Capítulo 5.

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Sentía mi sangre arder. ¿Cómo es posible que la haya abrazado? ¿Por qué la abrazo? ¿De qué hablaban? No me molesta que Logan tenga novia, en absoluto. Pero no puede ser Sarah, ella es una rata que salió de las alcantarillas para hacerles la vida imposible a los demás. No bromeo.

Puse los ojos en blanco y giré en mi bici.

No quería pensar en lo que había visto. Pero las preguntas me inundaban lamente, como siempre me pasa cuando no le encuentro sentido a algo. Al igual que con Harry.

Oh, no. Dios. Las nubes negras invadieron el pobre azul cielo. Joder, lloverá sobre mí. Pedaleé más rápido, pero fue imposible. La primera gota cayó en mi brazo, dos minutos después, estaba totalmente empapada.

Vi mi celular ¡Llegaré tarde! No sé en qué pensaba cuando venía a con Logan. Es claro que no le interesa que Sarah es mi peor enemiga. Pedaleé más rápido de lo común, llegué mojada, pero a salvo. Y retrasada, también.

Entré y me saludo Johnny, el jardinero de la casa. Avancé hasta la puerta y me paré en seco antes de entrar a la casa. La señora Roberts ya había limpiado el piso, no podía entrar, estaba toda mojada y embarrada de lodo.

¿Qué haré?

‘Si algo sale mal, va a salir peor’ tiene toda la razón. Este día va a ser de la mierda.

La lluvia aumentó, junto con mis problemas. ¿Cómo haré para entrar?

Justo cuando pensaba retirarme, derrotada, fracasada, seguramente despedida por mis jefes por faltar, Harry apareció en la puerta.

— ¿Por qué no has entrado, estúpida? Te vas a resfriar. Estás muy…mojada. —No pude distinguir si era un albur, o lo decía inocentemente, aunque no me creo lo segundo, es demasiado imbécil para ser inocente.

—No puedo entrar a la casa con tierra en los pies, la Sra. Roberts ya ha limpiado. —por alguna razón me temía verle a los ojos. ¿Por qué tenía miedo de verle los ojos? ¿Qué me haría? Nada.

‘No seas marica’ me dije a mi misma y tomé fuerza de algún lugar y me armé de valor para levantar la cabeza y verlo.

Oh. Mis defensas están bajas. Sus ojos eran tan cálidos y acogedores. No tenían ese rencor y odio como siempre habitaba en sus ojos. Había paz y tranquilidad y pude observar bien sus ojos.

Esmeralda. Un esmeralda oscuro grisáceo, con unas largas pestañas. Era una mirada penetradora. Él me miraba directamente a los ojos, y yo sentía como si estuviera penetrando mi alma, como si supiera en lo que estoy pensando.

—Vamos, hay otro uniforme limpio por aquí, después limpiará de nuevo la Sra. Roberts. —me dio la espalda y seguí su paso, culpándome por cada paso que daba al ver mis pisadas marrones por la tierra mojada.

¿Por qué Harry hacía esto? Yo pensé que me vería afuera y me cerraría la puerta en la cara. Era lo más probable. Pero me había dado cuenta que Harry es completamente improbable a lo que él hace. Puede responderte grotescamente, o simplemente hablarte normal. Él es un estúpido y completo misterio del que quiero saber. Soy demasiado curiosa, en las clases siempre preguntaba a lo que yo no podía relacionar. Yo no me rindo hasta encontrar el significado de algo que no comprendo del todo. Y a Harry no lo comprendo del todo. Debe de haber algo en él, algo por lo que él actúa de esta manera…Debe de haber algo, y yo lo voy a descubrir.

Entró un momento a un armario y salió minutos después.

—toma, supongo que esto te quedará. Eres pequeña. —sonrió. Dios. Mis glóbulos rojos están muriéndose. Su sonrisa es…dios mío.

¿Qué me está pasando? Su sonrisa era de oreja a oreja, sus labios carnosos se hacían una pequeña línea que rodeaba su sonrisa. Y sus dientes perfectamente blancos y alineados. Era una sonrisa como de comercial. Una de esas sonrisas que sólo puedes ver una vez en la vida.

—Mm...Gracias —traté de sonreír, pero fue un error. Estaba demasiado confundida como para sonreír. Mi duda no pudo resistirse. — ¿Por qué haces esto?

