Capítulo 33.

300 36 2
                                    

MARATÓN 1/2.

Capítulo 33 

—Tenía tiempo que no pasábamos tanto tiempo juntos ¿Sabes? —dijo irrelevanteLogan. 

—Bueno, creo que tienes razón. —Lamí mi cuchara chupando lo que quedaba de mihelado— pero todo es por el trabajo, últimamente estoy muy estresada. Ya casi es laconferencia con los japoneses y Harry aún no consigue habl... 

Equivocación, Selena.

—¿No consigue hablar? ¿Le pasa algo al imbécil ese? —no despegué los labios. —dime Selena Gomez, nosotros no nos ocultamos nada. 

—Es que...—me rendí— bien, te lo voy a contar, ¡pero no le digas a nadie!¿Entendido? 

—Lo juro por el meñique. —alzó su dedo meñique y lo crucé con el mío chocando elpulgar. Ese era nuestro candado de promesas. 

—Él es...bipolar. Y...tiene una cosa que hace que se ponga nervioso ante muchagente. —la palabra bipolar en mis labios se oía extraña, cómo prohibida. 

—¿O sea que...por eso no va a la Universidad? —dijo abriendo completamente losojos. Asentí. 

—Sí, aunque toma clases particulares. Él es demasiado inteligente, aunque estúpidocon las demás personas, pero en cuánto a negocios es casi como una máquina. 

—Wow, osea que aparte de tiquismiquis toma clases aparte. 

—¿Tiquismiquis?

—Debo dejar de juntarme con la abuela. Sus palabras se me quedan pegadas. Losiento. —reímos. 

—¿Y cómo vas con el estudio? ¿Cuándo es tu examen de admisión? —pregunté.Ojala yo estuviera estudiando para mi examen de admisión.Pero no lo estoy. Yo tengo que trabajar. 

—Es el próximo Martes. ¡Oh Dios, Selena! ¡Estoy tan nervioso! ¿Y si no apruebo? —secubrió el rostro en mi hombro. 

—Pues intentas en otra universidad. ¡No seas pesimista! —lo zarandeé— que másquisiera yo estar estudiando para mi examen. Pero no lo estoy. Tengo que esperarun año más. 

—¡Ya te lo he dicho bastantes veces! ¡Yo puedo pagarte la inscripción! ¡Yo puedo,Selena! —se levantó bruscamente. Al igual que lo hice yo. 

—¡Ajá! ¿Y quien va a pagar las demás colegiaturas? ¡No quiero deberte! ¡No le hedebido a nadie nada jamás y no pienso hacerlo ahora! ¿Escuchaste? ¡No quieroayuda! —me di la media vuelta, me subí a mi bicicleta y dejé sólo a Logan en laheladería. Habíamos peleado. De nuevo. Esto se irá al caño. 


 Ha pasado dos semanas y he aprendido demasiado en el curso. He ocasionado queHarry me ''ayude'' en varias situaciones donde nos enfrentamos a gentedesconocida. Desde el primer día en que le salió, ha ido mejorando. Le heorganizado una mini conferencia para unos niños pequeños sobre la lectura. Le hedicho que mi prima necesita que alguien lo haga por ella porque no estará. No séporque me está ayudando, pero sea lo que sea, me ayuda ayudándolo para superartodo esto. 

—¿Cómo? ¿Yo voy a decir esto? —me arrebato la hoja que hace un momento lehabía mostrado donde se encontraba la información de la pequeña conferencia—Ni loco. Dijiste que tú la dirías. 

—Sí, pero...no puedo hablar. —dije falsamente haciendo la voz ronca. Por algunaextraña razón, por primera vez, se lo creyó. 

—Yo,ah... ¡Dios, Selena! Sabes lo de mi problema, yo no creo...poder...—miró alpúblico detrás de las cortinas. 

—¡Harry! ¡Son niños! —dije aún haciendo la voz ronca, como si estuviese enferma. —no pueden hacerte nada, son unas pequeñas criaturas.

