𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 10

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- Mis niños, ya me voy - avisó la madre de los dos Bondoni en la entrada. 

Cómo cada día Eli luego de volver de trabajar en el spa iba a sus clases de yoga. Ya hacía más de siete meses que asistía a las clases que tanto le relajaban y liberaban su estrés, aunque careciera de él. 

En cambio los hermanos Bondoni se pasaron el día haciendo maratón de series ya que mañana era lunes y debían ir a estudiar así que aprovecharon e hcieron una de sus inigualables días de hermanos. 

- Okey mami - el castaño fue a abrazar a su mamá la cuál correspondió. 

- Bebé, tu papá va llegar en nada - le acarició el pelo a su hijo - ya sabes, se entretuvo hablando con Luis. 

- ¿Con Luis hyung? 

- Si mi amor, ya sabes salen del trabajo y siguen hablando - suspiro, pero luego sonrió recordando a su esposo con su jefe que a la vez era su mejor amigo - ellos y su amistad. 

Joaquin soltando una risita, porque ya sabía que su papá era muy amigo con Luis y muchas veces tenían cenas las dos familias. 

- Pero me dijo que llegaría en nada. 

- Okey mami. 

- ¡Asher, cuida de tu hermanito! 

- Si mamá - respondió el azabche desde el sofá. 

- Adiós mi amor - beso la mejilla del castañito. 

- Adiós mami. 

Eli salió s la casa con la ropa de yoga y una abrigo porque afuera empezaba a refrescar. 

Joaquin entró al salón viendo a su hermano aún en el sofá. 

- Hyung¿Empezamos a hacer la cena para mamá ya? 

- Esperaremos primero a papá, bebé - se levantó del sofá - Pero vamos preparando las cosas que necesitaremos¿Te parece? 

- ¡Si hyung! - respondió el menor con emoción reflejada en sus ojitos miel. 

[...] 

Eli Gress iba entrando al gran centro deportivo, se dirigió a la sala de yoga. Iba saludando a gente que fue conociendo con el tiempo.  La mujer era muy risueña, era una mujer de gran amabilidad y muy simpática, con una enorme sonrisa siempre en el rostro. Siempre hacía reir a los demás y era muy cariñosa con un encantador carácter.  Hacía sentir bien a todos con su energía positiva, además de poseer una belleza deslumbrante a pesar de su edad de 34 años. 

Cuando entró se encontró con sus compañeras, porque si todas eran mujeres, mayoritariamente madres. 

- ¡Hi girls~! - saludó la profesora de yoga que era una americana llamada Alexandra Watson. 

- ¡Hi Alexandra! - respondieron las mujeres allí presentes. 

- ¿How are you? ¿Bien? - preguntó la mujer rubia. 

- Estamos bien. 

- Okey, today tendremos a una nueva integrante - miro a la puerta - come on, come on, entra - animó Alexandra.  Cuando la mujer castaña entró con una sonrisa, las presentes aplaudieron. 

En esa sala de yoga ya se conocían todos muy bien y se respiraba una calma y tranquilidad, todo era energía positiva. 

- Presentate por favor - le sonrió o profesora con su acento inglés. 

- Hola, me llamo Rosario Osorio pero pueden llamarme Rosé y tengo 28 años, encantada de conoceros. 

- Igualmente - contestaron todas. 

Hola princesa➪𝐸𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎𝑐𝑜Where stories live. Discover now