Capítulo 21: Nótt, el guardián de la noche

17.7K 2.9K 612
                                    

—¿Nótt? —pregunté— ¿Qué demonios significa eso?

¿Por qué me miraba como si esperaba que entendiera todo lo que dijo solo con una frase? Estaba más perdida que antes. Maldito vampiro y sus palabras siempre tan crípticas.

Donovan me miró con diversión, aunque podía notar que se encontraba un poco preocupado por nuestro nuevo visitante. Desde la puerta de mi habitación, podíamos ver a Julia y Jake corriendo por todo el lugar, mientras Nótt los perseguía. Justin solo los veía desde un rincón, divertido.

Ahora que había notado que no era un cachorro normal, no dejaba de ver el brillo que su pelaje mostraba. Como si fueran estrellas en una oscura noche.

Era un animal precioso. Me había enamorado desde la primera vez que lo vi, cuando estaba recostada en el jardín, solo viendo hacia el cielo. De repente, sentí que había otra presencia, así que me senté y ahí fue cuando lo encontré. Se veía tan tranquilo, tan hermoso, que no pude evitar sentirme atraída. Y cuando me miró, corrió hacia mí, meneando la cola y saltando sobre mí. ¿Cómo podría resistirme a su ternura?

Por supuesto, todo empeoró cuando mis hermanos me encontraron con el pequeño animal entre mis brazos. Ya no podríamos separarnos, pensé con cierta incomodidad.

Habría jurado que se trataba solo de un perro normal. Un cachorro cariñoso y contento. Pero ahora Donovan parecía receloso, como si ni siquiera él supiera qué hacer con el supuesto guardián del no sé qué.

—Significa que estás jugando con un ser espiritual, casi considerado un dios. Los guardianes fueron creados por los dioses, hace mucho, mucho tiempo. Incluso antes que los humanos existieran. Los guardianes son los seres más enigmáticos del submundo, pero sé que ese es Nótt, también conocido como Nox, el guardián de la noche —Tomó una pausa, como si estuviera intentando recordar todo lo que sabía—. Se dice que antes tenían formas de dragón, según algunas leyendas. Los dragones de la noche, amanecer y atardecer, eran los encargados de llevar la noche y el día a cada rincón del mundo. Dicen que los dioses, después de varios milenios, les permitieron tomar la forma que desearan y viajar por el mundo como quisieran. Así fue como los guardianes obtuvieron su libertad. Aún cumplen con sus deberes, pero ahora pueden vivir como libremente.

—Un dragón —repetí, la única palabra que había entendido—. Me estás diciendo que el pequeño cachorro que juega en la habitación con mis hermanos es nada más y nada menos que un dragón.

—Me sorprende que quisiera ser un cachorro, no es para nada como me imaginaba que sería. Es poco usual verlos por estos sitios, suelen evitar a ciertas especies. Aunque de alguna forma, tiene sentido que viniera a ti.

No, eso no tenía ningún sentido. ¡Había conseguido al cachorro en el jardín, a tan solo unos metros de mí! Era cariñoso y adorable. Tan pequeño que podía llevarlo en mis brazos a todas partes, No una especie de guardián de la noche. Eso... Eso no tenía sentido.

Pero yo misma había visto el brillo en su pelaje. ¿Podía decir que era falso cuándo claramente se veía... mágico?

—Estás jodiéndome.

—No lo hago —levantó las manos en un gesto inocente—. Dagr debe estar cerca.

—¿Dagr?

¿Pero quién les había puesto esos nombres? No sabía cómo Donovan los decía tan a la ligera.

—Es su hermana. Ambas son hijas de Delling, la guardiana del crepúsculo.

—Noche, crepúsculo —enumeré—. ¿Y quién demonios se supone que es Dagr?

—El día, por supuesto —sonrió de lado—. Toman formas diferentes y misteriosas. Se supone que nadie del submundo debe saber su ubicación, pero no puedo hacer nada si ellos vienen aquí. Si alguien sabe que el monarca de los vampiros tiene a un guardián bajo su poder, se pondrán estúpidos a mi alrededor y no quiero eso.

Donovan Black (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora