Después | Sebastini

Capítulo 24

Cuenta Tini
Un mes después
Hoy es 13 de Noviembre, oficialmente se cumplen 10 meses desde aquel día.

~FLASHBACK~
Él estaba en shock con la mirada congelada y los ojos hacia el frente. Yo gritaba su nombre al mismo tiempo que Carola gritaba el mío. Nos movíamos tan rápido que todo fuera de las ventanillas parecía disperso. En ese momento muchas bocinas empezaron a sonar y me aturdiera por completo.

Recordé que mi hermana de apenas dieciséis años no tenía puesto el cinturón, y cuando giré para observarla solo pude ver su rostro lleno de miedo, pero luego escuché un fuerte ruido antes de quedar en blanco.

Todo eso pasó en tres largos segundos.
~FIN DEL FLASHBACK~

Sebas: ¿Por qué tenes esa cara?

Regresó a la cama desnudo luego de haberse lavado la cara en el baño.

Era la tercera vez en este mes que veníamos a este hotel. Su hermana ya se había ido de Buenos Aires, pero le agarramos el gusto a frecuentar este lugar. Supongo que nos ayudaba a convencernos de que esto es algo pasajero.

Deslizó la sábana hacia abajo para llevar su mano a mi pecho descubierto. Apoyó la mitad de su cuerpo sobre el mío haciendo que sintiera su erección a la altura de mi cadera, hizo un apretón con su mano y jadeé.

Tini: ¿Alguna vez escuchaste algo sobre "la culpa del sobreviviente"?

Dejé que sus manos viajaran por donde quisieran.

Sebas: No, pero puedo imaginarme de que se trata.

Mientras pronunciaba su respuesta no dejó de acariciar mis pechos desnudos, pero me miraba fijo a los ojos.

Tini: Las personas que sobreviven a una situación donde pierden a un ser querido pueden sufrir algún tipo de estrés postraumático y se culpan a sí mismos por no haber salvado a nadie.

Observé una de las paredes blancas de la habitación. Sebastian tomó mi barbilla y me hizo mirarlo.

Sebas: Basta, no fue tu culpa.

Tini: Ya lo sé, pero se siente como si lo fuese. Lizardo me dijo que...

Sebas: ¿Quién?

Tini: El psicólogo, fue una de las primeras cosas que habló conmigo. Sé que fue algo que yo no pude controlar, y por eso es que me siento tan impotente.

Acarició dulcemente mi brazo, se acomodó mejor entre mis piernas y coloqué mis manos en sus hombros, para luego subirlas por su nuca hasta llegar a su pelo.

Tini: Yo era consciente de que era feliz, pero no era consciente de que podía perder gran parte de esa felicidad en tres segundos.

Enredé mis dedos en su flequillo para peinarlo y me miró pensativo.

Sebas: ¿Qué es la felicidad para vos?

Me examinó el rostro con detenimiento.

Tini: Mi pasado.

Sé que era una respuesta algo dura y directa para Sebastian, pero yo estaba aprendiendo a sincerarme con él, y él estaba aprendiendo a conocer una versión de mí donde no existen prejuicios.

Sebas: ¿Tu felicidad es tu pasado?

Asentí.

Tini: Lo tenía todo.

Se apartó de mí y se acostó a mi lado.

Sebas: Yo creo que la felicidad no tiene nada que ver con esa fantasía de "lo tengo todo y no me hace falta nada".