No apuestes al amor (#2 Amores y Apuestas)

29. Ganador

Ada:

—Más despacio... más despacio. —Pide Tristan, mientras Keith y Broddy intentan subir la batería a la camioneta del tío de Broddy. —Ten cuidado con mi chica.

Brianna rueda los ojos. —Hombres.

Dibujo una sonrisa en mis labios, finalmente Keith y Broddy dejan la batería y ambos bajan

—¿Ves que no hay ningún rasguño, exagerado? —Le pregunta Broddy.

Brianna niega con la cabeza, me acerco a Keith, quien está comprobando el peso de la batería sobre la camioneta.

—¿Todo bien?

Asiente con la cabeza.

Se gira hacia todos.—Hora de irnos, Art Warrriors.

Los chicos lanzan un alarido, me giro hacia mi casa y observo la ventana.

—¿Barbie?.

Para cuando Keith me llama, ya todos han subido a la camioneta, en los asientos traseros y Keith es único, fuera y esperando por mí.

—Tenemos que irnos.

—Sí, lo sé. —Respondo y subo al igual que él.

(***)

House of Blues es un bar restaurante en Cleveland, lo suficientemente grande para poder ser el escenario se nuestra presentación y la guerra de Bandas.

El escenario es bastante grande y más de uno de los chicos está emocionado por tocar, aunque por mi parte, por ciertos momentos me aterra el lugar desde adentro, exactamente por como está construido, si bien es bastante espacioso del escenario hacia las mesa de los consumidores y donde se encontrará los tres jurados, los tres pisos en el local, al estilo balcones de un musicales en Broadway me ponen nerviosa porque desde el escenario puedes visualizar las caras de esas tres secciones mirándote hacia donde quiera que levantes la mirada.

Trago saliva.

—¿Barbie?

—Estoy bien. —Respondo.

—¿Nombre?. —Nos pregunta uno de los trabajadores del evento, lleva una carpeta en mano, donde coloca sus anotaciones.

—Art Warriors.

El comprueba nuestro nombre en la lista.

—De acuerdo, serán el grupo 13 en salir, Art Warriors. —Nos indica. —¿Trajeron sus instrumentos propios?

—Sí, los tenemos en la camioneta. —Y donde dejamos a Tristan, quien se negó a dejar a su "Chica".

—Bien, les mostraré su camerino y enseguida enviaré a que vayan por sus instrumentos., por aquí por favor.

Broddy se adelanta, junto a Brianna, ambos emocionados, aunque seguramente con los nervios de punta.

Siento la mano de Keith sobre mí, sus dedos se deslizan por los míos y al menos ahora, mis preocupaciones y mi pánico al escenario y a tanta gente, quedan atrás.