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Canción en multimedia: Break my heart - Dua Lipa 🎵 🎶




«Le diré a todos lo que hiciste.»




Seokjin apartó el cabello de sus ojos, pero el viento volvió a desordenar las mechas.

Él miró la pantalla del celular con un suspiro. El colgante de Kumamon rozaba sus dedos y se mecía junto con la brisa y las palabras impresas en ese mensaje brillaban de forma dolorosa en aquella oscuridad.

«Le voy a contar al mundo que eres un hijo de puta.»

Todo estaba en silencio en esos momentos, salvo por el oleaje del agua y el suave chirrido de la estructura de metal a sus espaldas. Él apretó el celular en sus manos y deseó lanzarlo lejos, que se hundiera en lo profundo de ese río; así él se liberaría de todo y quizá esa tortura acabaría.

Solo que... no podía.





Lunes.

Si volvió a la realidad fue solo porque su celular sonó gracias a una notificación. Estaba en su habitación, con las cortinas cerradas, sumido en la oscuridad, aunque el sol tratara de brillar tras las cortinas. También le palpitaba la cabeza como si estuviera recién salido de una resaca, cuando la verdad era un poco más decepcionante que eso.

Jimin encontró sus mejillas calientes y su cuello húmedo.

Ah, sí. Era lo que los mortales llamaban lágrimas. Su miserable fin de semana, después de una chocoaventura rescatando a Taehyung, había tenido un montón de eso.

Ni siquiera sabía a qué venía eso. Ya se había convencido de que tenía que dejarlo pasar, pero cada vez que su pecho dolía, como si alguien masacrara su corazón allí dentro, no había manera alguna de detener el inminente llanto.

¿Había algo mal con él?

Es que nunca se había sentido tan... lastimado. Nunca había construido un pequeño castillo de ilusiones y sentimientos y nunca nadie lo había derrumbado de una pedrada. Tal vez en serio la culpa era suya, pero —suya o no— no estaba en sus planes volver a nada con Hoseok. Ni siquiera amigos. Primera razón: fue quien lanzó la maldita piedra. Segunda razón: verlo y no sentir esa pedrada en su estómago era difícil.

¿Tenía sentido?

No estaba seguro de que Taehyung lograra comprender el sentimiento, y si es que lo hacía, tampoco quería hablarlo con él abiertamente. No en esos... momentos.

Lo había visto, junto a Jungkook. Muy bien, Taehyung iba por la vida escogiendo un nuevo amor platónico como si se tratara de flores en un jardín, y ahora él... estaba observando detenidamente una de esas tontas flores, como hipnotizado. ¿Qué de especial tenía Jeon Jungkook?

Lo que fuera, Jimin esperaba que fuera suficiente y más para lo que Taehyung valía. No como otros. Él solo quería guardar muy en lo profundo todo lo que había sentido y no sacarlo nunca más. Y a la vez, quería gritar de frustración tan fuerte y alto como pudiese y liberarse de aquello que se sentía como una carga. En serio, a la mierda los sentimientos. Si esa era la manera en la que iba a encontrar al correcto, de golpe en golpe, de putazo en putazo, entonces no quería nada.

¡El mariscal de campo es gay! - KookVWhere stories live. Discover now