Emilio quiere divertirse un rato y olvidar por un momento los problemas de la oficina. Así que acepta la invitación de un amigo para acudir a un bar, donde del otro lado de la barra, un chico castaño llama su atención.
-Dj, ponme un danzón.
Historia...
El pasado, pasado es ¿no? aunque a veces suela hacer aparición en nuestro presente.
Eran las ocho con treinta del miércoles, Emilio había estado bastante ocupado durante toda la mañana y únicamente se había dado permiso de distraerse al medio día, cuando Joaquín le había hecho una llamada telefónica para saber de su día, aunque esta llamada no tardó mucho, pues ese día el castaño salió temprano de la universidad y tenía que ir a realizar trabajos escolares en equipo. Así que después de cinco minutos se despidieron.
-Tengo a Gómez en la línea tres- anunció Airam a través del intercomunicador.
Genial, ese era su último pendiente del día. Había estado intentando comunicarse con él por órdenes de su jefe, sin embargo no habían tenido suerte, hasta ahora.
-Gracias- dijo antes de pulsar sobre el botón con el número "3" en él- buenas noches señor Gómez.
-Buenas noches Emilio, ya te he dicho que no tienes que hablarme de usted.
-Disculpa Ricardo- rió leve- el señor Briceño me ha pedido que me comunique directamente contigo para confirmar tu asistencia al evento de este domingo.
-¿Sólo para eso? Ya le había dicho que asistiría.
-Sí, pero él teme que suceda lo de la vez pasada y me ha enviado a convencerte de no plantarlo en el evento de caridad esta vez.
-Él me conoce bien, tanto que hasta te envió precisamente a ti- no hubo respuesta por parte de Emilio- bien... dile que ahí estaré. Espero verlo señor Marcos.
Y la llamada finalizó.
"Pudo haber sido peor" pensó el rizado. Dos golpes en la puerta le impidieron a su mente llevarlo a un viaje por el pasado.
-Adelante.
-Emilio ¿necesitas algo más? Trevor acaba de llamar y Nicole no se siente bien.
-No, no. Puedes irte y espero que no sea nada grave.
-Gracias, hasta mañana entonces- dijo antes de salir.
A las nueve en punto estaba dejando la oficina y subiendo a su automóvil. Le había enviado un mensaje a Joaquín para saber si necesitaba que pasara por él a algún lado, pero el castaño no había contestado, lo había dejado en visto.
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"Quizá aún no había terminado el trabajo, quizá estaba muy ocupado".
Definitivamente no quería tener como opción que algo malo le hubiese sucedido. Encendió el motor y salió del estacionamiento con rumbo a su edificio.
Brillito lo recibió al llegar, como todos los días, sus suaves maullidos lo hicieron sonreír. Lo tomó en brazos para ir a su habitación, quería quitarse el traje que llevaba y darse un baño, tal vez pediría algo de cenar también. Estaba por entrar a la ducha cuando su celular comenzó a sonar, era una llamada entrante de Joaquín.
-Hola- saludó- ¿has terminado?
-Hola Emi- contestó con voz suave, como si tuviese vergüenza- es tarde y no quería molestarte, pero...- hizo una pausa- ¿podrías venir por mí? es que me olvidé la cartera en casa y apenas me doy cuenta.
-¿Y por qué me lo pides? te dije que me avisaras para ir por ti.
-¿Eh?- ahora su tono era de confusión.
-Joaco, ya te lo había dicho, te mandé un mensaje, te dije que solo me avisaras para ir por ti.
-¿Ah? No me ha llegado ningún mensaje.
-Hasta lo leíste- el castaño rió.
-Ya, ya. Lo acabo de ver. Seguro alguien tomó mi móvil antes que yo.
-¿No tiene clave para ingresar?
-Sí tiene, pero... ya sabes, mis amigos y así. Te mando la ubicación ¿sí?
-Ok, estaré ahí pronto.
El rizado tuvo que dejar el bañarse para después, buscó unos jeans y una playera polo, después de vestirse salió del departamento. Le tomó veinte minutos llegar al lugar donde Joaquín se encontraba, cuando llegó el menor estaba afuera de una casa color azul acompañado de un chico. Aparcó frente a ellos, Joaquín sonrió al reconocer el auto y Emilio bajó para saludar y abrirle la puerta.
-¿Estás listo?- preguntó. El castaño asintió.
-Me voy , nos vemos mañana- le sonrió a su compañero y después se acercó a Emilio.
-¿Él no necesita ir a algún lado? puedo llevarlo.
-Gracias Emi, pero él vive aquí.
-Ah, pues andando entonces- le abrió la puerta para que subiera y después rodeó el auto para subir también.
-¿Y cómo está eso de que tus amigos andan leyendo tus mensajes?- preguntó cuando el auto estuvo en marcha.
-Ah, eso- su voz sonó nerviosa- no es que anden leyendo mis mensajes, solo que Andi tiene mi contraseña y pues, llegó el mensaje y bueno tal vez me avisaría y estaba en el baño, luego pues luego solo lo olvidó y...
-No estoy entendiendo nada- dijo acompañado de una pequeña risita- pero supongo que igual no debería estar preguntando estas cosas, no me tienes que dar explicaciones de nada Joaco.
-G.gracias.
El resto del camino estuvieron en silencio. Cuando llegaron a la privada donde Joaquín vivía, este no bajó, Emilio tampoco. Estaban mirando al frente como pensando en qué hacer ahora. El castaño fue quien cortó el silencio.
-Andi fue mi novio.
* * * * * ¡Hola! ¿Cómo están?
Me tardé mucho porque pues ya saben que ando cerrando semestre:( ¿ustedes tienen clases online?
Por otro lado, les quiero dar las gracias por estar aquí leyendo esto, espero que el capítulo les haya gustado. (¿Les gustó que haya puesto la imagen del chat?)
Quejas y sugerencias aquí.
Les mando un chorro de besos y mucho, mucho amor💜
¡Nos leemos pronto!
Pd: ¿Sabían que soy bien masoquista, me encanta leer historias con drama y llorar? Pues así soy, así que si conocen o tienen alguna historia así, les agradecería mucho que me la recomendarán:)
