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Canción en multimedia: So What - BTS 🎵 🎶


Para Taehyung, solo había algo que podía competir con su gusto por los hombres: el chisme.

Más que arruinar vidas, en realidad le gustaba a estar al tanto de todo lo que pasaba en la Facultad y en la universidad, así que, cuando Seokjin le mostró el club de redacción de la gaceta virtual de la institución, no dudó en aplicar para ingresar.

—Tu redacción es asquerosa, tu ortografía es deprimente para ser universitario, no hay coherencia y odio a la gente que escribe sobre perros —Eso había dicho Yoonji, la coordinadora del club, al leer su escrito de 300 palabras. Destruyó todas sus ilusiones en un par de segundos y lo peor de todo es que lo hizo sin dejar de lucir fabulosa—. Pero me caes bien así que puedes entrar.

Naturalmente, Taehyung solo cazaba las noticias y alguien más las escribiría por él. Era divertido tener reuniones y enterarse de los asuntos del bajo mundo de la universidad, pero ese día Taehyung sentía que iba a morir. Sus compañeros del club solo tenían un tema de cotilleo: Jeon Jungkook, el nuevo mariscal de campo del equipo de fútbol americano.

—Fue transferido desde la Universidad de Busan hace unas semanas —comentó Mina revisando su pequeña libreta—. Pertenecía a la selección de fútbol americano de allí y ha jugado con algunos equipos locales según el entrenador Jisuk. También escuché del profesor Lee que su representante está pagando su carrera con el dinero de...

—Mina, a nadie le interesa el deporte —la interrumpió Soojin de forma arrogante, pero Yoonji le dio la razón con un asentimiento—. La gente no lee la gaceta por las cosas buenas. Lo hace por los chismes. Lee Ji-eun —señaló enseñando alguna foto en su celular—. La chica que siempre está con él. Al parecer son amigos de la infancia pero —Deslizó a la siguiente foto, sonriendo—, nadie es tan cariñoso con un amigo.

Taehyung largó un bostezo mientras jugaba tres en raya contra sí mismo. Diablos, era tan bueno: ni siquiera él podía vencerse. Einstein estaría celoso de su ingenio. Dios. Lo cierto era que hablar de Jeon Jungkook era lo último que le interesaba.

—Entonces ese será nuestro plan —Los aplausos de Yoonji lo sacaron de su ensoñación—. No olviden enviarme la versión final de sus entradas para revisarlas antes de publicarlas.

Taehyung se incorporó en la silla. Al parecer había viajado en el tiempo porque ya todos estaban guardando sus cosas y él ni siquiera había tenido oportunidad de hablar. Ugh, tonto Jeon Jungkook.

—Por cierto, Taehyung-ssi, ya que eres amigo de Jung Hoseok, ¿crees que puedas conseguirme una entrevista con Jungkook? —preguntó Soojin lista para dejar el salón.

—Lo intentaré —murmuró apenas, aunque fue suficiente para la pelirroja. Sin embargo, de solo pensar en que tenía que verles las caras a los catorce cavernícolas del equipo de fútbol americano, le daban ganas lanzarse de un edificio.

—¿Cómo vas con la planeación de la fiesta? —preguntó su noona Yoonji cuando ambos quedaron solos—. Por favor, dame la primicia. A fin de cuentas también es mi fiesta de graduación y sabes que no me gustan las sorpresas.

Sí, lanzarse de un edificio sonaba como una buena idea.



[♥]



Ah, Corea... Japchae, kimchi, bulgogi, hotteok, fideos con palillos y preciosuras como Kim Seokjin.

¡El mariscal de campo es gay! - KookVOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz