¿Cuánto puede durar un abrazo? ¿Un segundo, un minuto, una hora? A veces no es importante el tiempo, sino lo que te hace sentir. Un abrazo puede sanar o puede matar. Puede reconstruirte. Puede significar el final. Puede ser el final de una tormenta.
-Perdón- soltó Emilio cuando Joaquín dejó de abrazarlo y se paró frente a él- perdón por lo que dije, no quería hacerte sentir que para mí es importante la edad, de verdad que no lo es.
-Lo sé, solo fue tu enojo hablando.
-Tampoco quería que te fueras, pero... no me siento yo mismo, tengo miedo de decir o hacer algo y que te vayas para siempre.
-Emilio- tomó sus manos entre las suyas- no voy a soltar tu mano nunca ¿ok?
El rizado sonrió asintiendo- te prometo que nunca te voy a dar motivos para hacerlo.
Más palabras no se necesitaron, los brazos de Emilio se abrieron para recibir al castaño, quien con una sonrisa en los labios se unió a él en un nuevo abrazo. Esta vez el abrazo fue más fuerte, más cálido, ambos intentaban que por medio de ese abrazo el otro se sintiera seguro, protegido y amado. El rizado comenzó a dejar besos en la cabellera de Joaquín y este a sonreír en el cuello de su novio, terminando por erizarle la piel. Entonces las manos de Emilio dejaron la cintura del castaño para colocar una a media espalda y otra detrás de sus rodillas, para finalmente cargarlo y llevarlo de regreso a la cama.
-¿Qué haces?- rió en su hombro.
-¿Qué te parece que hago?
Con cuidado depositó el cuerpo de Joaquín sobre las sábanas desordenadas y dirigió sus manos a peinarle un poco el cabello, sus labios se dirigieron al cuello de su novio y depositó un beso para luego ir bajando dejando un camino de besos que se detuvo al llegar a sus caderas. Dirigió su vista hacia arriba para mirarlo y le sonrió travieso antes de comenzar a hacerle cosquillas en el abdomen y los costados. Joaquín comenzó a reír estrepitosamente mientras intentaba, sin mucho éxito, alejar las manos de Emilio.
-¡Basta!- soltaba entre risas- ¡ya no más! ¡por favor!
Pero Emilio ignoraba sus peticiones, estaba demasiado embelesado con la risa de su novio como para prestar atención a sus palabras. Estaba totalmente contagiado de su alegría, de su risa, que él mismo no paraba de reír. Quería estar así siempre, quería escuchar su risa toda la vida y quería ser él el causante de esta.
-¿Más?
-¡No, por favor. Ya para!
-Y yo que me estaba divirtiendo- dijo deteniendo sus manos y dejándose caer a lado de Joaquín en la cama.
Sus respiraciones eran irregulares por las risas anteriores, de los dos, Emilio era el más cansado. Pero aún así, se movió para atraer a Joaquín hacia él y abrazarlo contra su pecho.
-Tu corazón late muy fuerte.
-Es tu culpa.
-Yo no te dije que me hagas cosquillas- dijo burlándose de él.
-Me refiero a que tú haces mi corazón latir.
-Tú también haces mi corazón latir.
-Tan copión- respondió y ambos rieron.
Joaquín se acomodó mejor en el pecho de Emilio, abrazándolo por la cintura mientras el rizado le hacía caricias en el cabello.
-Si supieras- comenzó a cantar- la locura que llevo. Que me hiere y me mata por dentro. Y que más da mira que al final lo que importa es que te quiero.
*
*
*
*
*
Espero que este regreso les haya gustado, yo estoy muy feliz de por fin volver a escribir y bueno, espero que hayan disfrutado ambos capítulo y esta canción que amo tanto.Les deseo un hermoso fin de semana y un muy lindo inicio de semana también.
¿Ya les dije que los amo? Pues LOS AMO MUCHO.
Cuídense por favor.
Les mando un chorro de besos y mucho, mucho amor💜
¡Nos leemos la próxima semana!
Pd: ¿de cuántos capítulos creen que sea Danzón?
YOU ARE READING
Danzón|Emiliaco|
FanfictionEmilio quiere divertirse un rato y olvidar por un momento los problemas de la oficina. Así que acepta la invitación de un amigo para acudir a un bar, donde del otro lado de la barra, un chico castaño llama su atención. -Dj, ponme un danzón. Historia...