25. Canción

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Ada:

—¿No tienes nada que decirme?

Niego despacio y me acomodo sobre la camilla.

—Mamá...

—¡Ada!.—Aparto la mirada de mamá, para ponerla sobre el grupo que acaba de entrar.

Keith y todo Art Warriors.

Abro mucho los ojos.—¿Cómo es que los dejaron entr...

Detrás de ellos se encuentran unos enfermeros, quienes les piden que se retiren, mamá suspira y me da una mirada rápida.

—Tú y yo hablaremos después.

Ella razona con ellos, Keith llega hasta mí y me rodea con los brazos, los chicos se detienen detrás de él, a quienes le doy una mirada tranquila.

—Hey...—Keith se aparta para mirarme, sus ojos me examinan, tratando de entender todo, aunque aún no me ha dejado explicarme.

—Hola.

—Me preocupe, Byron dijo...

—Si.—Le interrumpo.—Ya me hice unos exámenes, pero estoy bien.

—Que alegría, Ada.—Brianna se siente aliviada, los chicos también.

Tristan, pregunta.—¿A qué crees que se deba?

Keith pone su mirada dura en mi.—¿No has estado descansando?

—Ambas presentaciones son esta semana.—Le recuerdo.—Debía esforzarme el doble.

—¿Al grado de poner tu salud en riesgo?.—Inquiere Keith, está enojado conmigo.—Ada.

—Keith.—Brianna lo detiene.—Creo que no debes atormentarla con preguntas, se desmayó.

—Sí, tienes razón.—Le interrumpe el.—El ensayo queda cancelado...—Abro los ojos y estoy a punto de negarme, Keith se gira hacia los chicos.—¿De acuerdo?

Ellos le dan la razón y solo espero que Art Warriors no se perjudique en la competencia final por mi culpa.






(***)







Si, fue el cansancio y mi prioridad al poner los ensayos por encima de mi salud.

Mamá está furiosa, papá intenta calmarla y mi hermano inútil hasta está preocupado por mí.

El día siguiente permanezco confinada en mi habitación, recibo llamadas de Brianna, que me quitan el aburrimiento y también de Keith.

Cojo el calendario, junto a mi comida y tacho el día de hoy, mis ojos van hacia el enorme círculo marcado alrededor del 16 de febrero.

—Solo cinco días más.

Dejo el calendario y voy a mi cama, a donde salta Noche, lo tomo en mis manos y acerco al gato a mí.

—Al menos te tengo a ti para acompañarme.

—¡Ada, la comida está servida!.—Gritan desde el primer piso.

No apuestes al amor (#2 Amores y Apuestas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora