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Taehyung se despierta tan pronto como la luz ilumina el cuarto. Namjoon estaba sentado a su lado, parece cansado, pero cuando lo ve despierto, su rostro se torna en algo absolutamente fresco.

—Despertaste. —Namjoon se puso de pie y colocó su frente sobre la de Taehyung—. Todavía me quemas, sé que te sientes mal.

Justo en ese momento, el médico de guardia llegó con Taehyung para administrarle un cóctel de medicamentos. Namjoon, que ya estaba lo suficientemente consciente de lo que iba a pasar, no le permitió que se acercara. Lo llevó fuera y comenzaron a hablar. Taehyung observó a Namjoon abrir la boca, pero no pudo enterarse de nada. Frunció el ceño e intentó frotarse los dedos.

Cuando Namjoon regresó, sonrió, le tomó la mano y dijo:

—No te preocupes, no van a hacerte nada. —Pudo ver que Taehyung tenía algo que decirle, así que se inclinó y estampó los labios sobre los suyos— Te escucho.

Taehyung sonrió. Se siente todavía muy tonto, el sonido de su voz es ligero y también es difícil de escuchar, pero no puede ocultar su alegría cuando le cuenta:

—Soñé con mis padres... Nunca había soñado con ellos en todos estos años, pensé... Pensé que ya no me querían.

Namjoon miró directamente a los ojos de Taehyung , y el marrón claro de sus pupilas estaban absolutamente llenos de un amor tierno.

—Estoy avergonzado... Tus padres me vieron cuando estaba menos presentable.

Taehyung se rio, Namjoon acarició gentilmente sus mejillas pálidas y preguntó:

—Dime, ¿cuándo quieres ir conmigo a Yangzhou?

Taehyung inclinó la cabeza y sonrió:

—¿Eso significa que no me voy a quedar aquí?

—El doctor me dijo que te sacara de aquí, porque eres insoportable.

Namjoon besa la nariz de Taehyung y sonríe para encubrir la absurda desesperación de sus ojos. Él sabe hasta qué punto ha avanzado la enfermedad de Taehyung y tiene miedo del futuro... Parece que solo hay dos opciones: ver que Taehyung sufra torturado en la sala estéril durante el resto de sus días, o dejar que viva cómodamente el tiempo que le queda.

Namjoon eligió este último.

Tiene muchas cosas que quiere mostrarle a Taehyung... Quiere que vea que el jazmín silvestre en la casa de té se vuelve absolutamente fragante y próspero. También ha estado esperando su cumpleaños para ofrecerle su propio diseño de un anillo, con una rama de flor doblada y un diamante pequeño en el centro... Pero miró la cara de Taehyung, y no dijo nada, solo alcanzó a sorber su nariz.

—¿Entonces vamos a ir hoy? Pero... Tenemos que pasar por los perros y por los gatitos.

La fortaleza de Taehyung no es suficiente. Se siente frío, tiembla y tose constantemente. Namjoon se mordió el labio y, al segundo siguiente, un dedo largo y delgado se deslizó suavemente por la mejilla de Taehyung... Namjoon suspiró:

—No importa si te ríes o me das una sonrisa... Ya no tienes tu hoyuelo.

Era demasiado pronto para que el rostro de Taehyung perdiera peso. Su expresión ya no era igual y sus pómulos estaban exageradamente marcados.

—¿Te gustaba? Doctor, que hombre tan dulce es usted. —Se rio Taehyung.

Namjoon no tuvo tiempo de analizar sus palabras porque en ese momento, un médico acababa de abrir la puerta de la habitación, y entraba para administrarle una infusión de sangre.

Namjoon vio que el doctor estaba colgando la bolsa a un lado de la cama, y se sintió honestamente agradecido por esto. También es un doctor, sabe lo ocupados que deben estar todos. Si no se hubiera tratado de algo importante, nunca acudiría a ningún miembro del personal para que solucionaran los problemas que él podía manejar.

—Gracias.

—No importa, somos amigos.

El doctor sonrió, se dio la vuelta y salió. Antes de irse, miró a Taehyung con simpatía y finalmente se fijó en Namjoon. Cerró la puerta, y Namjoon permaneció con la sensación incómoda de sus ojos cuando cayeron en su cara y le observaron como si le tuviera toda la lástima del mundo. Es una sensación difícil de eliminar.

✤✤✤✤✤✤

Por la tarde, Namjoon sacó a Taehyung del hospital y le compró una taza de leche de soja caliente.

—No comiste nada en un día, tu estómago debe sentirse mal.

Namjoon piensa en Yangzhou y en que todo lo que hay en ese apartamento debe ser funcional todavía. Cuando llegue, puede licuar un poco de leche de soja con plátano para Taehyung.

Desde que lo sacó del hospital, hay más y más pequeños refrigerios acumulándose en el auto de Namjoon , pero la mayoría de ellos son gelatinas de agua o frascos pequeños de yogurt. Tampoco ha parado de comprarle flores.

—Si tus pretendientes vieran esto, se pondrían tristes. De seguro pensarían que tienes novia y saldrían huyendo... Lo siento por eso.

Namjoon sonrió y dijo:

—¿No lo eres tú?

Taehyung se siente incómodo por un momento. Además de eso, se siente demasiado perezoso como para volver a hablar e incluso está un poco deprimido. Repentinamente tosió, se lamió la comisura de la boca y luego se dirigió al asiento trasero para sacar papel y escupir una gran cantidad de sangre en sus manos.

La expresión de Namjoon  es incomprensible.

—Estoy sangrando otra vez. —Taehyung se metió un buen montón de toallas de papel en el bolsillo—Está bien, no pongas esa cara. Solía escupir mucho en casa, pero ahora me siento mejor.

—Qué tranquilizador. —Namjoon tiene una sonrisa encantadora, pero su tono es tembloroso. No parece estar dispuesto a echarle un vistazo a Taehyung—. En casa te daré algunos complementos para restaurar la sangre.

Bienvenidos, días finales.

Los 10 años en que más te amé Where stories live. Discover now