8* Era uno, son dos

2.6K 405 246
                                    

Pasar tiempo con Samuel resultaba curiosamente tranquilizador para ambos chicos. 

Y sí, Willy pudo comprobar que Samuel era muy diferente a Vegetta, demasiado.

Era considerablemente más callado y tranquilo, no menos ordenado, pero sí menos controlador y menos gritón.

Y aparentemente Samuel era mucho mejor dando consejos. 

-Entonces... ¿Tienes problemas con tu pareja, porque esta tiene problemas con su autoestima? ¿Y no sabes que hacer?- El ojiverde asintió suspirando.

Se encontraban solamente ellos dos, Guillermo y Samuel, sentados en una explanada a las afueras del pueblo. 

-¿Y por qué tiene problemas de autoestima? Es decir... ¿Tiene que ver con su pasado, su familia o algo por el estilo?- Willy volvió a suspirar, recordando el motivo real de las absurdas inseguridades de su pareja, que era justo, e irónicamente, la persona a su lado.  

-No, nada de eso, es solo que... él cree que salía con un amigo nuestro antes de salir con él, y nuestro amigo es... ¿Cómo decirlo? Perfecto, en pocas palabras- Samuel no pudo evitar reírse, y Willy frunció el ceño -¿De qué te ríes?- 

-De tu explicación, lo siento, es solo que, si ese amigo vuestro fuera perfecto entonces estarías saliendo con él y no con tu pareja- Willy abrió la boca, sorprendido, pero Samuel siguió hablando -Además la perfección verdadera está sobrevalorada, si amas a una persona realmente dan igual muchas cosas, no importa el fisico, no importa el dinero, amas a una persona por lo que es y por como es, cualquier otro motivo no es amor, es interés o deseo carnal-

Permanecieron callados unos minutos, tiempo suficiente para que la cabeza del peli plateado se llenara de ideas y pensamientos. 

Esta versión es muy diferente al Samuel del que me hice amigo, o más bien del que era amigo ahora, ugh, esto es tan confuso... Pero esta persona es menos mandona y orgullosa, además de que no es controlador y obsesionado con las reglas... Y no construye, ni pelea... No es mi Samuel...

-¿Y si me lo presentas?- 

¿Qué? 

Samuel había vuelto a hablar, y miraba a Willy con una extraña alegría brillando en sus ojos, Willy conocía ese brillo, lo había visto millones de veces antes en aquel rostro, y quizá fuesen personas de actitudes distintas, pero sabía que Samuel tenía un plan. 

-¿Presentártelo? ¿Hablas de mi novio? ¿Quieres conocerlo?- Samuel asintió rápidamente, claramente emocionado. 

-Tal vez podría hablar con él, sé que no soy un psicólogo ni mucho menos, pero puedo intentar ayudar, además...- Willy pudo apreciar como el chico frente a él se sonrojaba y huía de su mirada -He vivido aquí durante muchos años y nunca tuve amigos hasta ahora...- 

Oh... así que es eso...  

-Supongo que puedo hacerlo... ¿Tienes mi contacto guardado verdad?- Samuel, sonriendo, respondió alzando su cristal y mostrando en un pequeño holograma el nombre de "Guillermo" seguido del emoji de una tortuga -Perfecto, te avisaré entonces con lo que suceda- 

Ambos se levantaron en silencio y se despidieron tranquilamente, cada uno yéndose a un lado distinto; Samuel se iría a su casa a pasar allí el resto del día, pero Willy iría con Luzu, tenía un trato que cumplir y una nueva pregunta que hacer.

El calor de la lava resultaba extrañamente agradable mientras esperaba pacientemente a que Luzu le abriese la puerta, podía sentir el marcado olor de uva fermentada viniendo de dentro de las murallas negras, por lo que Willy pudo deducir que seguramente Luzu estaba haciendo más vinito barato.

Un mensaje después pudo escuchar como alguien se acercaba a la gran puerta y esta se abrió mostrando al dueño de aquellos terrenos. 

-¡¡Willy!! ¿Qué sucede? ¿Le paso algo a Samuel?- 

Samuel...  

A Willy le resultaba todavía muy extraño el como parecía que Luzu se había acostumbrado a que Samuel y Vegetta fueran dos personas completamente distintas...

-No, no, él está bien, acaba de irse a su casa, vine por otra cosa ¿Puedo pasar?- Luzu asintió y le permitió pasar con una sonrisa y la curiosidad brillando en sus ojos.

-Estaba ocupándome del vino en este momento ¿Quieres ayudarme? Te regalaré una botella si gustas- Esta vez fue Willy quien solo asintió y sonrió. 

Caminaron en silencio hasta el sector de patio que Luzu ocupaba para fabricar su famoso vino y, con el embriagante aroma de las uvas fermentadas, se pusieron manos a la obra.

-Luzu, tú... ¿Crees que pueda presentarle a Fargan a Samuel? ¡No me mires así!- Luzu lo miraba con los ojos completamente abiertos en sorpresa -No fue mi idea... es Samuel, le conté sobre Fargan y los problemas que estamos teniendo, me dijo que quería conocerlo y ver si podía ayudar, parece emocionado por tener amigos-

-Emocionado por tener amigos... debo admitir que en toda mi vida, y a pesar de todas las cosas que vivimos, jamás pensé que viviríamos algo como esto- Luzu suspiró, sabiéndose observado con confusión por Willy. 

-¿"Algo como esto"?- 

-Si, ya sabes, todo esto, el deseo de Vegetta, la pérdida de memoria, conocer a... bueno, a Samuel... de alguna manera se siente tan extraño y sin embargo todo sucede de forma tan normal... olvídalo, seguramente crees que estoy dramatizando- Luzu suspiró, deteniendo inconscientemente todas sus acciones.

Willy sonrió con comprensión al verlo -De hecho, me sorprende lo bien que estás llevando todo, debo admitir que me sorprendió mucho tu reacción cuando nos dijeron lo de Vegetta, no creí que alguien se alteraría tanto, y en caso de, creí que sería yo y no tú o Alexby-

-Vegettita siempre fue muy importante para mi, yo siempre fui Mami Luzu para todos, pero él fue la única persona que decidió regresarme aquello, era algo así como Mami Vege para mi, o más bien un padre- Luzu rió suavemente al imaginar eso -Papi Vege, dioses- Luzu volvió a reír, sonrojándose un poco, y Willy rio con él -Siempre tenía esa extraña aura de paternidad/maternidad con él, lograba que me sintiera feliz cuando lo hacía sentir orgulloso... debió de tener buenos padres...-

-De hecho es todo lo contrario- murmuró Willy con expresión ensombrecida.

-¿Qué?- Luzu miraba a su compañero sorprendido con la confusión presentándose en su rostro.

-A eso vine... venía a cumplir mi parte del trato, a contarte el pasado de Vegetta...-

-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No Puede RecordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora