Clímax [ROMANCE 1] [COMPLETA✔️]

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐎𝐧𝐜𝐞

ᴜɴ ᴘᴏᴄᴏ ᴅᴇ ᴛɪ

 Habíamos pasado toda la tarde en la piscina, charlando y riendo. Ha decir verdad, hablar con él era en cierto modo relajante, hablaba con calma, relajado, y eso lo transmitía. Su tono de voz era suave, muy calmado. Era muy fácil tener una conversación con él, como si nos conociéramos de hace mucho tiempo.

El sol ya comenzaba a ocultarse, dejando el cielo de un color anaranjado muy hermoso, decorado por las nubes blancas.

Mientras su cabeza estaba recostada sobre mis piernas, yo acariciaba su húmedo cabello. Hace un buen rato que estábamos así, en total silencio, y por más que quisiera quedarme y seguir mimándolo, tenía que irme porque ya se hacía tarde y mañana tenía clases de la universidad.

— Li — musite. Sus ojos vieron los míos. — Ya debería de irme.

Frunció las cejas en una expresión apenada.

— No te vallas, puedes quedarte.

Se alejó y salió del agua.

— Liam...

— ¿Qué sucede?

— Mañana tengo clase y debo descansar, no puedo faltar.

Saqué mis pies del agua y me puse de pie. Se acerco a mí y me cubrió con una tolla.

— Eso no es problema, podrías quedarte y en la mañana podría llevarte a tu casa, esperar a que te alistes y luego te puedo dejar en la universidad.

Solté una respiración pensada. Lo tenía todo planeado, y no parecía mala idea, porque siendo sincera si me quería quedar con él.

— ¿Está bien? — Pregunto esperando mi aprobación.

— Sí.

Tomo mi mano y me llevo dentro de la casa, cerrando la puerta de cristal.

— ¿Tienes hambre?

— Un poco.

— ¿Pedimos algo de comer? ¿Te parece?

— Esta bien.

Sin soltarme me llevo consigo hasta su habitación, la cual estaba iluminada por una luz tenue.

— Puedes ducharte.

Soltó mi mano, me adentre al baño y me quite todo lo que traía. El baño era muy elegante, aun lado había una bañera, colores oscuros mezclados con colores claros, le daba un toque de lujo, diría yo.

Entre a la ducha la cual no tenía puerta, mire hacia arriba observando la regadera que estaba sobre mí, presione el botón plateado que tenía una marca roja, agua caliente cayó sobre mí. Era relajante en la manera en la que el agua caía suavemente, y aunque era tentador quedarse más tiempo, salí en cuanto terminé. Tome una toalla seca de la estantería que estaba justo al lado, quite el exceso de agua de mi cabello y luego seque las gotas de agua de mi cuerpo. La envolví alrededor de mi para cubrirme y luego regresar a la habitación.