Hola princesa➪𝐸𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎𝑐𝑜

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 15

Ya era el día, había llegado el aniversaro de la pareja y Joaquín ya estaba saliendo de casa para dirigirse a la cafetería en donde había quedado con todos, para después ir a la feria.

- Mami, ya me voy~

- Okey cielo ¿Te pusiste lo que te dije?

Joaquin se miro y vio lo que llevaba, unos shortas azules oscuros hasta las rodillas una enorme sudadera negra con una bufanda blanca con detalles negros y una diadema de orejitas de gato (a petición de su madre) con todo eso a veía aún más pequeñito de lo que era y le daba un aspecto muy tierno.

- Si~

- Entonces ve con cuidado.

- Okey mami.

Cerró la puerta con la mochila que cargaba en su espalda en donde llevaba su cámara, la cartera, el CD con el video que les mostraría y los fuegos artificiales, en la mano lleva el regalo que ya estaba envuelto en una bolsa.

Se puso en camino y estaba seguro de que llegaría a tiempo.

[...]

- Joa ya se está tardando demasiado - comentó el peliazul que estaba siendo abrazado por Ethan.

- I'm worried - Alex miro a los otros - ¿Estará bien?

En esa cafetería se encontraban Alex y Dylan los festejados, Camilo, Ethan, Emilio y Alejandro que se habia acercado mas al grupito ya era uno más, sólo faltaba Joaquín.

En eso sonó la campanita de entrada a la cafetería y apareció un Joaquín agotado, con las mejillas sonrojadas por el sobre esfuerzo y jadeando.

- L-lo siento p-por llegar t-tarde - intentaba regularizar su respiración.

- ¿Porqué te tardaste tanto? - pregunto Camilo a lo que Joaquín cogió el primer sorbete fresco que vio y empezó a beberlo sin importarle de quien fuera.

- Ah~ está delicioso - comentó con una sonrisa y Emilio lo miró divertido ya que era su bebida - es que yo salí con tiempo pero encontré una abuelita que no encontraba la dirección de la casa de su hija y la acompañé hasta allí, pero resultó que la casa estaba en la otra punta de la ciudad y no pude llegar a tiempo.

Eso no era lo que de verdad había pasado.

Flashback

Joaquin ya iba llegando a la cafetería donde habían quedado pero justo en ese momento se chocó con alguien y cayó al suelo.

- Siempre estás en el suelo - se burló la voz de una chica.

- Que esperabas de un imbécil.

Al oír Joaquin esas voces se estremeció y entrecerró los ojos.

- ¿No vas a levantarte?

- No creo que un espécimen como él pueda pensar.

- Las cosas como tu no deberían existir - la pelimorada lo miro con asco - ¿Qué habrá...? Cinco como tu en el mundo.

- Y-yo... sólo q-quiero irme - habló el pelorubio titubeando - por favor - suplicó con los ojos llorosos.

Por un momento a la castaña se le hablando el corazón al ver al menor en ese estado de vulnerabilidad, con sus ojos suplicantes y un puchero en el rostro.

Y no entendía porque tenían que castigar a un niño así, si él no había elegido lo que le tocó ser, sólo tuvo que asumirlo.

- Unnie - la pelimorada le prestó atención