15.

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—Sé que mi profesionalismo como ángel de la muerte no me permite referirme a ti de la manera en la que lo haré ahora…

Empezó a decir Jungkook, con toda la tranquilidad del mundo, Seok Jin rodó los ojos e hizo un ademán para indicarle que se apurara a sacar lo que tenía que decir. La parca no dejaba de quejarse desde que el trayecto había empezado. Las calles de Hanyang, a esa hora, no lucían abarrotadas como lo era siempre. Las mañanas eran tranquilas. Y eso era bueno para que Taehyung se calmara un poco.

—Pero somos amigos y los amigos se dicen la verdad, ¿no? —insistió Jungkook, aprovechando la oportunidad que surgía al ver a Taehyung caminar delante de ellos sin prestarles la más mínima atención.

—Solo habla.

—¿Fuiste tan estúpido para creer que esto era buena idea?

No lo era, y eso ya le quedaba claro. Pero funcionar de forma correcta no formaba parte de su raciocinio mientras Taehyung estaba cerca.

El chamán le insistió incontables veces y por más que se negó cada una de ellas, era imposible no tener una debilidad por él que le hiciera aceptar de inmediato.

La emoción que perseguía a Taehyung se mantenía persistente. Parecía contento de por fin ser involucrado en el plan principal y no en otras tareas sencillas. Seok Jin, aun así, podía notar que el chamán estaba ocultando el nerviosismo que le provocaba estar en Hanyang. Nadie podía culparlo, mucho menos cuando la guardia Real seguía buscándolo.

—Sé que no es buena idea.

—¿Entonces?

—Solo relájate. Nos encontraremos con el espíritu de la villa hoy por la noche, nada tiene de malo que él nos acompañe.

Jungkook bufó con fastidio —. ¿Y nuestra investigación en el palacio? ¿Vas a seguir posponiéndola? Te queda poco tiempo y lo sabes, ¿por qué no pones de tu parte?

—Estoy poniendo de mi parte.

—Pareces no hacerlo —respondió hastiado.

El tema era tocado casi todos los días, y a Jungkook le ponía de nervios el ritmo tan lento que llevaban. Reconocía que el amuleto era un objeto no sencillo de encontrar, resaltando el hecho de que fue robado, pero Yeomra estaba distrayendo su atención de lo que de verdad importaba.

—Incluso decides venir a Hanyang por la mañana. Quedan largas horas hasta que el espíritu de la villa se digne a aparecer.

Jin ladeó la cabeza, restándole importancia —. No podía arriesgar a venir en la noche cuando las personas de Hanyang están más activas.

—Y te arriesgas a ti, ¿no? Mientras más tiempo pases aquí, menos será tu aguante en nuestro encuentro con el espíritu.

—Estoy bien.

—Eso dices siempre —se quejó Jungkook, cruzándose de brazos —. El chamán sólo está haciendo que nos retrasemos. Regrésalo a Gongju y termina con esto.

—Él va a ayudarnos.

—¿Ah, sí? ¿Cómo? Es un humano. Sé que te gusta y es por eso que te has obsesionado con la idea de mantenerlo a tu lado, pero no es el momento, no cuando estás en medio de algo importante.

—¿Que lo regrese a Gongju, dices?

—Es lo más razonable.

—No puedo. Estuvo planeado desde el inicio que el chamán nos ayudaría, por eso fuimos a Gongju a buscarlo.

—Era parte del plan, sí, si nos servía.

—¿A qué te refieres con servir?

—Tú dijiste que viste algo en él, que él podría ayudarnos a cumplir la última misión, pero no. Ni siquiera es capaz de usar su magia de la forma correcta. ¿Qué tal si sales afectado de esto? ¿Qué tal si él sale sin vida de esto?

Death God; JinTaeWhere stories live. Discover now