4. Familia en contra

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Ada:

Otra vez el ruido, recordándome que mi verano está totalmente arruinado.

Me quito los audífonos de golpe y salgo de mi habitación, llego a la Byron con el aviso claro de "No molestar".

Golpeo su puerta y el no tarda en salir, después de unos minutos.

No lleva camiseta y solo calzoncillos. La imagen más asquerosa que pueden presenciar mis ojos.

—¿Qué demonios quieres, Ada?

Sabia que lo de purificar tu alma solo era cuestión de un día.

—¿Por qué tardaste en abrir?. —Pregunto incrédula. —¿Qué rayos estabas haciendo?

Byron suspira y con una sonrisa, añade. —Masturbándome ¿Feliz?

—Eres asqueroso.

El mantiene su sonrisa. —¿Qué quieres, Ada?

—Dile a tu amigo el raro que le apague a su ruidito.

Luego de un suspiro, mi hermano, responde.—No.

—¿No?

—No, díselo tú, por algo tienes boca.

—Byron, no...

Me cierra la puerta en la cara.











(***)






—Ya que estas aquí puedes ayudarme a preparar la cena. —Dice mamá mientras adereza el pollo. —¿Qué sucede?

—Keith Fletcher ha regresado.

—Si. —¿Por qué sonríe?. —Me encontré a Jackeline en la misa, algo así escuché.. ¿No es genial?

¿Genial?

—No. No lo es, mamá. Su bulla llega hasta aquí.

—Se llama música, Ada y creo que lo hace muy bien.

—¿A ese ruido le llamas música?. —Pregunta papá entrando a la cocina.

—Lo ves, papá, me apoya. —Pronuncio yo y lo miro. —¿Y le dirás, no?

—¿Decir que?. —Papá se ve confundido.

—Que apague su ruido.

—Lo siento, cariño...pero esa propiedad no nos pertenece. No puedo pedirles eso. —Responde el. —Es su casa.

—Incomodan a los vecinos.

—Solo te incomoda a ti.—Interviene.

—A mi también, pero como estoy más tiempo en la oficina. —Sonríe el . —Y es a donde voy ahora mismo.

Besa a mamá en los labios y a mi en la mejilla, suspiro y le doy una mirada a mamá.

—¿Cuál es el problema, cariño? Creí que te gustaba.

—¿Gustarme ese raro?

—Si.

Siento vergüenza. —Eso es tiempo pasado.

—Ajamp! Entonces si te gustaba.

Me sonrojo. —Adiós.

Escucho la risa de mamá al subir las escaleras.









(***)








—¡¿Qué estas haciendo aquí?!. —Prácticamente chillón al ver a ese gato negro sobre mi cama. —Vete, vete...

No apuestes al amor (#2 Amores y Apuestas)Where stories live. Discover now