Danzón|Emiliaco|

XXXIII

Joaquín miraba a Emilio. Emilio miraba a Joaquín. Después del corto relato del rizado, ninguno dijo nada. Joaquín analizaba las palabras de su novio pero aún seguía sin entender a qué iba todo eso, así que repasó cada una de las palabras del mayor.

-¿Te acostaste con él? ¿aún sabiendo que tenía una pareja?

-Fue un error, lo reconozco. Pero en ese tiempo no me importaba nada. Yo era... diferente. Hasta que llegaste tú- Joaco negó.

-¿Y lo del domingo? ¿Querían recordar viejos tiempo?- sonrió melancólico.

-No, claro que no. Bueno...

-¡Ahg!- soltó frustrado el menor y se puso de pie. 

-¡Él! ¿ok? Él dijo que quería, pero yo le dije que no. 

Joaquín ya ni siquiera lo miraba, se dio media vuelta para ignorar a su novio. Al menos para ignorar su rostro y el dolor plasmado en él, porque para Joaco, Emilio no debería estar dolido, no fue a él a quien su novio le dijo que se besó con otro después de decirle que no existía nadie más que él y después de lo sucedido tiempo atrás con el tal Ricardo, no podía si no pensar en que...

-Te dije que fui al baño y él entró. Intercambiamos un par de palabras, él quería que nos reuniéramos como en las otras veces, pero yo le dije que no, que eso terminó. Él me jaló y me besó. Me besó a la fuerza, me empujó contra una pared y me acorraló- para ese punto Emilio ya había comenzado a sollozar, mientras intentaba retener las lágrimas dentro de sus ojos- Yo, yo no sabía que hacer, tuve miedo, él es más grande que yo. Comenzó a tocarme, a restregarse contra mí, pensé que no tendría oportunidad de escapar y, y, yo solo atiné a morderle el labio. Lo mordí hasta que sangró, entonces se alejó de mí y yo huí de ahí- su respiración ahora era irregular, había comenzado a sudar.

-Emilio.

-No quería decirte esto por teléfono, precisamente para que no hubiera malos entendidos. Así que decidí esperar hasta vernos en persona. Hoy sería la primera oportunidad, pero en "Noche Amarga" no hubiésemos podido hablar y...

-Tranquilo Emi- el castaño se acercó para tomarlo en sus brazos. Lo abrazó con fuerza, sintiendo como la respiración de Emilio estaba cada vez más agitada, su cuerpo temblaba y entonces tuvo miedo- tranquilo- repitió y comenzó a acariciar su cabello. 

Estuvieron así por un rato, ambos volvieron a tomar asiento en el sofá. Uno a lado del otro mientras se abrazaban. El cuerpo de Emilio se relajó unos minutos más tarde y su respiración ahora volvió a ser normal.

-Joaco- habló- yo solo no quiero que pienses que estaba engañándote, yo te amo.

-Reaccioné así porque no sabía todo, pero ahora que lo sé, me arrepiento de casi creer que me engañabas con tu ex.

-No es mi ex.

-Bueno, con él- pausó- eres increíble Emilio Marcos. Gracias por aclarar todo, por tomar la decisión que tomaste, porque si me hubieses dicho algo de esto por teléfono hubiese enloquecido y no te habría dejado hablar.

-Te amo Joaco, nunca lo dudes.

-Yo también te amo Emi.

Había sido una noche intensa, con muchas emociones para ambos. Pero sabían que su relación no se vería afectada por simples mal entendidos. Siempre procurarían escuchar al otro antes de tomar decisiones arrebatadas o formular tontas conclusiones. Estaban a salvo, juntos lo estaban, porque contaban el uno con el otro.
El momento se vio interrumpido por el sonido del móvil de Joaquín. 

-Es Nicandro.

-Contesta, iré por un vaso de agua ¿quieres uno?- el menos asintió.

-Hola Nic.

-¿Cómo estás Joaco? ¿no se enojó Emilio en que fuiste? ¿ya cenaste? 

-Estoy bien, no se enojó y justo Emilio iba a pedir hamburguesas para cenar- dijo mirando a su novio que le entregaba un vaso de agua, para después hacer una seña militar y tomar el teléfono para ordenar hamburguesas.

-Bien, me quedo más tranquilo. No olvides llegar antes del medio día a la casa.

-Sí mamá- se burló el castaño.

-Lo digo enserio Joaquín o hablaré con tu madre.

-¿Eso es todo? ¿O necesitas algo más?

-No, es todo... ah Joaco, no olvides usar protección- gritó lo último y después le colgó.

Emilio rió, se había sentado a lado de Joaquín cuando terminó de pedir la comida y claro, había alcanzado a escuchar lo último de la conversación entre su novio y su amigo.

-Está loco.

-Yo lo estoy más- dijo- pero por ti.

Joaquín tomó el cuello de Emilio para atraerlo a él y besarlo. Quería besarlo toda la noche si le fuera posible.

*
*
*
*
*
[Maratón 3/3]

Esto se descontrolóooo

¡Gracias por acompañarme en un maratón más de esta historia!

Espero que les haya gustado mucho, una disculpa si no fue lo que esperaban.

¡Nos leemos el próximo sábado!

Que tengan un feliz fin de semana:)

Les mando un chorro de besos y mucho, mucho amor💜