13.

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—Necesito mejorar mis técnicas de teletransportación —murmuró Yoongi mientras dejaba reposar con cuidado a Taehyung sobre las sábanas del lugar y acomodaba su cabeza en la pequeña almohada.

El chamán Kim, con dificultad por las heridas que le estaban quemando, se dedicó a echarle una ojeada al sitio en el que se encontraban.

Era una habitación ostentosa y elegante, con pilares de madera roja y tallados. Aposentos que alguien de la realeza acostumbraba a tener. No tuvo que escucharlo provenir de Yoongi para darse cuenta que estaban en el palacio de Yeomra, en el Otro Mundo.

Era extraño, algo que no podía procesar en un pestañear de ojos, porque el ambiente y lo que su mirada captaba alrededor era algo común, algo que podría encontrar en su propio mundo.

No parecían estar en algún plano celestial.

—¿Dónde está Jin? —preguntó Taehyung con voz ronca, producto de la somnolencia que la baja de energía le brindaba —. Creo que es buena idea hablarle.

—Oh no, chamán Kim. No será buena idea —le advirtió, buscando algo en los cajones del pequeño escritorio del Dios.

—¿Por qué no lo sería?

—Sabes cómo es él. Tu presencia aquí solo desatará su furia —explicó, diciendo unas cuantas palabras incomprensibles por lo bajo —. Es mejor prevenirlo. Voy a esconderte de él.

—Pero…

—Sin peros.

—¿Por qué tengo que esconderme de él? —preguntó con confusión.

Yoongi le ignoró, siguiendo en su tarea de encontrar algo de lo cual el chamán no tenía ni la mínima idea. Su herida había dejado de sangrar gracias a que detuvieron la hemorragia a tiempo, pero el dolor persistía y se hacía cada vez más intenso.

¿Dónde estaba Yeomra después de todo? Taehyung quería verlo y contarle por sí mismo lo que aconteció momentos atrás.

—No puedo creer que no tenga ni un solo suministro, ¿es que debe ser tan irresponsable? No es como si yo fuera digno para criticarlo de esa forma, pero él es el Rey del Inframundo, ¿cómo demonios deja pasar algo como esto?

—¿Qué es lo que buscas?

—Un frasco con medicina. Los efectos de curación son casi instantáneos —murmuró, renegando al saber que solo le quedaba una última opción.

Tendrían que recurrir al otro ángel de la muerte. Y Jeon Jungkook no terminaría de gritarle a Min Yoongi por haber cometido tantas estupideces en un solo día.

—Iré a por Jungkook, debes de quedarte aquí —mencionó, cerrando los cajones con resignación y poniéndose de pie —. Seok Jin no se pasará por sus aposentos, al menos no en un largo rato, por lo que estarás seguro.

Taehyung no comprendía. ¿Tan mala era la presencia de un humano en ese plano? Él ni siquiera se sentía diferente, en realidad, la única molestia que tenía había sido causada por el Nachalsa, en el mundo humano.

El Inframundo no se sentía como uno. No había una diferencia notoria, los objetos de la habitación de Yeomra eran peculiares, pero no fuera de lo ordinario.

De repente, unas inmensas ganas de abrir las ventanas y mirar al exterior le embargaron, ¿sería el cielo igual? ¿habría algo que lo diferenciara de su mundo?

—Yoongi —le llamó antes de que pudiera salir por las amplias puertas —. ¿Hay una razón por la cual Yeomra no quiere que esté aquí?

—Porque es peligroso.

Death God; JinTaeWhere stories live. Discover now