Capítulo 25

35 2 0
                                    

Pasaron lo que parecieron horas y Shiki seguía sin despertar yo no sabía si alegrarme o preocuparme nunca lo había visto dormir tanto, los vampiros seguían temblando así que intuí que él estaba bien, poco a poco mis ojos comenzaron a cerrarse bostece un par de veces y sin darme cuenta me quedé dormida.
--Habla 3° persona--
Al rato de dormirse Shiro el vampiro que estaba a su lado durmiendo pacíficamente comenzó a moverse y a despertar, sus ojos eran rojos pero su retina estaba blanca, tocó su cabeza como si tuviera jaqueca y respiro de forma profunda, miró a Shiro la cual estaba dormida en el suelo, ni siquiera se llegó a limpiar la sangre de Leviatán, estaba tan cansada que simplemente se durmió. - Tengo hambre... - Se levanto de forma terrorífica y en ese momento los sirvientes de Belfegor volvieron a temblar sabían lo que les pasaría con ese vampiro. - ¿Algún voluntario? - Dijo mientras se relamió el labio inferior y sus colmillos crecían. - Lo suponía... Entonces empezaremos del que menos miedo al que más miedo tenga. - Dio un paso adelante hasta una mujer que parecía tranquila aún sintiendo miedo su rostro no lo plasmaba. - Buen provecho. - Y tras esas palabras Shiki tumbó a esa mujer y sin dejar tiempo a su reacción clavo sus colmillos hasta que estos rozaran el hueso del cuello, esta gritaba de puro dolor y pataleaba intentando liberarse pero a los minutos esta se quedó inmóvil... Y se hizo un terrible silencio. - Más... Quiero más... - Su voz era ronca se acerco esta vez a un chico parecía joven y estaba temblando pero no demasiado. - Ladea tu cuello. - Estaba petrificado, trago en seco y miraba al frente en concreto a Shiro. - No quiero que nadie la vea, que nadie la mire... - Susurraba de forma divertida.- Antes de beber tu sangre te enseñaré una lección, sirviente. - Le dio una patada y lo tumbó boca arriba, estaba llorando un poco y sudaba intentó levantarse pero Shiki puso su pie en el pecho del que sería su comida.- Me encanta ver el miedo en los ojos de los demás pero... Esos ojos la han mirado. - Shiki se sentó encima de ese chico el cual no podía, no se atrevía a desviar su mirada... Shiki no dejaba de sonreír aunque en sus ojos se reflejaba solo oscuridad, relamio su labio inferior y puso sus manos en los ojos del chico. - Me los quedaré. - Y acto seguido hundió sus dedos en las cuencas de ese vampiro y arrancó sus ojos, mientras gritaba de dolor Shiki no podía cesar su risa, una vez calmado Shiki se levantó dándole espacio para levantarse a ese vampiro dándole esperanzas, unos segundos después de manera lenta Shiki clavo sus colmillos en el cuello partiéndolo cuando esté dejo de gritar pero aún respiraba, cuando el resto de los vampiros vio lo sucedido cuando ese chico miró a esa humana bajaron la mirada al suelo. - Definitivamente... La sangre de vampiro es la mejor. - Decía Shiki acercándose a una chica que no cesaba su llanto. - Pero claro, vosotros no la habéis catado y nunca lo haréis... Dame tu sangre. - La chica solo ladeo a su derecha pues a su izquierda se hallaba Shiro. - Que obediente. - Y sin dejar pasar un segundo Shiki bebió toda su sangre llena de miedo y pavor. - Que pocos sirvientes tenía mi hermano... Ahora ya solo queda este niño. - Shiki tenía la ropa manchada al igual que su rostro, se fue acercando a ese niño que lloraba y temblaba. - Pareces un niño humano... Pero no lo eres. - Shiki de nuevo se relamió, olio el aroma de ese niño: miedo. Sólo olía a eso y a sangre.
- Espera Shiki... - Esa voz somnolienta era de Shiro, sus ojos se cruzaron con los del niño. - Es solo un niño... - Shiro no se atrevía a moverse.
- ¿Y que con que sea un niño? - Shiki no se movía y el niño mucho menos. - Es un vampiro, y sobretodo era un sirviente de Belfegor. Lo he ganado. - Shiki sonrió con sus colmillos totalmente fuera. Shiro se levantó como pudo y corrió hacia el niño para abrazarlo y protegerlo, los ojos de Shiro restaban a Shiki sin darse cuenta. - Con lo bien que te habías portado... Y ahora me retas, aun sabiendo que estarás en mi castillo una semana. - Shiki se levantó y miró desde arriba a una asustada Shiro pues en ese momento estaba más pálida que nunca. - Está bien, quédate con ese "niño" - Dijo sonriendo. - Ya tomaré algo cuando lleguemos a la tierra. - Susurro con malicia. Shiro lo entendía en ese mismo momento. - Te daré a elegir a quien devoro, al niño o a tu querido hermano... Elije. - Shiro trajo en seco miro los ojos llorosos de ese vampiro y susurro un leve "Lo siento" Shiki sonrió y cogió el brazo de ese niño tirando de él dejando su cuello a la plena disposición de esos colmillos, Shiro desvío la mirada no quería verlo. - Mira pequeña Shiro, quiero que veas como sus ojos se vacían de vida. - Esta negó y siguió con la cabeza desviada. - Vale, lo haremos a las malas... - Shiro se puso tensa, sabia lo que pasaría ahora. - Mira atentamente, humana. - A la fuerza su cabeza comenzó a girarse y sus ojos estaban llenos de lágrimas. - A comer. - Clavo sus colmillos pero no de forma brusca, se tomó su tiempo para beber esa sangre para que Shiro pudiera apreciar como los ojos de ese vampiro que morían de forma definitiva.
