Capitulo 20

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En el momento que mis labios tocaron los suyos sentí una electricidad recorrer todo mi cuerpo, mi corazón empezó a festejar como loco.

Sus labios son suaves y se sienten algo fríos, la beso con delicadeza y con ternura, la saboreo porque esto es un momento con el que soñé y quisiera que esto fuera eterno.

Sube sus manos de mi pecho a mi cuello, me agacho un poco más por la gran diferencia de estatura que tenemos. Mis brazos van a su cintura y la pego más a mi cuerpo queriendo sentir más de cerca su calor.

Mi lengua acaricia un poco su labio inferior mientras nos besamos al mismo ritmo un poco desesperado.

Subo una mano por su espalda y la otra se mantiene en su cintura mientras ella se sostiene de mis hombros. Nuevamente pegó su espalda a la pared, el oxígeno nos está faltando pero yo no quiero apartarme de ella, esperé mucho por esto y ahora no quiero dejarla ir.

La velocidad del beso disminuye hasta que nos detenemos, pero no nos apartamos, ella pega su frente a la mía y yo me mantengo con los ojos cerrados.

—Para ser una niña besas malditamente bien—susurro tratando de regular mi respiración, hace calor de repente.

—Entonces debes saber que acabas de besar a una niña y puedes ir preso por ser mayor de edad—la escucho decir, abro mis ojos y veo sus labios un poco abiertos, le sonrío con cierto toque de felicidad.

—Vale la pena correr ciertos riesgos—miro sus labios un poco rojos— y puedes estar segura de que no me arrepentiré—informo en caso de que quiera denunciarme, no espero más y la vuelvo a besar.

Esta vez sólo es un beso de unos pocos segundos, me aparto de ella con miedo a que la cosa suba de nivel. Alza la mirada y poco a poco nos sonreímos mutuamente, tomo su mano y la jalo haciendo que quede pegada a mi cuerpo, luego la abrazo. Está de más decir que de seguro ella siente y escucha los rápidos latidos de mi corazón.

Beso su cabello teniéndola abrazada, no la quiero soltar.

—Ya estás aquí, ¿qué tal si vemos una película?—la escucho preguntar y se aparta de mí.

—Claro—acepto—, así aprovechas para darme de tus gomitas y papitas—ella ríe.

—Terminaste saliéndote con la tuya—bromea, sujeta mi mano y empieza a subir las escaleras.

—¿Dónde está tu mamá?—pregunto cuando entramos a su habitación, no está fría pero tampoco caliente, la temperatura es normal.

—De seguro en el hospital—se sienta en la cama y yo cierro la puerta, con seguro por si acaso, me acerco y me siento en la orilla de la cama. Sobre esta hay algunas bolsas de gomitas y sólo dos de ruffles, ¿acaso se comió todo lo que compró?

»No te quedes ahí, ven—ordena, quito mis tenis, dejo mi gorra sobre la mesita y subo a la cama para sentarme a su lado.

—¿Qué vas a poner?—pregunto destapando una de las ruffles.

—Lo primero que encuentre—se recuesta de la cama, yo hago lo mismo comiendo de las papitas.

—¿Romance?—ella niega—. ¿Comedia?—afirma con la cabeza.

—¿Y si mejor—me mira y se calla al verme comiendo sus papitas—. ¿Pretendes comerte todo tú solo?—me mira seria, yo mastico lentamente y termino riendo.

—¿Quieres?—se la extiendo, la arrebata de mis manos y pone su laptop en mis piernas. Checo la pantalla viendo las películas que ha elegido.

—Elige la que quieras—dice, reviso todo viendo como todas las películas son de...

Un amor inolvidable |#2|✔️Where stories live. Discover now