Capítulo 12

887 52 46
                                    

Cuenta Tini
Liz: ¿Cómo están las cosas con Sebastian? Él era algo que hace unas sesiones atrás te angustiaba, ahora ya ni lo nombras.

Miré a la ventana.

Liz: ¿Qué pasó con él?

Lo volví a mirar a él.

Tini: Hablamos y está todo bien.

Liz: ¿A qué te referís con que está todo bien?

Se acomodó los lentes y lo pensé durante varios segundos.

Tini: Nos llevamos mejor.

Liz: Eso es bueno, la reconciliación con amigos es una linda manera de sanar con uno mismo.

Tini: Sebastian y yo no somos amigos, nunca lo fuimos y nunca lo seremos.

Me sorprendí por haberle respondido a la defensiva y de mala manera, pero Lizardo mantuvo su tranquila y comprensiva expresión de siempre.

Tini: Perdón, lo que quiero decir es que él era amigo de Ricky, no mío. Creo que nos llevamos mejor, pero eso no quiere decir que vamos a festejar juntos el día del amigo.

Me irrité de un segundo a otro.

Liz: ¿Y por qué te inquietas si está todo bien?

Tini: No estoy inquieta.

Suspiré frotando mis dedos contra mi frente.

Tini: Creo que me voy yendo, necesito pasar por el supermercado antes de llegar a casa.

Lizardo frunció el ceño y miró el reloj de la pared.

Liz: Acabas de llegar.

Tini: Ya lo sé, pero estoy de mal humor, creo que tendría que haber venido otro día, no es nada personal.

Cerró el cuaderno negro que tenía sobre sus piernas, lo corrió y me miró pensativo con sus lentes grandes.

Liz: Ya van siete meses del accidente y seis desde que te conocí y siempre te hago acordar lo mucho que has progresado, pero creo que no es una buena señal cuando después de cierto tiempo le tengo que recordar a un paciente que no estoy para resolver sus problemas, sino para escucharlos hablar sin interrumpir y sin juzgar.

Desvié la mirada.

Liz: Gracias a Dios no sos la misma. Tu depresión, tus miedos, tus traumas y todas las secuelas que te quedaron del accidente se fueron desvaneciendo de a poco. Muchos fuimos testigos de eso y en cualquier momento te puedo dar el alta Tini. Si querés irte sos libre, si pensas que tus horas conmigo ya no son necesarias anda, pero antes te voy a preguntar ¿Hay algo sobre lo que me quieras hablar?

Me quedé muda como si la lengua se le hubiese enredado.

Liz: Voy a tomar eso como un si.

Asentí.

Tini: No creo que sea el momento, es complicado...

Liz: Está bien, no te voy a presionar. Ya sabes que podes llamar en cualquier momento y pedir un turno, te voy a estar esperando.

Forcé una sonrisa antes de salir.

***

Cuando el semáforo cambió a rojo desbloqueé mi celular para escribirle a Cande.

Cuando el semáforo cambió a rojo desbloqueé mi celular para escribirle a Cande

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Después | SebastiniWhere stories live. Discover now