chapter eleven.

371 24 11
                                    


—Sé lo que prometí, lo sé. Simplemente no pude, lo siento. Te quiero, lo sabes...

Era horrible, era tan horrible escuchar esas palabras de la boca de la persona que amaba. Eran como dagas directas al corazón. Cómo podía ser tan cruel con él. Gulf lo amaba, le había dado todo lo que podía en esos últimos dos años, y él, ¿jodidamente "no había podido"?

—Vete al demonio. No puedes decir esas cosas esperando a que simplemente lo acepte, ¿no eres así de cínico, verdad? —Estaba alterado, había levantado la voz. Era la primera vez que lo insultaba.

Mew lo miró y desvió la mirada.

—No quiero arruinar todo lo que tenemos. El trabajo que tenemos, todo lo que construimos juntos. Solo quiero que terminemos por lo sano, cariño yo...

Gulf enfureció.

—¡No me llames así! Nunca más vuelvas a llamarme de esa forma si no me quieres en tu vida. Solo estás queriendo hacerme sentir bien, quieres que esté bien con la idea de que vas a destruir todo lo que tenemos.

Estaba llorando. Lloraba por la impotencia de la situación, mientras que Mew solo lo observaba en silencio. Todas sus emociones le estaban jugando una mala pasada, ni siquiera podía pensar con claridad. Dolía, dolía saber que no era correspondido. Qué nunca lo fue verdaderamente. Mew lo quería, pero no lo amaba.

A Gulf no podría importarle menos.

—Bien. —Aún seguía llorando pero tenía que hablar. —Sí vamos a terminar, vamos a terminar con todo. Voy a renunciar.

Esta vez Mew lo miró con atención.

—¿De qué hablas? No puedes solo renunciar porque nosotros estemos terminando, no puedes hacer eso Gulf. Vas a arruinar nuestras carreras, todo lo que logramos en estos años. —El mayor comenzó a levantar la voz.

—Para mi, terminar, es terminar con todo Mew. No pienso trabajar con alguien que acaba de romper mi corazón.

Estaba loco. No iba a funcionar, Mew no iba a ceder. No iba a poder retenerlo pero Gulf estaba desesperado, no lo iba a dejar ir.

—No puede hablar en serio. Gulf, por favor. —Tenía una mirada llena de confusión en su rostro, como si no supiera de qué era capaz.

Gulf se acercó a él. Mew retrocedió.

—Sí no quieres que renuncie, entonces no termines conmigo. —Lo miró, mientras lo tomaba del cuello. —Aún podemos hacer que esto funcione, yo te amo y tú me amas. Art es solo un obstáculo, lo sabes. No arruines todo por él. —Le susurró al oído.

Mew había perdido el aliento por unos segundos antes de hablar.

—No es un obstáculo, Gulf, yo lo amo. Amo a Art.

Gulf se separó de golpe, con el ceño fruncido. Estaba enojado.

—Pero él no te ama, ¡no te ama! Se fue del país por tu culpa, no quiere saber nada de ti. ¡¿Por qué te sigues arrastrando por ese imbécil?!

Esta vez Mew se enojó, su semblante cambió y Gulf sintió cómo el ambiente se volvía pesado.

—Cierra la boca Gulf. No hables si no sabes lo qué pasó. —Su voz sonaba tan dura que Gulf tembló un poco.

No había visto a Mew enojado, jamás. El hombre que estaba en frente de él había, lo observaba con ira y dolor. Su postura había cambiado, tenía los puños cerrados. Estaba tenso. Sus feromonas estaban en el aire, amenazándolo.

—Sal de mi casa. Ahora.

—P-pero...

—¡Ahora!

desire | bright vachirawit & mew suppasit.Where stories live. Discover now