¡El mariscal de campo es gay! - KookV

06 - {I}

Canción en multimedia: Bad Boy - Red Velvet 🎵🎶

El dolor de cabeza al día siguiente fue insoportable. Taehyung se dejó caer en una de las sillas del comedor, cansado, y como todo adulto joven declaró:

—No volveré a tomar. —Sabiendo muy bien que esa era la única mentira que lo llevaría al infierno... Entre otras cosas.

—Lo que digas —Jimin dejó frente a él una taza de café. Taehyung no estaba muy seguro de cómo había llegado hasta allí la noche anterior, pero Hoseok también se encontraba medio desmayado en el sofá y estaba seguro de haber escuchado a alguien vaciando su estómago más temprano. Jimin no lucía mejor que él tampoco—. Verte ebrio es muy gracioso. Deberías preguntarle a Minho.

—Ugh —Se llevó las manos a la cara; más que avergonzado, frustrado—. ¿Hablé con Minho y no recuerdo una mierda? Soy un fracaso. Ya mátame.

Recordaba vagamente haber hablado con varias personas; entre ellas, Jungkook. ¿Cómo podía olvidar a ese amargado? Tenía una entrevista con él. La idea de ir a su departamento no le desagradaba del todo, pero le inquietaba: por lo que sabía, el chico vivía solo en un enorme penth-house que su mánager había conseguido. Los rumores iban y venían y Taehyung sencillamente no sabía qué esperar.

Y sí, en caso de que te lo hayas perdido, Jeon Jungkook incluso tenía mánager.

—¿Algo que quieras preguntarle a una superestrella? —bromeó el castaño. No tenía ni una sola pregunta preparada y sabía que al final terminaría preguntando qué tipo de suavizante para ropa utilizaba o alguna ridiculez así.

—Le preguntaría sobre su vida amorosa —contestó Jimin de inmediato.

—Uhm, tienes razón. Las chicas quieren saber si está disponible —murmuró para sí mismo. Es decir, después de su primer partido es claro que todo el mundo estaba al tanto de lo bien que lucía con esas licras blancas; obvio que querrían saber si el mariscal de campo estaba disponible. Pero Jimin sonrió contra su propia taza de café y Taehyung supo que se estaba perdiendo de algo muy importante—. Conozco esa mirada. ¿Qué sabes?

—Básicamente lo mismo que tú —Pero él no podía confiar en esa sonrisilla traviesa; Taehyung conocía lo suficiente a su amigo como para saber que le ocultaba algo—. Venga ya, espera a preguntarle.

—¡Jimin! —alargó el castaño con angustia—. ¿Él de verdad está con Ji Eun? Oh, por Dios. A Jungkook le gustan mayores. Todas las niñitas de primer año se van a sentir muy decepcionadas. ¿O acaso hay alguien más? ¿Tal vez practica la poligamia y no me quieres decir? Dios, eso sería terrible —Taehyung mordió su puño—. No estoy listo para hacer un trío. Jimin, opciones.

—Dijiste que no te gustaba.

—Cierto. Pero... yo no me quejaría en absoluto, ya sabes. ¿Tú sí?

—Sí —respondió Jimin con obviedad y un gesto de exasperación—. Me gusta ser el único. Discúlpame, pero no me enseñaron a compartir. Ugh, Taehyung, eres un sucio... No entiendo por qué demonios Seokjin sigue creyendo que eres un ser inocente —bufó—. Tal vez si dejaras de actuar como un chico dulce con él, llamarías su atención.

Muy bien, eso dolió. Últimamente sentía que los planetas se alineaban para recordarle que su amor imposible por Seokjin era exactamente eso: algo imposible, una utopía, solo una fantasía que jamás se haría realidad porque la vida era injusta y cruel. ¿Qué era eso? ¿El karma? ¿Acaso en su vida pasada masacraba cachorritos?