Capitulo 17

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Manuel y Dante no se callan mientras Hairon parece estar con la mente en cualquier lugar menos aquí. Creo que el motivo de eso es porque sigue peleado con su hermana y haciéndole la ley del hielo.

Los otros dos, siguen hablando y riendo sin importarle que la profesora esté escribiendo en la pizarra.

—¿Entonces estás saliendo con ella?—escucho que pregunta Dante y los miro, Manuel parece pensarlo teniendo una sonrisa en su rostro.

—Salir como pareja no, hemos salido pero como amigos—explica, aún con esa sonrisa.

—¿Y ya tuvieron sexo?—hundo mis cejas ante la pregunta de Dante.

—¿Para qué demonios quieres saber eso?—pregunto y ambos me miran.

—Yo también quiero saber para qué quieres saber—le dice Manuel, Dante rueda los ojos.

—Ali es como mi hermana, aunque nos vivamos matando siempre vivo chequeando los chicos con los que anda—aclara, yo dejo de mirarlo y vuelvo a mi clase.

—Ah, pensé que te la querías coger—escucho que le dice Manuel, ¿este tipo no sabe decir las cosas con delicadeza?

—Por favor, es un asco sólo pensar en eso—le responde Dante, nuevamente levanto mi cabeza para mirarlos.

—¿Asco? Pero si ella es linda, está buena, tiene bonita personalidad—alzo una ceja.

—No se trata de eso—miro a Dante, tiene una expresión de susto en su cara—, se trata de que darle aunque sea un pequeño beso sería asqueroso, sería como besar a mi hermana—pone una mueca de asco.

—Entiendo que la cuides como una hermana pequeña—empieza a hablar Manuel—, yo tampoco querría que ningún chico se aproveche de mi hermana, ni que le ponga cachos y mucho menos, la trate como segunda opción. Es más, desde que cumpla los diez años me compraré una pistola para espantar a todo el que se le acerque—informa, Dante se ríe y Manuel pone una expresión seria, cualquiera que lo ve.

—¿Quieres decir que no quieres que le hagan a tu hermana lo que tú le haces a las chicas?—finjo dudarlo, él me mira mal y Dante ríe más fuerte.

—Desde un principio les digo cuáles son mis intenciones, que ellas no puedan resistirse a mis encantos y terminen enamorándose son sus problemas—pero que modesto me salió el muchacho.

Suelto una pequeña risa y miro al frente, Hairon parece copiar lo que la profesora escribe en la pizarra que por cierto, es mucho. Él ha estado muy callado, sólo habla cuando le preguntamos algo pero nada más. Sé el motivo de sus pensamientos y quizá yo pueda hacer algo.

Cierro el cuaderno en el que estaba escribiendo y me levanto de la silla, siento la mirada de algunos en mi me espalda pero no me importa.

—Profesora—la llamo cuando estoy frente a su escritorio.

—Dígame—pide sin voltear a verme.

—¿Puedo ir al baño?—esta vez si me mira.

—Estamos en la última hora, ¿no puede esperar la salida?

—No—pongo una mueca de dolor—. Es urgente, porfa—parece pensarlo.

—Bien, vaya sin la mochila—dice, volteo sobre mis talones y veo a los chicos mirándome.

Salgo del salón y camino directamente a la biblioteca. Hoy es viernes y sé que ella tiene la hora libre, también sé que le gusta dormir en la biblioteca.

Cuando llego, entro en completo silencio y así mismo camino entre los estantes de libros pero ella no está. Si no está aquí lo más probable es que esté en la cafetería o en el patio. Antes de salir, la bibliotecaria me mira sospechosa pero no dice nada.

Un amor inolvidable |#2|✔️Where stories live. Discover now