Paso 2: Haz gala de tu lado más Lan

Start from the beginning
                                    

-Mi señora...

-¡Ni mi señora ni nada! ¡A-Li! -Exclamó la matriarca, dándose la vuelta en dirección a su hija. La aludida se limitó a inclinar la cabeza como un dulce pajarillo-. ¡Dijiste que hoy veríamos tu prueba! ¡¿Dónde está?!

-Debo admitir que también me intriga. -Confesó Jiang FengMian, aunque su curiosidad no era lo que se dice para bien-. ¿En qué has pensado, A-Li?

Suave y encantadora, Jiang YanLi se cubrió la sonrisa con una vaporosa manga de tela fantasmal. Su mirada se dirigió al grupo de cultivadores que paseaban por las calles de aquella próspera ciudad en cuatro parejas distintas. Luego observó durante un par de segundos los callejones hacia los que se acercaban a paso calmado, como una comitiva de la realeza desfilando ante el pueblo. Lan Huan y Jiang Cheng iban los últimos, escoltados por la familia de espíritus y por sus hermanos. Aquello casi parecía un ensayo del desfile nupcial.

-Pronto lo veréis, padre, madre. Nos reuniremos con él en unos minutos.

¿Con él? El padre frunció el ceño y la madre alzó una ceja, ambos intrigados por las palabras de su hija. Así que YanLi se había conseguido un aliado... eso cada vez pintaba peor para el pobre Lan XiChen.

Y hablando del primer jade, la pareja conformada por los dos líderes de secta más mediáticos de la actualidad del cultivo caminaba tranquilamente. Juntos y a pasos acompasados, sus hombros se rozaban de vez en cuando en discretos contactos que casi parecían calculados. Jiang WanYin siempre con la mano apoyada sobre la espada, la espalda recta y el porte soberbio; Lan XiChen con las manos tras la espalda, una sonrisa dulce y ojos curiosos que siempre seguían la mirada de su prometido. Cada vez que esos ojos de amatista se fijaban en algún puesto durante más de dos segundos, él se encontraba atento, deseoso por hallar un buen regalo. Quería obsequiarle con algo hermoso solo por el mero placer de hacerlo, por el brillo en su mirada y la ilusión de las sonrisas que no podía controlar. No pocas veces, Jiang Cheng le había gritado que dejase de hacer eso, pero como sabía que le encantaban sus pequeños detalles jamás pararía. Le encantaba contemplar como los ojos de su prometido se iluminaban contra su voluntad al desenvolver cualquier cosa, incluso si solo era una pequeña tontería envuelta en papel de seda. Hasta Yu ZiYuan se había dado cuenta de lo feliz que podía llegar a hacer a su hijo con esos presentes salidos de la nada, pero en sus ansias de madre sobreprotectora no quería creer en esa realidad.

Sin embargo, Lan XiChen no solo llevaba aquel agradable rato de paseo previo a la cena y a la caza analizando los intereses de su compañero de cultivo. Sentía escalofríos en la nuca, incesantes y conocidos, y no presagiaban nada bueno. La última vez que los tuvo, se enfrentó a su suegra sin saberlo siquiera. Esta vez su oponente era su cuñada, pero también lo ignoraba.

-WanYin, ¿no sientes como si nos estuviesen mirando desde hace un rato?

A su lado, Jiang Cheng alzó una ceja y le dirigió una mirada en la que parecía estarse cuestionando sus palabras.

-Por si no te has dado cuenta, XiChen, llevamos llamando la atención de toda la puñetera ciudad desde que llegamos. -Menos molesto de lo que pretendía aparentar, señaló con la barbilla hacia sus hermanos. Wei WuXian daba brincos entre todos los puestos posible, buscando dulces, buscando comida picante y buscando juguetes o cosas divertidas. Hasta su hijo, pobre Lan SiZhui, parecía al menos quince años mayor que él-. Vamos con ellos. La posibilidad de pasar desapercibidos nunca existió.

Solo le faltó añadir: y somos nosotros. No lo puntualizó por vergüenza, pero no hacía falta. La ciudad en sí quedaba en la región de Gusu, entre sus sectas, pero es que hasta más allá de Qinghe Nie se había extendido la noticia de su matrimonio.

Cómo ganarte a tus suegros sin saberlo [XiCheng] [Mo Dao Zu Shi fanfic]Where stories live. Discover now