrigado, quería saber sobre esa mujer. ¿Qué quería con él? ¿Tenía algún interés? Su cabeza tenía muchas preguntas y ninguna respuesta. No podía hablarlo con alguien porque, a nadie le parecería interesante saber acerca de una mujer siguiéndolo en Instagram, es decir miles de mujeres lo seguían al día. No era algo del otro mundo pero su cabeza iba a explotar si no lo conversaba al menos con alguien.

Estaban en el estudio, tomando un pequeño descanso de las prácticas para el próximo evento de la serie. Win estaba a un par de metros de él tomando agua, así que se acercó.

—Necesito contarte algo.

[...]

Vincent había tenido la peor mañana de todas, miles de papeles que leer y firmar. Contratos que ver, nuevas caras para diferentes campañas y aún no había tenido contacto con, bueno, "su problema". Él le había mandando un mensaje diciendo que pasaría por la empresa a las 12 del mediodía, y mentiría si dijera que eso no la tenía estresada también. Siendo honestos, esa era la razón por la cuál se había metido a trabajar como loca toda la mañana. No quería pensar en que tendría que ver su rostro después de años sin verse. ¿Por qué había accedido a ayudarlo? Debía haberse negado cuando pudo.

La puerta de su oficina sonó, era Jannista. Su secretaria.

—Lo siento señorita Vincent, está en la sala de espera un joven que la busca. Dijo que usted sabía sobre él así que vine a preguntar.

Maldición, había llegado.

—Sí, gracias Jannista. Puedes hacer que pase. —Respondió mientras acomodaba su mesa.

—Bien, entonces ya lo mando para acá.

Dicho esto ella cerró la puerta. En solo unos minutos lo tendría ahí en frente suyo. Odiaba esta situación, era asqueroso sentirse nerviosa por eso, Vincent no era para nada una mujer que pudiera sentir nervios en cualquier situación, todo lo contrario era una mujer calculadora. Cualquier situación debía ser prevista con anticipación para su máxima confianza y seguridad. Sin embargo él era una excepción en su vida y ella lo sabía.

El pomo de la puerta fue maniobrado y la puerta se abrió.

Detrás de ella el rostro de Art se hizo presente, traía una pequeña maleta consigo. Una camisa negra y unos pantalones blancos.

Sus ojos se encontraron.

Vincent lo supo, estaba jodida. Estando solo a unos metros de distancia sentía que todos esos sentimientos que durante años pensaba que había logrado superar, volvían como un golpe de realidad. Ese hombre aún significaba todo para ella.

—Hey, hola Vinnie. Ha pasado mucho tiempo. —Y allí estaba, el aroma del que se había enamorado cuando lo conoció.

Archen estaba anodada. No sabía que decir o qué hacer, solo sentía que todo estaba mal. No debería haber dejado que Art la fuera a ver, una cosa era arreglar sus problemas y otra muy diferente era tenerlo ahí en frente suyo. No podía desmoronarse justo en ese momento.

Luego de debatir un poco mentalmente decidió hablar.

—Bastante diría yo. Bien, vamos por partes. Te conseguí un lugar para que puedas hospedarte y así no se aseguraremos de qué Suppasit no te encuentre, el lugar queda a las afueras de Bangkok...