Dangerous |Harlena| »Adaptación« |Cancelada|

Capítulo 9.

MARATÓN 1/2

Me tomó de la mano por un momento, y luego me soltó.

Me fui de allí aturdida. Las preguntas volvían a inundar mi mente.

¿Quién es Taylor? ¿Me ha confundido con la chica? ¿Era su novia? ¿Lo cortó por eso es así de misterioso?

Pensaba tanto que llegue al punto de que mi cabeza comenzaba a darme vueltas. Debía dejar de pensar tanto en eso.

Y no, no pude dormir.

La Aurora del amanecer resplandecía del horizonte y con ella, venía más agotamiento.

Decidí no bañarme, estaba tan cansada que no tenía ánimo de nada, no sé qué haré cuando llegue al trabajo, de algún modo debo de obtener energía.

La Sra. Roberts me saludó sonriendo. ¿Por qué sonríe? ¿Es que acaso cree que soy feliz siendo la mucama especial de Harry? Sentí hipocresía.

Aunque sé que estoy alucinando, la Sra. Roberts es muy buena como para ser hipócrita.

Me puse el delantal negro y me dirigí hasta la recámara de Harry. Abrí la puerta con la llave que me había dado el Sr. Styles y me encontré una escena graciosa de Harry  dormido.

Tenía la cabeza recargada en la almohada con la boca abierta y un poco de saliva seca en la comisura de los labios. El pelo hecho una maraña y una posición un tanto rara e incómoda.

—Joven Harry...—susurré moviéndole un poco—Joven Harry —repetí— despiértese.

—Cinco minutos más mami, por favor. —masculló acomodándose dormido.

—Ya pasan de las once, joven Harry. Despie...—me interrumpió.

— ¡Deja de molestarme, gata! —gritó pataleando.

—Bien...ya que no quisiste por las buenas, será por las malas. —refunfuñe.

Me arremangue los brazos y fruncí el ceño. Hora de utilizar la fuerza bruta.

— ¡Levántate, granuja! —me monté en su espalda, como si domara un caballo.

— ¡Ah, mierda! —Se despertó completamente por el dolor— ¿Pero qué...?

¡Bájate! ¡Bájate!

Su cara era tan chistosa que me caí a carcajadas.

— ¡Dios mío, mi estómago! —dije riendo mientras me abrazaba el estómago.

No me había dado cuenta que Harry  me asesinaba con la mirada.

— ¿Qué te pasa, idiota? ¿Por qué me despiertas? ¿No sabes que nadie me puede despertar? ¡Y luego te subes a mi espalda! —Gimió de dolor sobando su espalda— ¿qué tipo de chica eres? Anormal...

—Sí, sí, sí. Cámbiate y baja a desayunar. —cerré la puerta, triunfante.

No sería como las demás chicas que salieron corriendo por culpa de este tonto chico. He aguantado cosas peores, este no será la excepción

— ¿Pero qué es esto?...—gritó Harry  al ver su desayuno— Yo no quiero huevos refritos. ¡Sra. Roberts!

—Soy yo la encargada de hacerte tu comida. Y te hice huevos refritos. Más te vale que los comas. —me asesino con la mirada y empezó a comérselos, asqueado.

—Ya me voy, hija. ¿Seguro qué te quedas? —pronunció la Sra. Roberts quitándose el delantal.

—Sí, no se preocupe. Sólo lavare los platos. Además, un amigo vendrá por mi. —o eso esperaba, últimamente Logan desaparecía de la nada.

—Bien, cariño. Te cuidas —me beso la mejilla—nos vemos mañana.

Seguí lavando los trastos y de repente, uno se resbaló de mis manos y se rompió.

Harry  corrió hacia mí apresurado

— ¿Te has lastimado? —me miro a los ojos, con una tranquilidad inmensa.

—N...No. —tartamudee.

—Vale, te ayudo a lavarlos. Se hace tarde. —me regaló una sonrisa.

Enamorarme de su sonrisa fue mi peor error.