Capítulo 63 - "Mentiras."

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-Mami, ¿vamos a entrenar con tu amigo?- el pequeño jaló la media de la morena, atrayendo la atención tanto de Rose, como del cliente a quien estaba atendiendo en esos momentos.

-Si mi niño, ¿por qué no vas al patio trasero y calientas en lo que voy?- Rose se agachó para quedar a su altura y revolvió su cabello.

-Si- dijo en un tono infantil y salió corriendo en dirección a la puerta de vidrio.

-No sabía que tenía un hijo- la mujer sonrió sorprendida a la maestro del gremio, recibiendo en respuesta una expresión extraña y una risa nerviosa.

-No, en realidad, no es mi hijo- Rose rascó su nuca y sacudió los papeles que tenía en sus manos.

-Lo siento- respondió nerviosa la mujer y Rose negó sin dejar de fingir amabilidad.

-No se preocupe, es una historia larga. ¿En qué estábamos? Ah si, la confirmación para el cambio- Rose volteó las hojas y volvió a su perfil de siempre.



-Muy bien, creo que es suficiente por hoy- Rose aplaudió un par de veces.

-Por fin- dijo Dante dejándose caer al pasto y tratando de recuperar el aire.

-¿Se cansó?- el pequeño vio a Dante con un semblante serio, recibiendo una mirada de confusión de su parte.

-Bueno, por fin he logrado encontrar mi poder y cuesta controlarlo- Dante tomó de su botella y se recostó en el suave suelo.

-Bueno, mamá Rose dice que la falta de control del poder se debe a una ausencia de fuerza mental y estabilidad emocional. En pocas palabras, debilidad- al escuchar al pequeño decir eso, Dante abrió sus ojos y vio como el niño se iba sin poder decirle algo más.

-¿Todo bien?- Rose se sentó junto a su amigo, quien seguía viendo en la dirección que se había ido el niño sin comprender lo que acababa de pasar.

-¿Qué fue eso? ¿Lo escuchaste?- Dante vio a Rose, y su amiga simplemente asintió.

-No lo culpo, desde que llegó, demostró ser un niño muy inteligente y atento- dijo en un tono tranquilo y Dante la tomó de los hombros.

-¿Estás bien? ¿Eres Rose o una impostora?- sus manos sacudieron su cuerpo y Rose no pudo evitar reír.

-Cálmate- quitó sus brazos sobre ella y lo empujó ligeramente en juego, como siempre hacía-. Es por eso que estamos entrenando y conviviendo con él, para conocerlo mejor y saber un poco más sobre sus origines- Rose alzó una ceja y Dante asintió aún preocupado-. Bueno, me voy que tengo mucho trabajo que hacer- su mano golpeó la rodilla de su amigo y se levantó, para ir en dirección del interior del gremio.


Desde su encuentro con el pequeño y la batalla que se acercaba, el gremio estaba más activo que de costumbre. Habían nuevos miembros que debían ser entrenados por los hermanos de Rose, dándoles más trabajo que antes. Al mismo tiempo, más compañías, clientes independientes y algunos gobernadores, se estaban cambiando para hacer de K.A.R.M.A. el gremio a donde mandarían sus misiones. Lamentablemente, a pesar de todo el movimiento que estaba teniendo el gremio, el reclutamiento tuvo que ser pausado y Rose sentía su mente más estresada con cada día que pasaba sin poder seguir con la misión primordial.

-Bien, hoy mismo hablaré con los del consejo mágico para cambiarlos a nuestro gremio- Rose se levantó de su lugar y le entregó su mano para que así pudieran estrecharlas, cerrando así el trato.

-Muchas gracias señorita, la ciudad de Stratford en Canadá le agradece su disponibilidad para hacer de nuestro hogar un mejor lugar- el hombre de avanzada edad tomó la mano de Rose, a pesar de que sus brazos no dejaban de temblar.

K.A.R.M.A. IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora