Capítulo 22

948 48 18
                                    

Cuenta Tini
Una hora después salí de mi baño envuelta en una toalla luego de haberme dado una ducha, me vestí con ropa cómoda y me tiré en la cama con el celular en la mano. Tenía muchas cosas en la cabeza, y sentía un sin fin de emociones encontradas.

Abracé una almohada, me acurruqué y cerré los ojos recordando su olor, su voz, sus manos en mi cuerpo, su boca, su mirada, su respiración, su todo, hasta que sin darme cuenta me quedé dormida.

Desperté sobresaltada con un dolor en el pecho y con los ojos cristalizados. Volví a tener ese sueño donde Ricky aún estaba vivo, me pedía explicaciones de lo que había hecho con su mejor amigo y yo lloraba desconsoladamente mientras él me repetía una y otra vez que no me quería en su vida. El recuerdo de lo que había pasado en las últimas horas me golpeó como una cachetada y tuve un dejavú al sentir que las paredes de mi cuarto me miraban con desaprobación mientras negaban con la cabeza.

¿Por qué ahora se sentía tan mal cuando antes se sentía tan bien?

Me llevé las manos a la cabeza desesperada. No podía encontrar paz conmigo misma, estaba empezando a sentir un detestable ataque de ansiedad. Desbloqueé el celular y marqué el número de quien espero que sea la última persona en señalarme con el dedo.

Inhalé y exhalé profundo mientras escuchaba los tonos.

⭕️Llamada Telefónica⭕️
Cande: Hola Tinita ¿Cómo estuvo el cumpleaños de tu mejor amigo?

Luego de su pregunta irónica me quedé en silencio durante unos largos segundos.

Tini: Me mandé una cagada Cande.

Cande: ¿Por qué una cagada? Vos no estás con nadie. Ya te lo dije, no hay nada malo con que quieras continuar con tu vida amorosa, sexual o lo que sea.

Cerré los ojos con fuerza y me armé de mucho calor. Sentía lo rápido que me palpitaba el corazón.

Tini: Me acosté con Sebastian.

No respondió nada, pero podía imaginarme su mirada.

Tini: Y no sé con quien hablar.

Traté de contenerme pero la voz se me quebró.

Cande: Martina... ¿Qué mierda hiciste?
⭕️Fin de la Llamada Telefónica⭕️

En ese momento las miradas de las paredes se me hicieron más pesadas.

***

Los días pasaron y esa conversación con mi mejor amiga quedó ahí, atrapada entre esas paredes y sus miradas de desaprobación. Cande empezó a ser cortante conmigo, pero la entendía. Me acosté con el mejor amigo de mi difunto novio, eso no era cualquier cosa. Nos habíamos cruzado muchas veces en la facultad, pero nuestras charlas no pasaban de un simple saludo tanto de su parte como por la mía.

Yo no estaba lista para enfrentarla, y creo que ella se estaba conteniendo para no hacerlo conmigo. Esto tampoco estaba saliendo como yo quería, ya que mi intención era que se sentara a escucharme, no que me evitara. Por otro lado, con Sebastian solo habíamos hablado un par de veces por mensajes y por ahora no teníamos pensado volver a vernos, pero me tranquilizaba saber que las cosas estaban bien.

Fui a la oficina porque había salido temprano de la facultad, aunque en realidad preferiría estar en mi clase de boxeo, pero quería seguir ahorrando algo de dinero para poder pagarme un viaje al caribe con Cande en un futuro no muy lejano.

Me puse los lentes de leer cuando mis ojos cuando mis ojos me empezaron a picar después de pasar tanto tiempo con la vista en la pantalla de la computadora. Continué acomodando las cifras con sus fechas correspondientes en el programa de la computadora, pero esta era la versión nueva y no la entendía, lo que hizo que mi trabajo fuese más lento y frustrante. Era chistoso porque muchos pasaban por mi oficina para hacerme preguntas sobre el programa ya que soy la más joven, pero se iban con más dudas de las que ya tenían.

Jorge: Permiso.

Tocó la puerta abierta de mi oficina. Aparté mis ojos de la computadora por unos segundos para observarlo, ese traje gris le quedaba muy bien. El chico me sonrió de medio lado y entró a la oficina.

Jorge: ¿Cómo estás?

Tini: Más o menos.

Regresé mi atención a lo que estaba haciendo. Jorge se puso a mi lado y apoyó su brazo en el escritorio cuando se inclinó para ver lo que hacía. El fuerte olor de su perfume me hizo recordar a aquella noche cuando nos besamos luego de varios gin tonics.

En unos minutos me ayudó a resolver el problema que tenía en la hoja de cálculo y me enseñó una manera más sencilla de organizar la información. Estaba tan concentrada escuchando lo que mi compañero decía para poder recordar todo que no escuché el momento en el que Sebastian entró a mi oficina. Se aclaró la garganta y ambos lo miramos, se veía muy prolijo vestido con saco y corbata, como siempre que iba a trabajar. Jorge se incorporó y se cruzó de brazos.

Tini: Hola ¿Qué haces acá?

Estaba realmente confundida ya que habíamos quedado hacer lo posible para no cruzarnos ahí.

Sebas: Necesito algo.

Lo fulminé con la mirada.

Si, estaba enojada. Tenía muchas cosas pasando por mi cabeza y él lo sabía muy bien. Me sentía invadida y malhumorada.

Tini: Podrías haber llamado ¿Qué necesitas?

Regresé mi atención a la pantalla para asegurarme de que había guardado las modificaciones que Jorge me ayudó a hacer.

Sebas: Roberto necesita información sobre un cliente de ustedes ¿Me la podes pasar?

Jorge, que seguía de pie al lado mío, se movió incómodo, en cambio yo quise reír al escuchas esa excusa tan poco creíble. Las compañías de papá y Roberto siempre compartían información sobre sus clientes, pero no había necesidad de atravesar seis cuadras solo para eso. Miré la hora en la pantalla y por suerte ya eran más de las cuatro y media.

Tini: Podes llamar en la semana, ya terminó mi día.

Junté mis cosas que estaban sobre el escritorio sin mirarlo. Jorge se inclinó y se acercó a mi oído.

Jorge: Hagamos algo este viernes ¿queres?

Lo miré y asentí sin saber por qué. Que Sebastian estuviese acá me ponía tensa. Rodrigo me sonrió antes de alejarse y cuando pasó por al lado de Sebastian le hizo un gesto con la cabeza en forma de saludo, igual que el día que nos cruzamos en la planta baja.

.
.
.
Hola!!! Sé que el capítulo de hoy quedó corto y que ayer no les subí pero créanme cuando les digo que de verdad no tengo tiempo!!! En esta semana voy a intentar hacerles un maratón como recompensa!!! Espero que lo disfruten y los quiero mucho🖤

Después | SebastiniМесто, где живут истории. Откройте их для себя