XLV

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¿Cuánto puede durar un abrazo? ¿Un segundo, un minuto, una hora? A veces no es importante el tiempo, sino lo que te hace sentir. Un abrazo puede sanar o puede matar. Puede reconstruirte. Puede significar el final. Puede ser el final de una tormenta.

-Perdón- soltó Emilio cuando Joaquín dejó de abrazarlo y se paró frente a él- perdón por lo que dije, no quería hacerte sentir que para mí es importante la edad, de verdad que no lo es. 

-Lo sé, solo fue tu enojo hablando. 

-Tampoco quería que te fueras, pero... no me siento yo mismo, tengo miedo de decir o hacer algo y que te vayas para siempre.

-Emilio- tomó sus manos entre las suyas- no voy a soltar tu mano nunca ¿ok? 

El rizado sonrió asintiendo- te prometo que nunca te voy a dar motivos para hacerlo.

Más palabras no se necesitaron, los brazos de Emilio se abrieron para recibir al castaño, quien con una sonrisa en los labios se unió a él en un nuevo abrazo. Esta vez el abrazo fue más fuerte, más cálido, ambos intentaban que por medio de ese abrazo el otro se sintiera seguro, protegido y amado. El rizado comenzó a dejar besos en la cabellera de Joaquín y este a sonreír en el cuello de su novio, terminando por erizarle la piel. Entonces las manos de Emilio dejaron la cintura del castaño para colocar una a media espalda y otra detrás de sus rodillas, para finalmente cargarlo y llevarlo de regreso a la cama. 

-¿Qué haces?- rió en su hombro.

-¿Qué te parece que hago?

Con cuidado depositó el cuerpo de Joaquín sobre las sábanas desordenadas y dirigió sus manos a peinarle un poco el cabello, sus labios se dirigieron al cuello de su novio y depositó un beso para luego ir bajando dejando un camino de besos que se detuvo al llegar a sus caderas. Dirigió su vista hacia arriba para mirarlo y le sonrió travieso antes de comenzar a hacerle cosquillas en el abdomen y los costados. Joaquín comenzó a reír estrepitosamente mientras intentaba, sin mucho éxito, alejar las manos de Emilio. 

-¡Basta!- soltaba entre risas- ¡ya no más! ¡por favor!

Pero Emilio ignoraba sus peticiones, estaba demasiado embelesado con la risa de su novio como para prestar atención a sus palabras. Estaba totalmente contagiado de su alegría, de su risa, que él mismo no paraba de reír. Quería estar así siempre, quería escuchar su risa toda la vida y quería ser él el causante de esta. 

-¿Más?

-¡No, por favor. Ya para!

-Y yo que me estaba divirtiendo- dijo deteniendo sus manos y dejándose caer a lado de Joaquín en la cama.

Sus respiraciones eran irregulares por las risas anteriores, de los dos, Emilio era el más cansado. Pero aún así, se movió para atraer a Joaquín hacia él y abrazarlo contra su pecho.

-Tu corazón late muy fuerte. 

-Es tu culpa.

-Yo no te dije que me hagas cosquillas- dijo burlándose de él.

-Me refiero a que tú haces mi corazón latir. 

-Tú también haces mi corazón latir.

-Tan copión- respondió y ambos rieron. 

Joaquín se acomodó mejor en el pecho de Emilio, abrazándolo por la cintura mientras el rizado le hacía caricias en el cabello. 

-Si supieras- comenzó a cantar- la locura que llevo. Que me hiere y me mata por dentro. Y que más da mira que al final lo que importa es que te quiero.



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Espero que este regreso les haya gustado, yo estoy muy feliz de por fin volver a escribir y bueno, espero que hayan disfrutado ambos capítulo y esta canción que amo tanto. 

Les deseo un hermoso fin de semana y un muy lindo inicio de semana también. 

¿Ya les dije que los amo? Pues LOS AMO MUCHO.

Cuídense por favor.

Les mando un chorro de besos y mucho, mucho amor💜

¡Nos leemos la próxima semana!


Pd: ¿de cuántos capítulos creen que sea Danzón?

Danzón|Emiliaco|Where stories live. Discover now