chapter two.

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Estuvo a punto de quedarse dormido cuando escuchó se celular sonar. Casi cae de su cama por intentar alcanzarlo.

Era ella. Lo había seguido.

Joder Bright estaba sonriendo. ¿Qué demonios le pasaba? Ni siquiera la conocía tanto como para tener esa extraña necesidad de atención. Pero no iba a engañarse, por alguna razón el hecho de que ella lo siguiera lo hacía sentirse bien. Entonces no había entendido mal las cosas, ella en serio había hecho eso con alguna intención. Bien ahora no sabía si seguirla de vuelta o simplemente esperar un par de horas para hacerlo, él también podría hacerse de esperar, ¿verdad?

Aguantó sólo 10 minutos, y la siguió de vuelta. Bien en su defensa tenía curiosidad por saber qué haría ella una vez que viera que ambos se seguían. ¿Acaso ella le mandaría un mensaje? En su cabeza habían muchos escenarios posibles. Sin embargo debía irse a descansar o mañana volvería a ser regañado por todo el mundo pero no quería hacerlo, tenía curiosidad y eso iba a impedir que pudiera dormir en paz.

—Vamos por favor... Haz algo.

Vachirawit caminó hasta su cama con su celular encima y se metió en ella. Actualizaba su inicio de Instagram constantemente pero ninguna notificación se hacía presente.

Debía dormir algo, se dijo. Y cerró sus ojos rendido.

[...]

Había dado en el maldito clavo con este chico. Lo supo en el momento en que el vió como la seguía. Era muy probable que ahora estuviera esperando a que ella diera el siguiente paso, sin embargo eso no pasaría. Acá es donde pondría en juego su suerte, dejaría que la magia ocurriera.

Él era el indicado, estaba segura.

Un llamado interrumpió sus pensamientos. Era Natasha.

—¿Hola? —Eran las 2 de la mañana, a decir verdad le sorprendía que la llamara a esa hora de la madrugada y más considerando que mañana tenían que trabajar.

—Joder, siento la hora pero tu maldito niño está jodiendo. No sé porque apareció ahora pero quiere comunicarse contigo, le dije que no estabas disponible en este momento sin embargo... —Su amiga sonaba bastante frustrada detrás del teléfono.

—No le digas de esa forma. Lo voy a llamar ahora mismo. No te preocupes, duerme tranquila. —Habló Vincent.

Un suspiro detrás de la línea.

—¿Estás segura que eso está bien? Quiero decir, ustedes no están en los mejores términos y él es insoportable. Escucha, no quiero que te arruine la mente Vincent.

Natasha estaba preocupada hasta las venas por ella, y lo entendía. No quería ver a su amiga de nuevo en esa maldita situación de hace años atrás.

—Estoy perfecta, voy a hablar con él y para mañana dejará de ser un problema. Conseguí un reemplazo y su presencia no va a arruinar mis planes, tenlo por seguro. Buenas noches.

Cortó la llamada y revolvió su pelo.

Había vuelto. Maldita sea, porque en este momento. Miró su teléfono en busca de sus contactos, aún lo tenía ahí, era lo que más la molestaba.

Un timbrado. Dos timbrados.

—¿Eres tú? ¿Vincent? Dime que sí, Natasha estuvo negándome que pudiera contactarse contigo pero no le creo una mierda.

Su maldita voz. Había logrado olvidar esa voz y ahí estaba de vuelta.

—Sí soy yo. No sé porque volviste o qué estás esperando pero no tengo tiempo para esto, no otra vez. —Volver a dirigirse la palabra luego de casi 2 años de no hacerlo era tortuoso.

desire | bright vachirawit & mew suppasit.Место, где живут истории. Откройте их для себя