Capitulo 8.

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— ¡Harry, Harry! —grité desesperada. No despertaba, y me asustaba— ¡Harry, idiota! ¡Despierta!

Cuando quise llamar a Logan este no estaba. No tenía tiempo para pensaren donde estuviese. Él era muy inteligente para cuidarse sólo. Por ahora, me preocupaba Harry.

Lo recosté bien en su cama, y aunque estaba semidesnudo tuve que cambiarlo yo sola. Dios mío.

Lo tapé bien con sus colchas y recosté su cabeza pesada en varias almohadas amontonadas.

—Harry, por favor, despierta. —susurré preocupada acariciando su cabello.

Estuve sentada a su lado casi por una hora, cuando por fin abrió los ojos.

— ¡Harry! —Musité casi gritando— rápido, toma agua. —le acerqué un vaso de agua para que el efecto de la droga se pasase rápido. Le dio un pequeño trago y se quedó viéndome aturdido.

— ¿Qué ha pasado? —dijo con voz ronca y el ceño fruncido.

—Te drogaron imbécil, una de tus miles de zorras. —le tenté la frente, ya no estaba hirviendo en fiebre.

—Malditas perras. —se tomó la demás agua que sobraba del vaso.

—Casi te roban tu dinero. Eres un tonto ¿lo sabes, verdad? —me fulmino con la mirada, pero no dijo absolutamente nada

— ¿Es ella? —señaló a la chica morena tirada en el piso.

—Sí ¿acaso no recuerdas con quien te acuestas? Menudo hombre...— mascullé riendo.

—Sólo recuerdo que la vi en el bar. Pero no recuerdo si llegamos a algo más. —Se sobó la nuca— ¿Está muerta? ¿La has matado?

—No...Supongo. Sólo la he noqueado, para que no se moviera mientras llega la policía. Que por cierto no viene desde hace veinte minutos.

— ¿Cómo la has noqueado? Te ves tan débil. Digo, eres pequeña y muy delgada. —zarandeó mi brazo.

—Hey, eso es bullying. —Me solté— cuando era adolescente mi tío Ralph me enseño varias técnicas de defensa personal contra violadores, por la situación y ya sabes... Así qué supuse que ya era tiempo de ponerlas en práctica. —Harry sonrió negando con la cabeza.

Se oyeron las sirenas de la policía.

—Espera aquí, yo la iré a entregar. No te muevas, aún estás en malas condiciones. —me levanté y me dirigí a donde la chica desmayada.

— ¿La puedes cargar? ¿No quieres que te ayude? —quiso levantarse pero se mareó.

—Tú recuéstate. Yo puedo cargarla, he cargado en otros trabajos costales de más de 40 kilos. Esta chica parece pesar 20 o así. Está en los huesos. —dije asqueada y la subí a mi espalda.

Cuando baje para entregar a la tonta chica a la policía estos comenzaron a llenar un raro formulario, tomaron a la chica y se la llevaron para llevar el caso o algo así. Yo sólo quería que se la llevasen de la casa y lejos de Harry.

Volví a la recámara, para darle una infusión calentita a Harry, pero este ya estaba profundamente dormido.

Sonreí.

Se veía tan pacífico durmiendo, parecía una persona normal, pero lamentablemente era tan egocéntrico.

Me senté a su lado y le toqué la frente, ya no tenía nada de fiebre. Y eso me saco de apuros. Estuve a su lado varios minutos, cuando decidí que era hora de irme, él me detuvo tomándome del brazo.

—Por favor, no te vayas, Taylor.

Dangerous |Harlena| »Adaptación« |Cancelada|Where stories live. Discover now