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Regresar a su normalidad era, después de unos días agotadores, algo que ansiaba con todas sus ganas.

Aunque eso no podía dejar de lado su itinerante frustración cada vez que recibía un nuevo cliente en su negocio.

Le era casi ofensivo que aquellas personas fueran hasta las afueras del pueblo a buscar por su ayuda, y luego pronunciaran palabras tan llenas de inmadurez e ingenuidad como las que el sujeto frente a él balbuceaba.

—¿No vas a contestarle? —preguntó el ángel de la muerte, recostado a su lado, jugueteando con uno de los espejos que el chamán guardaba consigo. Yoongi alzó la cabeza al notar que Taehyung no le respondía y le dió un leve empujón en el brazo —. El cliente te ha preguntado algo.

Optó por no responderle. Eso claro estaba. Hablar con la parca sería como hablar con la nada frente al hombre que ahora le miraba expectante. Yoongi mantenía su posición de ser su guardián en todo momento, apareciendo en aquel plano que solo podía ser visto por el chamán y no por nadie más.

Debía admitir que era una buena compañía, así como lo era su amiga Riwoo. Aunque fueran tan diferentes entre sí, ambos se mantenían en la posición de recalcarle que debía cumplir con su trabajo.

Por más que el chamán no quisiera hacerlo.

—Repetiré sus palabras, solo para aclarar las cosas —dijo Taehyung con un tono sarcástico —. Ha venido hasta acá con la intención de pedir mis servicios para eliminar impurezas, ¿es así?

—No seas muy duro con él, suena interesante —murmuró el ángel, dejando el espejo a un lado y tomando unos libros para hojearlos con mucho interés —. ¿Has hecho un ritual como ese antes?

Taehyung no respondió. La parca dejó salir un bufido de frustración y le aseguró que no volvería a hablarle, pues era un intento en vano el intentar socializar con él.

El hombre frente a ellos asintió —. Mi hermano ha fallecido hace poco —dicho aquello, tanto Taehyung como Yoongi alzaron la mirada, atentos —. Por lo que buscábamos un chamán que estuviera dispuesto a realizar el ritual, con el propósito de guíar el espíritu a un buen lugar en el Otro mundo.

—Ya veo... ¿De qué provincia estamos hablando? —cuestionó, haciendo que en la mirada de aquel hombre apareciera un rastro de esperanza.

—Hanyang.

El chamán sintió una agria sensación recorrerle. Como si de pronto un nuevo miedo se instalara dentro de él. ¿Hacía cuánto que no escuchaba aquel nombre ser pronunciado por otra persona?

Fue un tema recurrente en cuanto llegó a Gongju, mucho más cuando la familia de los Park se encargó de acogerlo mientras se recuperaba de aquello. La experiencia traumática moldeó su personalidad, haciendo que a fin de cuentas no volviera a fiarse tan rápido de los demás.

El cliente frente a él era un peligro. ¿Por qué debía mencionar aquella provincia? ¿Sabía lo que sucedió y por eso se burlaba en su cara?

—El funeral será llevado a cabo mañana, por lo que se preveía que el ritual fuera dentro de tres días —explicó el hombre, sin embargo, el ver la expresión del chamán frente a él, no le ayudó a tranquilizarse —. ¿Pasa algo? ¿No puede ser posible?

—No... No realizo ese tipo de rituales.

La parca frunció el ceño, y miró con curiosidad al chamán que pronunciaba aquellas palabras. ¿No hacía rituales como esos? ¿Entonces qué tipo de rituales se suponía que elaboraba? Estuvo a punto de incorporarse y preguntarle por sí mismo, pero supo que interrumpir en ese momento estaba de más.

Death God; JinTaeWhere stories live. Discover now