—Pequeñas y diabólicas, criaturas. —dijo amenizando los ojos.—Oh, vamos. Sólo...hazlo. —lo empujé haciendo que avanzara hacia el pequeñotemplete.

—Hola niños...yo...niños...decir...sobre lectura, —dijo nervioso mirando la hoja ymirándome a mí desesperadamente— esta vez, voy a...lectura...deben leer, niños,yo....niños, yo...yo...yo... —su cuerpo robusto estaba frío y sudoroso, él mismoestaba tembloroso. 

Me miró.Una lágrima cayó.Se retiro corriendo.Mierda.¿Qué he hecho?Al final, yo di la conferencia. 

—¿Harry? —dije buscando tras los pasillos— ¿Harry? ¡Harry! ¡Está bien, lo siento! Nodebí...hacerlo... 

—No debiste. —dijo levantándose detrás de una maceta provocándome un susto. 

—¿Eres estúpida, acaso? Vaya pregunta...es obvia la respuesta. —abrí la boca parareplicar pero me interrumpió— Olvídalo, sólo vamos a casa. 

Mientras caminábamos rumbo al estacionamiento para ir al auto caminamos por elalrededor de unas galerías de ropa y accesorios. 

—Entonces yo decía que tal vez si removiéramos las gráf... —se detuvo de golpeante un mostrador de pared de cristal. 

—¿Qué? —quise mirar hacia dónde él. Había un maniquí con un gorrito de lana enforma de osito con sus propias orejitas que decía en el borde ''Pandas give love''.Él no dejaba de mirarlo, sin siquiera pestañear. 

—¿Pasa algo, Harry ? —pero él seguía mirando aquel gorro, como si le recordase algo. 

—Ella. —susurró casi sin aliento. Apretó los ojos con fuerza. —No, nada. Vámonos. —y desde ese momento no hablamos, ni siquiera cuando llegamos a la mansión. 

—Puedes tomarte el día libre, estaré ocupado. 

—¿Qué? ¿Por qué? 

—¡Porque quiero! —me gritó como lo hizo hace varios meses, hacía tiempo que nome gritaba de esa manera.La duda se impregnó a mi mente. ¿Por qué miró al gorro? ¿Qué le recordó? ¿Por quéme dio el día? Y miles demás por que.... 

Estudiaba mis apuntes del curso donde decía algo muy importante: ''el Trastornode Pánico con síntomas bipolares puede darse a conocerse como Agorafobia. Loque puede causar que la enfermedad evolucione. Recibí una llamada.—¿Harry?

—¡Selena! ¡Mi querida Selena! —tenía hipo— ¿Cómo has estado? ¡De maravilla! ¿A que sí?Todos los pobres son felices, quieren hacer que nosotros los burgeses les tengamosenvida. Tal vez no, tal vez sí. ¿Quién sabe, no? Como dijera Isósceles 'Yo sólo sé queno moriré' 

—Harry...Isósceles no dice eso, y ni siquiera va así...Un momento —me di cuenta—¿estás ebrio? 

—No lo sé... —hipeó— Yo sólo sé que no estudiaré... —rompió a carcajadas. 

—¿Dónde estás, Harry? Ahora mismo iré por ti... 

—¡Ooooooh! Calmada niña, calmada. Estoy bien, completito. Bueno, hace rato noencuentro mi cartera, pero sigo completito. Con todas las extremidades bienpuestas. —siguió riendo— estoy en...Mhm...¿Cómo se llama este lugar? ¡Oh, unmomento! ¡Estoy en una calle solitaria sentado! ¡No me di cuenta!

—¡Dios mio, Harry! ¿Por qué tomas? Siempre es así, y no entiendo el por que. ¿Porqué tomas? —dije desesperada. Pero me dio una respuesta sorpresiva e inesperadapor su parte. 

—¿Por qué tomo? —rió un momento— esa respuesta es fácil. —hubo silencio— Porella.

 

Dangerous |Harlena| »Adaptación« |Cancelada|Where stories live. Discover now