Capítulo 23.

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—Bien. Comencemos. —dije poniendo los libros pesados en la mesita de larecámara.—¿Harry? —busqué con la mirada, hasta que me di cuenta que estaba en su litera,durmiendo plácidamente. 

Subí la escalera con especial cautela y lo vi ahí, pareciendo un chico bueno yhumilde. 

—Joven Harry, Joven Harry... —susurré moviéndolo despacio— despierte, JovenHarry. Tenemos qué empezar a estudiar. 

—Al diablo con eso —dijo soñoliento quitando mi cara de un manotazo descuidado. 

—Joven Harry... 

«Puedes despertarlo a tu manera» recordé la voz alegre del Sr. Styles. 

Una sonrisa se garabateó en mi cara.—¡Harry Edward Styles! ¡Despiértate! —jalé las sábanas de modo que este cayera allado de la cama. 

—¿Qué? ¿Qué pasa? —dijo exaltado y con el corazón agitado. 

—Hora de estudiar —señale los libros con temas increíblemente aburridos. 

—¿Es en serio que tengo que estudiar con una estúpida como tú? ¿Qué tan bajo a caídomi padre? —se acomodó el cabello— bien, empieza a estudiar. Me despiertascuando termines. 

—Espera... ¿Qué? ¿Piensas que voy a hacerlo yo sola? No sé nada sobre Economía niMercadotecnia. ¡Ni siquiera he empezado la universidad! ¿Cómo piensas que harétodo esto? —dije desesperada. 

—De acuerdo, de acuerdo, lo haré. —gruñó y volteo los ojos.Bajó de un salto de la cama y de sentó en el sillón.Me miro atentamente, como si esperara a que yo dijera algo. 

—¿Qué? ¿No vas a decir algo como "¿por qué no llamas a Gemma? ¿Eres capaz dehacer esto?"? —dijo molesto. 

—Mhm, no. No creo que sea necesario. Por lo que sé —conteste sin gran interés—estudiaste lo mismo que tu padre ¿no es así? Y no creo que tu IQ sea muy bajo, eresdemasiado listo para planear y destruir a quien quieras sin la necesidad dequebrarte la cabeza. En pocas palabras...—resumí— creo que eres más inteligenteque todos los de la familia. 

—En serio tú...¿Crees eso? 

—Por supuesto. Sólo si no fueras tan...tú, serias muchísimo mejor que Gemma. —lomiré a los ojos— bien, comencemos por estudiar el primer libro de Economía I. 

—Esto es pan comido, literalmente. 

—¿Literalmente? 

—Sí, osease cuando dices algo representándolo con otra cosa. 

—Eso es metafóricamente. 

—No es cierto. 

—Sí, literalmente es cuando esta pasando en verdad. 

—¿En serio?

—... 

—... 

—Eres un idiota. 

—¡Dios! ¡Estoy tan agotado! —lo miré agresivamente.—¡No hiciste nada más que hablarme sobre la Economía de Japón! ¡Y yo tuve queescribirlo todo! —alcancé las hojas llenas de apuntes con una letra increíblementefea por escribir rápido. 

—Escribes como doctor ¿sabes? —bostezó— Levántate, vamos por un café.  

Abrí la boca para protestar, pero la cerré al saber que tenía razón. Debíamosavanzar muy pronto, un mes no alcanzaría para que hiciéramos un buen trabajofrente a los ancianos de ojos rasgados. 

—La ciudad es tan hermosa —sonreí sacando la mano y dejando que el aire lacontrolara. 

—¿No vives aquí? Se supone que la ciudad es casi todo el país. 

—¿Recuerdas lo que dije acerca de tu IQ? Pues retiro lo dicho —lo fulmine con lamirada— vivo a las afueras de la ciudad, y es pueblo. No soy una chica de ciudad, ysinceramente, no me gustaría serlo. Ruidos por acá, por allá. Gente por todos lados,apretada, envidiando lo del vecino. Es algo repugnante de ver. —dije asqueada alrecordar la escoria de la sociedad que había— lo único bonito de las ciudades sonlas estructuras, los edificios y parques creados por el hombre. Lo increíble aquí es,como el hombre puede crear semejante belleza, y al mismo tiempo destruirse a símismo. 

—En eso tienes razón. Odio a la gente. —le dio una calada a su cigarrillo y le tiróafuera la ceniza que quedaba— la gente es tan...repugnante. Buscandesesperadamente su futuro, como peces detrás de una carnada, y cuando hanalcanzado la carnada, se dan cuenta que sólo sirvió perseguir la carnada paraterminar siendo comidos por otro ser vivo superior a ellos. Así es la vida ¿sabes?Naces en un reglamento que te inculca la sociedad de tu clase social, y es muy difícilcambiarlas. 

Llegamos a la "cafetería express VIP" que nunca en la vida habíaescuchado algo así. Por un momento, había olvidado que el llevaba el apellidoStyles. El Gran apellido Styles.—Dos lattes por favor. —le dijo al empleado. 

—¡Joven Styles! Un gusto que haya vuelto nuestro cliente preferente, enmenos de cinco minutos estarán listos. —sonrió nerviosamente y detuvo el pedidoque estaba haciendo. Grito algo a los demás empleados y en menos de, lo que elmismo dijo, estaban listos.—Tome, disfrute de su consumo! ¡Gracias! 

—Harryle dio la black y nos retiramos deahí. 

—Por lo general yo tengo que esperar en Starbucks en toda una fila para obtener uncafé demasiado caro. —pronuncié— supongo que eso le quita el chiste de ir con tusamigos a un café. ¿Nunca has hecho eso? 

—¿Amigos? Pff, no hay. Que cosas tan estúpidas dicen los chicos pobres. 

—¿Y los de...aquella vez? —dije recordando lo ocurrido con sus amigos y al parecerel también lo recordó, por su gesto. Apreté el corazón. 

—Ellos... ¿Amigos? Me quieren por el dinero o porque simplemente soy unStyles. Todos desean estar relacionados con los Styles. Es lo malo devivir entre millonarios. Pero con alguien me tengo que des aburrir de una vida queme la han planeado mis ancestros.  

—¿Cómo? 

—Selena, me estoy cansando de explicarte. —le dio un sorbo a su café— mis abuelos ymis padres ya han planeado mi vida. Planearon cómo viví mi infancia, miadolescencia, mi adultez, mi vejez, todo. Siempre voy a estar controlado porsiempre. De niño, tenía que actuar como sí viviera feliz con mis padres. En eseentonces, eran casi unos desconocidos. Sólo los veía los jueves, para mi, en eseentonces, Gloria, la Sra. Roberts, era como una madre, que nunca tuve. Deadolescente, hacían documentales sobre mi de como estudiaba, como era unadolescente digno del próximo puesto a jefe Styles. Pero todo cambio cuandodecidí tener un poco más de libertad. Así qué aquí estoy, mírame. Ahora me tiran dea estúpido, idiota, rebelde, maleducado, malcriado, patético y estúpido, sóloporque no me agrada mi clase social. Siempre seré odiado ¿y sabes algo? Qué lesden por culo, a todos los burgueses que les den por culo. 

Dangerous |Harlena| »Adaptación« |Cancelada|Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt