XXVIII

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"También te amo. No sé si es demasiado pronto, pero así es, te amo". Sonrió para después dar paso a un beso y luego otro. Besos, besos y más besos. También abrazos y mimos mientras estaban acurrucados uno a lado del otro en el sofá. Eso era lo que había sucedido después de compartir aquellas palabras con su novio y estaba feliz. Realmente feliz. Amaba a Joaquín y Joaquín lo amaba a él.

-¿Qué te tiene tan feliz?- habló Airam sacándolo de sus recuerdos de la noche anterior, mientras tomaba asiento a su lado.

-Cosas de la vida- contestó sin perder su sonrisa.

-Bueno, me gustaría conocer a esa "cosa de la vida" que te tiene así de feliz.

-Quizá pronto lo conozcas.

-¿Lo conozca? ¿así que es un chico?

-Sí- soltó un corto suspiro al recordar aquellos ojos cafés- pensaba traerlo hoy, pero ya lo hice salir de casa dos noches seguidas.

-Vaya, ¿así de serio es, que lo pensabas traer a un evento de la empresa?

-Ya sé, parece muy apresurado todo pero... no lo sé, es...

-No te estaba juzgando, sabes que me siento feliz por ti, pero ahora tengo más curiosidad de conocerlo y saber qué es lo que te tiene atrapado. Debe ser un hombre estupendo.

-Lo es, Joaquín es increíble.

Después de aquella charla con Airam, el evento dio inicio. El señor Briceño tomó el micrófono para dar la bienvenida a los asistentes, en su mayoría empresarios con los cuales tenían negocios y los principales donantes de causas benéficas, pues lo recaudado en la gala de esa noche, iría directo a una de las tantas fundaciones del anfitrión. En esta ocasión las aportaciones servirían para ampliar la casa hogar que había fundado a lado de su esposa, en la cual recibían a niños en situación de abandono.

-Nos complace anunciar la presencia de nuestro gran amigo y principal benefactor en "Mi casa, tu casa", Ricardo Gómez. 

Los presentes comenzaron a aplaudir cuando de la mesa del frente aquel hombre se puso de pie para caminar hacia el señor Briceño. Ellos se saludaron con un fuerte abrazo que demostraba su buena relación. Gómez era un hombre alto de casi cuarenta años, que aparentaba muy bien su edad, tenía el cabello oscuro con apenas unas canas adornando su cabellera, de piel blanca y ojos verdes. 

-Es un placer para mí estar presente esta noche, y quiero hacer de su conocimiento que en unos momentos se llevará a cabo una subasta ¿lo que pueden ganar? una semana en mi lujosa propiedad ubicada en Bahamas, todo pagado, por supuesto- los presentes se mostraron animados ante la revelación haciendo sonreír a Ricardo- pero recuerden, que lo importante esta noche es ayudar- guiñó un ojo al público para después entregar el micrófono a Briceño y regresar a su mesa. 

-Vaya, el señor Gómez ha sido generoso- comentó Airam.

-Un poco- dijo el rizado con desinterés.

La noche avanzaba sin percances, Briceño se había acercado a saludarlos en la mesa de empleados para después continuar con su recorrido. Emilio y Airam habían tenido la oportunidad de ponerse al día con los detalles de la reunión que tendrían a la mañana siguiente. Los Cohen habían sido los ganadores en la subasta, ganando una fabulosa semana en las playas del Atlántico y donando casi medio millón de pesos por ella. Estaba siendo una noche exitosa.

-¿Vendrá tu esposo por ti?

-No, tiene que quedarse con los niños. Pediré un taxi en un rato.

-Puedo llevarte si gustas, solo pasaré rápido al sanitario- Airam asintió agradeciendo con una sonrisa.

Caminó al otro lado del salón para ingresar a un pasillo que llevaba a los sanitarios, el lugar estaba solitario, la mayoría de los invitados habían comenzado a marcharse hacía media hora y los pocos que aún estaban en el evento platicaban en sus mesas con copas de vino en mano. Entró a uno de los cubículos disponibles para hacer sus necesidades, cuando terminó salió se acercó al lavamanos. Se miró al espejo mientras pensaba en que llevaría a Airam a casa, luego iría a la suya para tomar una ducha, le daría de comer a Brillito y después dormiría. Tal vez le llamaría a Joaquín, no estaba seguro de si el chico aún estuviese despierto. Entonces la puerta del baño se abrió.

-Emilio, pensé que no tendríamos oportunidad de hablar en toda la noche.

-Señor Gómez, buenas noches.

-¿Ya estamos con el señor Gómez de nuevo?- rió mientras se acercaba al rizado- ¿cuántas veces te tengo que decir que no es necesario?

-Ha sido muy generosa tu aportación esta noche Ricardo.

-Solo lo justo- dijo encogiéndose de hombros.

-El señor Briceño debe estar feliz de que no lo hayas dejado plantado como la vez pasada.

-Debo confesar que estuve a punto de hacerlo, pero tu llamada me convenció de no hacerlo.

-Solo hice mi trabajo- contestó mientras discretamente se alejó.

-¿Cuándo volveremos a vernos?

-No hay eventos cercanos programados. 

-Sabes que no me refiero a las fiestas de recaudación.

-Tengo que irme- sonrió como despedida, para luego dirigirse a la puerta que daba al pasillo.

-No tan rápido Marcos- el mayor lo tomó del brazo para impedir su huída- ¿No quieres recordar los viejos tiempos?

-Eso fue un simple desliz, nos encontramos, la pasamos bien y eso es todo, ambos lo sabíamos.

-¿Eso es un no?

-Escucha Ricardo, eso pertenece al pasado. Ahora estoy en una relación y...

-¿Y qué?- interrumpió mientras llevaba su mano libre al rostro del rizado- yo estaba en una relación cuando tú y yo nos encontramos en aquel bar y eso no importó mucho ¿o sí?

-Es mejor que me sueltes ahora.

-¿O qué?- Emilio no dijo nada, lo cual hizo reír a Ricardo- sé que también quieres- dicho esto lo besó.



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¿Quieren otro capítulo?

Si se juntan 50 votos y 50 comentarios hoy, actualizo mañana.

En caso de que no... pues nos leemos el próximo sábado. 

¡Les deseo un feliz fin de semana!

Les mando un chorro de besos y mucho, mucho amor

Danzón|Emiliaco|Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang