Death God; JinTae

19.

Taehyung estaba molesto.

Momentos atrás, cuando Seok Jin volvió a caminar a su lado, el chamán le mostró la peculiaridad de la brújula y esperando que el Dios pudiera estar pensando lo mismo que él. Yeomra, sin embargo, lo consultó con los ángeles de la muerte y ninguno accedió a seguir aquel camino.

Ni siquiera Seok Jin. 

—La brújula sigue insistiendo en ello —dijo Taehyung, mirando a Seok Jin con enfado. El otro asintió, como si se tratase de un gesto comprensivo —. Creo que puede estar tratando de decirnos algo, ¿no lo ves posible?

—Lo entiendo, pero...

—Hay que seguir ese camino entonces.

—Lo seguiremos. Pero también es correcto lo que dicen Jungkook y Yoongi. Debemos de verificar primero el lugar donde más han sucedido cosas extrañas y... —Seok Jin se detuvo para mirarlo, Taehyung seguía frunciendo el ceño y sosteniendo el artefacto en sus manos sin querer deshacerse de él —. Taehyung, no te enojes.

El aludido levantó la mirada —. No lo estoy.

—Tenemos que terminar con esta tarea lo más pronto posible para poder concentrarnos en lo principal —explicó, quitándole con suavidad la brújula para verla con detenimiento —. Podremos averiguarlo luego. No ahora.

—Como sea.

Yeomra chasqueó la lengua, un tanto incómodo de que el otro se encontrara de esa manera —. Taehyung.

—Solo estoy tratando de ayudar —respondió, tomando la brújula de vuelta y guardandola para que el otro no la tomara.

—Eso lo sé…

El chamán, de repente, consiguió sentirse fastidiado de todo el asunto. Su sentido común le decía que la brújula era el punto clave de algo, pero los ángeles de la muerte y Yeomra sólo ignoraban lo que él decía sin pararse a analizar la situación.

La brújula detectaba presencias negativas, ¿entonces por qué no parecían convencidos?

—¿Traes todo lo necesario para exorcizar? —Seok Jin cambió el tema de conversación, intentando aligerar el ambiente.

—Sí.

—Hace poco que te recuperaste, por lo que en el momento en que te sientas exhausto, puedes decírmelo. ¿De acuerdo?

Taehyung asintió, y miró hacia otra dirección, intentando que las incesantes preguntas se detuvieran.

El Dios hizo una mueca al entenderlo y sintió una mala sensación en su pecho. Sabía que Taehyung solo estaba molesto por cómo se estaban dando las cosas y que era un tema que podía arreglarse con facilidad.

Pero aún así su mente se encargaba de instalar un odio profundo y una sensación de remembranza dentro de él. Sin poder controlarla.

—¿Has recordado algo estos días?

El chamán alzó una ceja, como si estuviera intentando recordar, luego sacudió la cabeza —. Ningún recuerdo.

—¿De verdad? ¿Nada?

—Nada.

Seok Jin dejó salir un suspiro y siguió caminando a un costado de él. Su mente seguía dando vueltas alrededor de aquel difuso recuerdo.

—¿Seguro?

—Estoy seguro —dijo, mirándolo con cansancio —. No he recordado nada.

El chamán sabía que era tonto actuar de esa forma.