Samuel podía parecer completamente tranquilo para cualquiera que lo mirase, pero su cabeza se llenaba de pensamientos que se sobreponían unos sobre otros: ¿Qué había pasado exactamente? ¿Cómo había acabado todo así? ¿Por qué había pasado? ¿Por qué nadie le había dicho nada?
Simplemente ¿Por qué?i89
Estaba decidido a obtener la respuesta, y Rubius no tenía otra opción más que dársela ahora. Cuando llegaron al interior de su terreno, al interior de su isla, al interior de su casa, Samuel se giró y le indicó a Rubius que se sentase frente a él.
-Quiero que me digas absolutamente todo, todos los detalles, cualquier cosa, sobre cómo pasó esto-
Rubius se removió en el sillón, claramente incómodo, pero inspiró profundamente y comenzó a hablar -Nosotros, eh... estábamos pasando por un montón de problemas, si has hablado con los otros estoy seguro de que ya lo sabes, y de hecho no sé cómo están ahora....-
-Rubius...- Samu suspiró al ver como el otro comenzaba a divagar.
-Ha pasado un tiempo, seguro que han cambiado algunas cosas, quizá ya solucionaron sus cosas...-
-Rubius...- Intentó nuevamente, sin éxito.
-A lo mejor después puedo enviarles un mensaje y ver si...-
-¡¡Rubius!! ¡¡Céntrate chaval!!- Gritó finalmente, cortando el desvió del héroe.
-Si, si, lo siento... vale, entonces... pues eso, estábamos pasando por algunos problemas y tú, bueno, Vegetta tú, eras el líder y un amigo muy preocupado, así que intentaste ayudarnos a todos, y digamos que lo intentas en serio, cómo... muy insistentemente-
Por el tono nervioso del chico frente a él, Samuel ya podía sentir que iba a decir después.
-Y nosotros somos muy tontos, tontísimos, de verdad muy bobos y...- El oji morado se apresuró a interrumpirlo con un "Rubius, al punto" que el otro captó rápidamente -Ci, ci, lo siento, bueno, nosotros no pudimos apreciar lo que tu hacías, queríamos soluciones para nuestros problemas pero no queríamos aceptarlas de ti, así que tu insistencia nos comenzó a irritar-
Rubius volvió a inspirar profundamente, manteniéndose en silencio durante unos segundos para intentar calmarse. Samuel aprovechó ese momento para dirigirse rápidamente a la cocina en busca de dos vasos con agua. Mantuvo el suyo en su mano derecha y con la izquierda dejó el otro vaso frente al chico con la sudadera. Rubius bebió un gran trago de agua antes de volver a hablar.
-Al final nos reunimos todos en una parte del pueblo y comenzamos a hablar sobre temas al azar, tú no estabas allí, no sé que estabas haciendo en ese momento honestamente, y bueno, surgió el tema de tu insistencia y empezamos a comentar que estabas siendo muy pesado y tal, que no debías meterte donde no te llamaban, ya sabes, fuimos unos idiotas-
-No lo sé, no lo recuerdo- Respondió con el ceño fruncido. Ante la respuesta Rubius se mostró sorprendido y luego hizo una mueca, dándose cuenta del pequeño error -Continúa-
-Lo siento, yo... vale, sigo, nosotros comenzamos a hablar, y lo siguiente que pasó no lo sabemos con exactitud, es solo una conjetura de Merlon, pero tú te acercaste, mataste a un monstruo, no sé si antes o después de escucharnos, nos escuchaste y regresaste a tu casa- Se detuvo de nuevo, bebiendo otro trago de agua -Resulta que ese monstruo que mataste era el número 10.000, y resulta también que eso es muy difícil de conseguir, casi un hito creo, por lo que cuando un héroe logra ese número los dioses le conceden un regalo...-
Rubius se volvió a callar y Samuel se quedó pensando.
¿Un regalo? ¿Qué clase de regalo podía hacer algo así?...
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No Puede Recordar
FanfictionNo fue un accidente, sino un deseo, el causante de todo esto. No fue una traición, sino varias, las causantes de todo esto. No fue cualquiera, sino Vegetta, el responsable de haber perdido la memoria. El mejor héroe de Karmaland, el fanático de lo s...