46_Lo nuestro

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Capítulo 46

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Capítulo 46

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Ya no me sentía triste o desanimada como en la mañana, ahora estaba molesta.

Enterarme de la estupidez de Aksel y entender que mis amigos estaban sufriendo mientras yo poco podía hacer era la peor medicina a la opresión en el pecho. Tener a Nika delante, era una patada extra al estómago.

Le pasé por el lado como si no estuviera y, para mi desgracia, decidió seguirme.

—Mia, por favor, necesito que hablemos.

—No me importa lo que necesites.

—Déjame explicarte, no es lo que estás pensando, ayer...

—No quiero hablar contigo —dije subiendo las escaleras a paso seguro—. Creí que cuando bloqueabas a alguien el mensaje quedaba bastante claro.

Sus dedos rozabas mi brazo y automáticamente reaccioné alejándole.

—Ni se te ocurra tocarme —advertí deteniéndome y dándole la cara cuando llegamos al segundo piso—. Dije que no quería hablar contigo, ¿estás sordo?

—Sé que estás molesta —dijo manteniendo la distancia y viéndome con ojos suplicantes—, tienes todo el derecho...

—Tú no decides el derecho que tengo a estar...

—Siala no es, ni era mi novia —interrumpió—, las cosas no son como crees.

—Me importa poco lo que sea o no esa chica —dije convencida—. Entiende que no quiero hablar de esto, no me interesa saber...

—Déjame explicarte, ¿sí? —interrumpió—. Entiendo como te sientes, pero si no me das la oportunidad de hablar puede que te hagas ideas equivocadas y no quiero eso, no contigo.

La opresión en el pecho me impidió contestar. Quería escucharle y me molestaba aceptarlo, saber que muy en el fondo estaba buscando las razones lógicas para entenderle y dejar esto atrás
con tal de que todo estuviera bien.

Miré a ambos lados.

El pasillo estaba vacío, era hora de almuerzo. De igual forma podían vernos y no tenía ganas de chismorreo extra. Había un salón vacío a mi espalda así que entré con Nika pisando mis talones y le enfrenté una vez estuvimos dentro.

—Te escucho —dije intentando recordar a mi madre y lo que decía sobre hablar y no gritar para comunicarse.

—Siala era mi vecina en Prakt —dijo en voz baja viéndome a los ojos—. Crecimos juntos, íbamos a las mismas clases extra desde niños y sí, tuvimos algo por varios años.

No te enamores de Nika © [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora