Extra III

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THEO

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THEO

Pocas cosas me asustaban de la vida, la muerte nunca fue una de ellas y tampoco el paso del tiempo. A mí me asustaban mis pensamientos, emociones y las reacciones de mi cuerpo porque no sabía cómo catalogarlas. Era un miedo que me había acompañado desde pequeño y me había mantenido en vela por más noches de las que era capaz de contar. Y todo empeoró cuando Genesis Allen llegó a mi vida.

Genesis era estupenda y su historia familia era tan dura que conseguía aguarte los ojos de solo pensarlo, pero ella no flaqueaba, no dejaba de reír y no detenía su vida pensando en lo que podría haber hecho diferente.

Me cautivó desde el momento en que la vi sonreír y me atreví a coquetear con ella; no obstante, reprimí todos esos sentimientos de manera automática, de la misma forma que lo había hecho durante toda mi vida porque no podía permitirme sentir nada por nadie. ¿Cómo era normal que todo en mi interior se alborotara cuando sentía atracción por una chica y sucediera exactamente lo mismo cuando veía a un muchacho apuesto? Reprimí mis emociones aún más cuando noté que a mis dos mejores amigos de toda la vida estaban interesados por ella también.

Tyler y Taylor eran mis hermanos, entre nosotros se había formado un lazo inigualable y no lo pondría en riesgo por una muchacha. Encontraría a alguien más en quien interesarme, pero nunca encontraría a otro par de mejores amigos como los míos.

Y aun así, le permití a Genesis meterse bajo mi piel y en mi cabeza solo que de una manera distinta. Después de dos meses de conocerla entendí que se quedaría para siempre y que debía aprender de ella. Su historia me había enseñado que la vida terminaba de un día para el otro y yo no deseaba seguir guardando todo en un cofre interno por temor. Temor a lo desconocido, a ser juzgado y señalado.

Yo sabía lo que me sucedía; sin embargo, no podía darle un nombre. Sabía que Genesis podría ayudarme, confiaba en ella y la quería, era mi amiga y tenía certeza de que no me defraudaría.

Había decidido que esa chica rubia que había conocido dos meses atrás sería la primera en conocer mi secreto.

ꟷOye, viejo. ¿Está todo en orden?

Sacudí la cabeza al escuchar las palabras de Taylor, desprendiéndome de las afiladas garras de mis pensamientos con ese simple movimiento.

ꟷNo, lo lamento. ꟷSonreíꟷ. Solo estaba pensando.

ꟷ¿No está todo en orden? ¿Qué sucede?

Me miró con preocupación y supe que había contestado mal a una pregunta simple. No sería la primera vez.

ꟷQuiero decir que no hay nada mal ꟷme corregí y mantuve la sonrisaꟷ. Tú tranquilo.

ꟷSabes que puedes hablar conmigo de lo que sea, ¿verdad?

ꟷSí, lo sé.

Como siempre me quedé asombrado con la capacidad de mi amigo de poder leer a las personas, era como si pudiera acceder a la psiquis de los demás y comprender todo lo que sucedía. De pequeño creía que él podía leer la mente y me había asustado hasta los huesos porque yo no podía dejar de pensar en lo atractivo que me parecía Daniel Radcliffe en "Harry Potter y el Prisionero de Azkaban".

Tres y un cuarto (RVB1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora