No Puede Recordar

5* A empezar de nuevo

Luzu miraba nerviosamente el pequeño dispositivo de héroes en su mano, aquel pequeño objeto que les permitía mensajearse con sus demás compañeros, tener un inventario en donde guardar cosas y demás, aquello que solo portaban los héroes. 

El aparato en su mano, que se asimilaba a un cristal, reflejaba el sol de manera burlesca, quería romperlo, tirarlo, lo que fuera, pero no podía, no era suyo después de todo, era de Vegetta. 

Lolito se lo había pasado el día en que llevaron a Vegetta al hospital, y Luzu lo guardaba con cuidado, esperando el día en que su amigo despertase para poder devolvérselo. Jamás se imaginó que algo como lo que pasó sucedería. 

Así que, mientras lo miraba fijamente, recordaba la conversación que habían tenido, recordaba la decisión a la cual habían llegado. 

-Él no debe recordarnos- El comentario suavemente dicho por Rubius detuvo toda discusión que se llevaba a cabo -No lo merecemos, no hacemos más que herirlo y molestarlo, siempre le desobedecemos y lo hacemos enfadar, y sin embargo él sigue ahí para nosotros, siempre... No creo que sea buena idea que nos recuerde, no valemos la pena en realidad- 

-Pe... pero... es nuestro líder- Susurró Fargan por lo bajo, pero aún así Rubius lo escuchó. 

-¡¡Willy puede liderar!! ¡¡Ha sido amigo y compañero de Vegetta durante muchos años!! ¡¡Lolito puede liderar!! ¡¡Algo tuvo que haber aprendido luego de ser alcalde!! ¡¡Luzu puede liderar!! ¡¡Todos sabemos que lo haría muy bien!! ¡¡Incluso Alexby puede liderar!! ¡¡Es jefe de policía después de todo!!- Ignoró el "¡¿Cómo que incluso?!" de su amigo más pequeño y siguió hablando -¡¡Cualquiera de nosotros puede liderar si se lo propone!! ¡¡Por esa misma maldita razón somos tan inmaduros en las misiones!! ¡¡Todos podemos, pero nunca estamos en la necesidad de liderar nada porque Vegetta siempre está ahí para ayudarnos!!- La sala se sumió en silencio.

-¿Entonces qué? ¿Realmente tu idea es que dejemos a Vegetta simplemente como está? ¿Quieres que aceptemos la idea de que simplemente nos olvide para siempre? ¿Qué lo veamos pasear por el pueblo sin que nunca nos reconozca? ¿Eso es lo que quieres?- Guillermo Díaz, Willy para sus conocidos, el mejor amigo de Vegetta, miraba a Rubius con una clara expresión de enfado, aunque a este último no le importaba, parecía decidido. 

-Si, eso es exactamente lo que quiero- Los miró a todos en la sala -Siempre nos apoyó, nos cuidó y nos quiso, y aún así fuimos capaces de hablar mal de él a sus espaldas ¿Alguien como Vegetta se merece eso?- Los chicos negaron con la cabeza, varios de ellos apretando la mandíbula -Ok, entonces ¿En serio seremos tan dependientes y egoístas como para hacerle recordarnos solo por que nunca nos hemos manejados y liderados solos?- Volvieron a negar con la cabeza -¿Entonces?-

-Tienes razón- Alexby levantó la mirada, con lágrimas cayendo silenciosas por su rostro -No podemos hacerle eso, Vegetta no puede recordar-

No hubo más discusión después de eso, nadie alzó la voz para decir nada más, simplemente bajaron la cabeza y aceptaron la idea de que su amigo jamás debería volver a recordarlos. Pero Luzu no podía simplemente dejarlo así... 

Le habían dicho que Vegetta no debía recordarlos, pero nadie le dijo que no podían hacerse amigos de nuevo, así que técnicamente estaba permitido hablarle ¿Verdad? 

