¿Que?

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-Seamos amigos.- declaró este chico del cual solo conozco su nombre y que se dormía en clase de historia.
- Emm... Claro, seamos amigos.- Respondí lo más amable que pude aunque el escalofrío de mi espalda se expandió hasta mis piernas y mis manos sudaban como nunca lo habían hecho.
-Tranquila, no te haré ningún daño te lo prometo.- cuando dijo eso se reincorporo y puso el libro en medio pues vio que no me movía ni para sacar el susodicho.
Tocó el timbre y no pude evitar sonreír pues hoy salíamos una hora antes así que me levanté rápido y salí casi volando, tenía sueño aún no terminaba de acostumbrarme al nuevo horario.
-Ey, Shiro.- escuche una voz femenina llamándome, me giré y vi a las que fueron mis compañeras en ciencias. Esto me daba muy mala espina, pues tenían la misma sonrisa que en clase de ciencias.- No te vayas tan rápido ven aún es pronto.- Me invitaron pero me preocupe cuando me noté rodeada.
- No, gracias otro día a lo mejor.- las rechace de forma educada pero vi como algo en sus ojos cambio, ya no eran amables sino furiosos.- Con permiso debo marcharme, hasta mañana.- Intenté abrirme paso pero no lo conseguí y me empujaron haciendo que cayera al suelo, haciendo que me hiciera sangre en la palma de mi mano.- esto duele...- dije mientras apretaba esa zona.
- Oh, lo siento.- Dijo con una voz triste fingida mientras reía con la mirada.- Siento que seas tan lista para las clases y tan tonta como para no acatar una simple orden, ahora levántate y camina.- Al decirlo me sujeto de la mano y tiro hacia arriba con furia.
Vi con terror hacia donde íbamos y no me hacia mucha gracia, nos dirigíamos al bosque oscuro. Intenté frenar mis pies pero sin éxito tenía miedo y ellas seguían sin dejarme atrás.- ¿Por qué vamos hacia allí?- intenté de nuevo frenar o soltarme por lo menos pero nada surgía efecto.
- Tranquila pronto todo acabara, ahora cállate y anda.- Dijo para acto seguido clavar sus uñas en mi herida haciendo que yo soltara un quejido de dolor.- Bien ya hemos llegado, vamos sacad las cuerdas.- tras terminar de hablar me lanzo hacia un árbol tan alto como viejo.- y ahora calladita, me pregunto... ¿Cuánto aguantaras hasta suplicar por qué alguien te ayude?- dijo con maldad en su mirada y en su voz.
-Aunque ahora que ahora que caigo, no tienes amigos en esta escuela todos están en la diurna.- Dijo tan bajo que me dio un escalofrío, yo no podía dejar de llorar mientras entre las tres me ataban al árbol, una vez terminaron de atarme me miraron una última vez y se marcharon dejándome sola en medio de la nada.
- Tienen razón... Todos mis amigos están en la diurna.- noté como bajaban mis lágrimas, era lo único que podía hacer.- Y pensar que creí que eran simpáticas, no le he hecho nada y sin embargo...- no pude terminar mi frase vi una sombra moverse despacio hacia mi, su mano derecha  estaba en su bolsillo del pantalón y la otra sujetaba mi mochila mientras que la suya propia estaba en su espalda, su mirada aunque no era como la de las chicas me hizo temblar.
-Oh, ¿Te has perdido?- cuando dijo eso dio un paso más al frente yo intenté huir pero las cuerdas me lo impidieron. - Tranquila, ya te dije: no te haré daño. Pero una pregunta...- Dijo caminando hacia atrás del árbol, pensé que se marcharía dejándome allí sola. - ¿Quiénes te hicieron esto?- tras esa pregunta las cuerdas se aflojaron y sentí como mi mano herida era sujetada.- Vamos soy tu amigo, aunque no quieras.- Dijo en un susurro, yo solo pude desviar la mirada.- bueno no lo digas entonces, vamos te sacaré de aquí.- Me dio mi mochila y comenzó a caminar delante de mi. He de admitir que me alegro verle pero también tenía miedo de él su actitud cambiaba tanto como el tiempo.
- ¿ A donde vamos?- pregunté temerosa pues solo podía caminar delante de él.
- A curarte esa herida.- Dijo frío como el hielo.
Yo solo asentí y continué andando tras el sin descanso no decía nada o más bien no dije nada hasta que vi un castillo tan tenebroso como la noche parecía que estaba sacado de una historia de terror, sin poder evitarlo me puse a temblar y trague en seco.- ¿Donde... Donde estamos?- pregunté con tono suave tenía tanto miedo que no podía hablar más alto.
- En mi casa.- dijo con una leve sonrisa en su rostro.- Vamos o se te infectará.- dijo volviendo a caminar, tenía miedo de entrar pero pensé que sería peor quedarme fuera así que camine detrás de él.- Siéntate en el sofá si gustas.- dijo subiendo las escaleras. Mire hacia arriba parecían escaleras infinitas me hacia mucha gracia, escuche pasos bajando y me senté de forma rápida como una una niña buena.- Vamos a curar esa herida.- sujeto mi mano de forma suave para acto seguido volcar una botella casi entera de alcohol haciendo que soltara un grito y unas cuantas lágrimas, el me miraba con ojos divertidos y acto seguido me vendo con una gasa suave.- y ahora que te he curado...- dijo cerrando el botiquín de forma suave.- Dime quien te hizo la herida.- exigió mi mirada tembló por unos instantes pero me tranquilice a los pocos segundos.
