Clímax [ROMANCE 1] [COMPLETA✔️]

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐃𝐢𝐞𝐜𝐢𝐨𝐜𝐡𝐨

ʀᴏᴍᴀ

 —No me pondré esto — Me voltee a ver a Erik.

— ¿Qué tiene? Es lindo, te ves linda.

Le di una mirada incrédula.

Conseguir un vestido para la cena con sus padres de esta noche se está volviendo un poco difícil ya que él no me dejaba elegir, y todas sus opciones era muy atrevidas.

Era el quinto vestido ya.

— Quiero estar presentable, Erik, no lucir como una prostituta... ¿Puedes dejar el teléfono un segundo y prestarme atención?

Empezaba a molestarme su ausencia. Me hizo caso y dejo su teléfono.

— Te ves bien, cariño.

— Es muy revelador.

Se levanto y se me acerco, lo mire de reojos.

— ¿Te enojaste?

— ¿Cómo no hacerlo? — Le dije tajante. — No me estas prestando atención, y no pretendas que sí, porque te llevo observando toda la mañana, Erik.

— Si, lo sé, te pido disculpas.

Me atrapo entre sus brazos a pesar de que me resistí, beso mi mejilla susurrando disculpas por segunda vez.

— Si no estás de acuerdo con mis elecciones, tú puedes elegir uno de tu agrado y que creas que sea conveniente.

— Estoy cansada — murmure.

— Bien, pero necesitas un vestido, elije uno rápidamente y podremos irnos al hotel para que descanses antes de la cena, ¿te parece?

Asentí en respuesta.

Me aleje paseándome por los percheros, buscando algo que llamara mi atención. Tome uno blanco de mangas largas y holgadas de encaje, escote recto y un largo adecuado. Fui al probador y me lo probe rápidamente, quedando a gusto con mi decisión.

— Ya está — le dije para llamar su atención.

Saco los ojos de su teléfono y me siguió hasta la caja registradora. Deje el vestido para que el pagara, tomo la bolsa y nos dirigimos a la salida.

Una vez fuera subimos al auto para irnos al hotel y poder descansar.

Habíamos paseado por Roma toda la mañana, Erik me llevo a lugares muy bonitos, a los lugares que más le gusta visitar cuando viene de visita, estaba más que enamorada de este lugar, todo era tan diferente a lo que estaba acostumbrada.

Poco minutos después llegamos a la habitación del hotel. Dejé mis cosas a un lado, me metí al baño para tomar una ducha y me vestí con mi pijama.

— Has estado muy distraído todo el día — le dije mientras aplicaba loción en mis brazos y piernas.

— He tenido mucho en que pensar.