Su plan era sencillo, había re-programado el dispositivo, eliminado todos los números de sus compañeros, manteniendo registrado solo el suyo, había ordenado también el inventario, para inventarle alguna excusa o algo al momento de entregárselo; Tenía todo planeado, solo le faltaba una cosa, lo más importante, el sujeto. 

Levantó rápidamente la mirada del dispositivo cuando escuchó un pequeño silbido que se le hacía familiar, frente a él, caminando tranquilamente por el pueblo, estaba Vegetta. 

-Gracias dioses por esta oportunidad- Susurró antes de dirigirse velozmente a su amigo sin memoria completa -¡¡Hey, oye!! ¡¡Samuel!! ¿Te llamabas Samuel no?- Soltó una risa nerviosa, no era muy bueno mintiendo cuando estaba ansioso.

-¿Eh? Ah, eres tú, el chico de la otra vez- Si aquel comentario le hirió, no lo hizo ver -Escucha, si sigues creyendo que soy ese tal Vegetta será mejor que no me hables ¿Vale?- Ouch, Vegettita no era tan serio... Pero este no es Vegettita. 

-Si, no, sobre eso... quería pedirte perdón, es solo que... perdimos a alguien muy importante para nosotros, se llamaba Vegetta y en realidad tienes un gran parecido físico... Yo solo... Vine a traerte algo en señal de disculpa- Samuel lo miró extrañado y con una ceja alzada, pero al menos no se había ido. Luzu aprovechó y sacó de su bolsillo el dispositivo -Ten, es para ti- Se lo puso en la mano. 

-¿Qué es esto?- El oji morado miró el cristal con ojo crítico, a Luzu se le apretó el corazón. 

-¿Qué es esto Vegetta?- Mostró el extraño cristal en su mano. 

-Oh, eso es lo que tienen todos los héroes, podemos comunicarnos a través de mensajería o llamada, cumple con las funciones básicas de un celular, muestra la hora y todo, incluso las coordenadas, y además tiene una cosa llamada "Inventario", en ella puedes guardas las cosas que tengas, podrás llevar muchas cosas encima sin que te pesen en realidad, y ahora que eres un héroe necesitabas uno, así que te lo conseguí, tienes mi contacto guardado por si ocurre algo, también el de Willy, Frank y Alexby... Bienvenido a Karmaland compañero- 

Aquel día le habían celebrado una fiesta de bienvenida en la casa de Vegetta, el chico de ojos morados había hecho de todo para que Luzu se sintiera cómodo y en casa, le había dado armas, le había enseñado a disparar, lo había protegido y lo había apoyado... Sacudió su cabeza para despejar sus dolorosos pensamientos, Samuel lo miró extrañado. 

-Es como un celular, tiene mi contacto registrado para que puedas mensajearme o llamarme cada vez que quieras, solo por si necesitas ayuda o algo, además tiene una cosa llamada inventario, te permitirá guardar muchas cosas sin que te pesen, confió en que aprenderás a usarlo fácilmente- Se miraron durante unos minutos en completo silencio.

-¿Cómo te llamas?- La pregunta lo tomó por sorpresa. 

-¿Qué cosa? Ah, Luzu, quiero decir, si, no, no me llamo Luzu, es decir, si me llamo Luzu pero...- La mirada de extrañeza y la pequeña sonrisa en el rostro de Samuel lo hicieron sonrojar de vergüenza -Me llamo Borja, Borja Luzuriaga, pero prefiero que me digan Luzu- La risa del oji morado fue un bálsamo para su alma. 

-Un gusto Borja, yo soy Samuel, Samuel de Luque, y lo siento, no te diré Luzu, no me gustan los apodos, pero realmente espero que eso no nos impida llevarnos bien- Samuel le tendió la mano, esperando con una sonrisa. 

-Puedes llamarme Borja, yo también espero que nos llevemos bien- Y los dos sonrieron.