- Veras... Yo no sé sus nombres, lo único que sé es que van conmigo en ciencias y son tres parecen amigas desde siempre...- Vi como sonreía y ladeaba su cabeza de forma suave.
- Por suerte yo si, sus nombres son Layla, Cloe y Shue.- Me sorprendió al oír como decía sus nombres.
- ¿Para que querías saberlo?- pregunté con temor pues no dejaba de sonreír y sus ojos eran cada vez más oscuros.
- Han herido a mi amiga, ahora yo les haré sangrar.- mi sangre se heló en ese mismo instante.- vamos te llevaré a casa.- me levanto y camine detrás de él.
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--Habla Shiki--
La lleve a su casa y después me dispuse a ir de visita a casa de Layla ya que era la líder de esas tres estúpidas que habían herido a mi amiga, jugaría con ellas y lo haría con calma y disfrutaría el momento.
Toque a la puerta suave pero con intenciones macabras, la llevaré a casa y la atare al sótano y después haré lo mismo con las otras dos y me pasaré todo el día torturándolas de la forma más dolosa que ellas puedan soportar.
- Hola buenos días, ¿Se encuentra Layla en casa?- pregunté cuando abrieron la puerta la mujer que abrió la puerta se puso a temblar, no me sorprendió pues suelo causar esa sensación en las personas, noté como asentía muy despacio y me dejaba pasar, sonreí y pase subí las escaleras despacio no tenía prisa cuando llegue a su habitación abrí la puerta y cuando Layla me vio se puso a llorar como niña pequeña eso me maravillo y eso que aún no había empezado a jugar.- Por favor... No...- intentó escapar pero la sujete del cabello tan fuerte que le abrí una herida en el cuero cabelludo.
- Ahora vamos a por tus amigas.- Sentencie mientras la arrastraba fuera de su casa y así fui a por las otras dos, una vez tenía a las tres me dirigí hacia mi casa y las lance al sótano, solo sabían llorar y yo sonreír ante ese sonido y visión.- Vamos chicas que aún no he comenzado.- decía mientras bajaba despacio los escalones. - Vamos a jugar un rato, o por lo menos hasta ver lo que soportáis.-  Ellas solo se abrazaron y me miraban suplicantes- ¿Quién empieza?- solo me miraban llorando.- Creo que tú, Layla. - La sujete y la lance a una pared para después encadenarla en ella. - Di un número del 1 al 10- le ordené, solo negó con la cabeza, pasaron varias horas y al final se rindió, pues vio que no tendría escapatoria.
- Dos...- Sonreí de forma diabólica y me acerque a mi mesa para después sacar un sacacorchos con la parte de metal oxidada.
- empezamos bien... Vamos a quitarte uno de los cinco sentidos, por el momento.- Al decirlo intentó sacarse las cadenas.- Primero el izquierdo.- cerró los ojos con fuerza pero eso no me iba a impedir jugar, lo clave despacio en su párpado haciendo que soltara un fuerte grito desgarrador abriendo los ojos para impedir que siguiera hiriendo su párpado, clave la punta y comencé a girar el instrumento hasta el final para después de golpe sacar el ojo, Layla no dejaba de gritar y yo de sonreír mientras desviaba la mirada hacia las otras dos que estaban abrazadas.- Ahora el derecho.- Al decirlo le sujete el párpado hacia arriba y casi a cámara lenta acerque el sacacorchos y lo clave lentamente haciéndolo girar y sacar el ojo junto al nervio óptico me aleje y vi como parecía que lloraba sangre mientras no dejaba de gritar.- siguiente número.- Dije limpiando el sacacorchos con una toalla oscura. Solo negó muy despacio agachando su cabeza sonreí y espere al final mire a sus amigas y señale a Cloe.- Di un número.- le ordené.
- Cuatro...- sonreí y de mi mesa para sacar de ella una sierra tan brillante como la luna.
- Lástima que no puedas ver...- dije de forma divertida.- pero te lo voy a mostrar de otra forma.- Pase la hoja por su cara y tembló como una hoja.- Te partiré las piernas tan despacio que notarás como cada fibra se rompe a su paso.- Dije paseando la sierra por la pierna izquierda haciendo cada vez más presión haciendo que la sangre fluyera hasta sus pies, sus llantos sus gritos eran como música para mis oídos, una vez llegué al hueso lo hice más rápido serrando y astillando el hueso y después desgarrando el resto.- Siguiente pierna.- solo grito desesperada, esta vez lo hice rápido para ver cómo sangraba pareciendo una fuente. - Sigues consciente, eso es un logro vamos con otro número.- dije mientras dejaba la sierra empapada en sangre.
- Basta...por favor Basta...- susurraba mientras lloraba, yo me quedé callado quería un número así que espere.- ¿Por qué me haces esto?- me pregunto sin poder evitar llorar, sonreí y me acerque a ella, acaricie su mejilla y se puso a temblar.
-Has herido a mi amiga, ahora te toca sangrar a ti.- y ahora... Un número.- Dije alejándome.
- No sabíamos que era tu amiga...- suplicaba mientras lloraba, aunque ya no eran lágrimas sino sangre solo veía eso.- tres...- por fin lo dijo el número que había ordenado.
- Muerte rápida... Que aburrido.- cuando termine de hablar sujete un cuchillo tan afilado como una aguja.- 3...2...1... Muere.- lance el cuchillo y traspase su cráneo y la deje fija en la pared.- A vosotras os toca esperar hasta mañana.- Tras terminar de hablar camine hasta las escaleras y las dejé allí temblando, debía dormir o sería un zombie en clase.

juegos Sádicos {FINALIZADO} 😁Where stories live. Discover now