- Por favor... Quiero dejar de mirar... - Shiro no dejaba de llorar tenía miedo. - Por favor... - Suplicaba una y otra vez, Shiki saco sus colmillos y dejo a un lado el cadáver de ese vampiro, despacio casi a cámara lenta se acercaba a Shiro como si esta fuera una presa que podía huir en cualquier momento aún sin ser así. - No... - Shiki olía de forma profunda su cuello, Shiro lloraba y temblaba, no podía controlar su cuerpo y no podía correr lejos de ese depredador. El depredador se estaba deleitando con el olor a miedo... Shiki con la punta de su lengua repaso la carótida poniendo tensa a Shiro pero sin dejar que se moviera. - Por favor... Detente... Tengo miedo... Por favor... - Shiki no decía nada solo olía y lamia el cuello de Shiro, así pasaron 3 minutos que fueron como una vida eterna.
Shiki seguía sin decir ni media y tampoco se movía, parecía una estatua pero una estatua que se movía sólo para matar. - No vuelvas a retarme, no vuelvas a desobedecer... Debería hacerte llorar hasta el cansancio.- Shiki levanto su mano hasta el cuello de Shiro y apretó de forma leve. - No lo vuelvas a hacer... A la próxima no te avisaré... - Volvió a lamer el cuello pero esta vez rozó sus colmillos.
- No... No lo volveré a hacer, lo prometo... - Shiki apretó un poco más el cuello. - De verdad... No lo haré de nuevo, obedeceré y no volveré a retarte. - Shiki soltó el cuello y chasqueo los dedos para liberar a Shiro la cual ni se intentó mover.
- Espero que cumplas tu promesa... - Shiki seguía susurrando pero no se movía, al igual que Shiro no estaba bajo los efectos del don de Shiki pero aún así no se atrevía a moverse. - Bueno, es hora de cenar, así que vamos. - Ahora si que se levantó dejando atrás a Shiro, abrió la puerta y comenzó a caminar. Shiro corrió a su espalda lo que hizo reír a Shiki.
Una vez llegaron al gran salón Shiro no se atrevió a dar un paso por delante de Shiki, ese gran comedor estaba decorado con pinturas macabras y lo que parecían cabezas de vampiros pero no sólo cabezas muchas partes de diferentes cuerpos estaban repartidos por las pareces y techo... En la gran mesa solo estaban sentadas dos personas y Shiro las reconoció al instante, se sorprendió mucho al ver a Belfegor y a Leviatan... Más que nada por que este último había explotado delante de sus narices.
- Hola hermanos, os veo bien. - Decía Shiki sonriendo a sus hermanos los cuales solo desviaron la mirada.
- ¿Qué has hecho con mía sirvientes, Shiki? - Pregunto Belfegor con la mirada helada.
- Devorarlos...  Estaban deliciosos. - Belfegor tuvo que sujetar su brazo izquierdo con la mano derecha para aguantar las ganas se saltar a por su hermano. Shiki paso su lengua por el lado superior. - Pero el que más delicioso estuvo fue el niño... Sentía tanto miedo... - Shiki se inclino hacia delante apoyando la barbilla en sus manos. - Shiro sientate a mi lado. - Ordenó sin perder de vista Belfegor, el cual tenía ganas de saltar al cuello de su hermano.
Shiro camino lo más alejada de Belfegor pero también con cuidado de no tocar la pared. - Pobre humana... Le da miedo tocar la pared. O asco no lo sé y tampoco me importa. - Leviatán dijo eso con la voz divertida mientras miraba a su hermano, el cual alejo una silla que estaba a su derecha. - Me preguntó... ¿Qué va a comer la humana? - Pregunto ahora si mirando a Shiro.
- Yo... No tengo mu ha hambre... La verdad... - Shiki miro a Shiro la cual tembló. - Solo quiero dormir... Necesito descansar... - Shiki apoyo la espalda en el respaldo de la silla y tiro la cabeza hacia atrás.
- Bien... Cenaré rápido y después iremos a descansar. - Shiki chasqueo los dedos y alguien apareció con un plato y una copa llena de sangre, Shiro no lo pudo evitar y puso una mueca de asco al ver un corazón aún palpitante en el plato. - Prometo terminar rápido, y no te obligare a mirar mientras ceno. - En ese instante Shiro agachó la cabeza y sin perder tiempo Shiki le dio un gran bocado a ese corazón.

juegos Sádicos {FINALIZADO} 😁Où les histoires vivent. Découvrez maintenant