𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 7

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El azabache se dirigió a los tres chicos con una sonrisa agradable que enmascarada toda la furia que sentía en ese instante, ver a ese pelirojo cerca de Joaquín hizo hervir su sangre de sobremanera. Aunque tenía la mandíbula apretaba y sus ojos hechaban chispas mantenía la sonrisa, seguía intacta en su rostro, o el intento de eso.

- Hola princesa - susurro en su oído haciendolo brincar del susto.

Pero que manía tenía con hacer eso siempre.

- ¡¿Qué haces aquí boboMilio?! Casi le da un infarto a mi corazoncito - puchereo poniendo su mano en su pecho, intentando controlar su respiración.

- Hola Emilio hyung - Camilo soltó una risita por la reacción de su menor.

- Hola Camilo - le sonrió - ¿Y tú...? - dijo esperando su nombre.

- Soy Alejandro, amigo del hermano de Joa bebé - le extendió su mano.

- Emilio, mejor amigo del novio de Camilo.

- ¿Qué haces aquí boboMilio? No deberías estar con ese chico - hizo una mueca de desagrado.

- Celoso, princesa - sonrió con burla.

- ¡Que no soy una chica! Y nunca estaría celoso por alguien como tú - le sacó la lengua como un niño pequeño y se giró para no verlo.

- ¿Ah no? Pues muchos desean esto que ves - se señaló a si mismo - y se pelean por mi y todo.

- No entiendo porque boboMilio, ni que valieras la pena - se cruzó de bracitos.

- No te dije que me dejaras de llamar boboMilio, que soy Emilio Osorio, tu hyung, debes respetarme mocoso.

- Lo lamento hyung, pero es que su coeficiente es muy bajo para su edad y me preocupa que no logre entenderme - le sonrió burlón.

- Hay princesa, eres tan impertinente.

- Si, igual que usted bobo hyung, haber si utiliza las neuronas de su cabeza para algo - lo miró con inocencia - ¡Lo lamento! ¿Es que en algún momento ha tenido neuronas? - al decir eso los dos chicos que hasta el momento estaba observando soltaron una sonora carcajada.

joa agarro al peliazul del brazo y lo arrastró hacia la salida mientras gritaba un: - ¡Nos vemos hyung, gracias por el conejito y adiós boboMilio espero empieces a pensar! - se burló del azabache y se fue corriendo con su amigo en direccion a la casa del peliazul.

[...]

- ¿Por qué debes ponerme este rastreador en el celular Camilo~?

- Porque si no contestas alguna vez sabré exactamente donde encontrarte.

- Pero Camilo~...

- Sin peros Joaquín Bondoni, es por tu seguridad. Los dos jóvenes se encontraban en el centro comercial, más específicamente en la tienda de electrónica para conectar el celular de Camilo con el de Joaquin, para que según el peliazul, estuviera seguro en todo momento y pudiera encontrarlo con facilidad. Cuando llegaron del parque de atracciones estaban tan cansados que se fueron directamente a dormir.

Era domingo el último día antes de volver al instituto otra vez, al infierno de todo alumno.

- Bueno Camilo~ si tu crees que está bien, pues vale. Estaban saliendo del local cuando de pronto vieron a Ethan que se acercaba a ellos.

- ¡Amor! - gritó, mientras lo abrazaba con fuerza y le daba un fugaz beso en los labios - Te extrañe.

- Y-yo también t-te extrañe - para ese punto Camilo ya estaba hecho todo un tomatito. Joa sólo los miraba enternecidos, ya que su mejor amigo se había pasado casi todo el fin de semana junto a él y no paso nada de tiempo con su novio. Se sentía culpable... Se sentía una carga... Se sentía una molestia... Otra vez... Así que intentó arreglarlo mintiendo para dejarlos solos.

Hola princesa➪𝐸𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎𝑐𝑜Where stories live. Discover now