38

6.4K 958 247
                                    



Después de aquel día, el estilo de vida de Taehyung y Jeongguk cambió drásticamente. Jeongguk en realidad conoce sus propios excesos, por lo que siempre parece tener una mentalidad avergonzada y un comportamiento afectuoso con Taehyung.

Taehyung ya no quiere sentirlo.

Se lastima la lengua por las tardes y se muestra aún más reacio a hablar. Se resiste a los abrazos y a los besos de Jeongguk, pero al final... Tiene que ir a la habitación para dormir junto a él.

—¿Qué estás haciendo?

Jeongguk miró a Taehyung, quién estaba tratando de empacar sus cosas del cuarto. No pudo evitar entrecerrar los ojos.

Taehyung todavía no habla, y sus acciones tampoco se detienen.

—¡No me has hablado durante días! ¡Llamé a Hoseok y él me dijo que deberías estar bien ya! ¡Te vas todo el tiempo a encerrarte en este cuarto y no escuchas nada de lo que te estoy diciendo! ¡No merezco esto! —Cuanto más hablaba, más sentía que se hundía. Tiró el bolígrafo que tenía en la mano contra la cama y exclamó — ¿¡Cuándo dos hombres adultos tienen problemas no se sientan a hablarlos!? ¿Qué edad tienes? ¡Actuando tan sensible como una maldita mujer!

Taehyung permaneció de pie por un tiempo, tardó mucho en frenar los temblores que le estaban recorriendo... Taehyung no cree lo que oye. El amor de los dos se encuentra en una posición débil, y es cada vez más silencioso, y está cada vez más frágil también. Los problemas del corazón no son un asunto únicamente de las mujeres.

—Jeongguk , ¿crees qué si te dejo, no podré vivir?

Taehyung no ha hablado durante mucho tiempo por lo que su voz es áspera y ronca. Las pocas palabras que suelta, vienen acompañadas de sangre.

Jeongguk no hizo ningún escándalo. Se limpió las manos que tenía manchadas con tinta y su tono se convirtió de pronto en un murmullo suave y agradable:

—Sé que no será así... Prometimos que estaríamos juntos una larga vida.

Su intención parece ser la misma de siempre, la de hacerle recapacitar.

Taehyung siente que sus ojos están rojos, y por primera vez en su vida se permite volverse violento y gritar fuera de control:

—¡Jódete, Jeongguk! ¿Crees que quiero hacer eso? ¿Crees que dejaré que me sigas haciendo daño? ¿Qué sientes por mí? ¿Preocupación? ¿Realmente crees que no puedo dejarte porque viví catorce años contigo?

El ataque repentino de Taehyung dejó atónito a Jeongguk. No había tenido tiempo de pensar una respuesta, pero instintivamente sintió que no podía salir triunfante de allí.

Taehyung se ha estado reprimiendo por mucho tiempo, y una vez que las emociones son liberadas no pueden ser controladas tan fácilmente. Tomó de sobre su buró la vasija que tenía un ramito de flores secas, y entonces lo arrojó furiosamente contra la pared a un lado de la puerta. Los fragmentos de porcelana rota mezclados con flores y hojas negras se esparcieron por todo el piso.

Jeongguk finalmente reaccionó cuando Taehyung levantó del suelo la lámpara estacionaria también.

—¡Tae! ¡Dios! ¡No hagas del problema algo más grande! ¡Escúchame! ¡Taehyung!

Jeongguk sostuvo firmemente el cuerpo de Taehyung entre sus brazos. En ese momento, realmente le tenía miedo. La dura lucha de Taehyung no se detuvo. Estaba ansioso por morder el brazo de Jeongguk. ¡Desgarrárselo como le desgarró a él! Jeongguk sufrió de un inmenso dolor cuando sintió como le encajaba duramente los dientes, pero sus reflejos no alcanzaron a aflojar el agarre...

Los 10 años en que más te amé Where stories live. Discover now