— ¿Hacer qué? —preguntó Harry frunciendo los labios. Ah, como me encantaría tocarlos…Espera ¿qué estoy diciendo? Joder, me estoy volviendo loca.

—Esto…ser amable. Darme este uniforme, no insultarme…demasiado. ¿Por qué? Ayer me besaste y me dijiste que querías que te hiciera una paja y hoy me dejas pasar a tu casa y me das otro uniforme. ¿Qué te pasa? —lo miré a los ojos tratando de descifrar algo. Pero, a cambio de mí, su mirada era totalmente impenetrable, sólo podía ver sus ojos esmeraldas, no podía ver su emoción.

El frunció el ceño, se pasó la lengua por el labio inferior —yo casi me infarto cuando hizo eso— y se marchó, sin más.

Oh, mierda. ¿Qué dije? ¿Le molesto que le dijera eso? No era…mi intención. Me encogí de hombros y entré al baño para cambiarme.

Harry tenía razón, el uniforme me quedó. Soy muy pequeña.

Aún seguía conmocionada por el momento de hace un rato. Tomé el estropajo y limpié mis pisadas sucias.

Entré a la cocina y vi a la Sra. Roberts cocinando algo, estofado creo.

—Hola, Sra. Roberts. —le dije mientras me ponía el delantal negro.

—Hola, querida. ¿Por qué has llegado tarde? —no me miro, estaba concentrada en las especias.

—La lluvia me ha detenido en el camino, me mojó toda y tuve que cambiarme.

— ¿Cómo has secado tan rápido el uniforme?

—Me lo dio el joven Harry. —ella se detuvo en seco y se volvió de espaldas para verme con los ojos salidos. Yo me encogí de hombros— No me preguntes porque, no lo sé.

—Wow, el joven Harry nunca ha hecho algo amable desde…—se detuvo.

¿Desde qué?

Abrí la boca para preguntarle pero los gritos de Harry interrumpieron.

— ¡Sra. Roberts! ¿Mi estofado? —gritó Harry y la señora se exaltó. Tomó el

Plato hondo y se lo llevo, corriendo.

Sabía que ella no me diría nada.

Cuando llegué a mi casa, Logan me esperaba en la escalera de mi casa.

Puse los ojos en blanco y estacioné mi vicia.

— ¿Qué haces acá? —le pregunté buscando mi llave en mi bolso.

—Oh, gracias por saludarme Selena. ¿Cómo estás? —dijo sarcástico y lo fulminé con la mirada. Él sabía que cuando lo miraba enojada, estaba más que furiosa— hombre ¿pero qué tienes? ¿Te ha hecho algo ese estúpido?

¿Te besó de nuevo? Yo…—dijo frunciendo el ceño y apretando los puños.

—No, Harry no me hizo nada. —más que confundirme con su comportamiento y la respuesta de la Sra. Roberts. ‘‘Nunca ha hecho algo amable desde…’’ ¿Desde qué? ¡Joder! No podré dormir por la duda—

Ahora ¿me permites? Quiero entrar a mi propia casa, darme un baño y dormir.

— ¿Te he hecho algo, Selena? Si es porque te dije que eras rara ayer, yo lo decía en broma…—le interrumpí.

—Te has abrazado con Sarah, Logan. Te he visto. ¿Por qué la abrazaste?

—Selena. Yo…

—Logan, no me enfurece que tengas novia. Es más, me encantaría que tuvieras novia, ver a una chica que te quiere más que yo es increíble. Aunque, claro me pondría celosa si me alejarás de tu vida por una novia. Pero ese no es el caso. Soy tu mejor amiga, te apoyo en todo lo que haces. Pero ¿andar con Sarah? ¡Joder, Logan! Sabes que nos odiamos más que la mierda. ¿Por qué ella? ¡Tú sabes cómo fue conmigo! —Logan se enfureció.

— ¡Basta, Selena! —Me gritó— ¿quieres saber por qué me abrazo? ¿Por qué fue hasta mi casa?

—Sí.

—Su padre trabaja en el hospital. Y me dijo que…que…—suspiró cerrando los ojos— creo que tu padre tiene cáncer.

Dangerous |Harlena| »Adaptación« |Cancelada|Where stories live. Discover now