Capítulo 14: Olvídate de Romeos.

22.5K 3.6K 1.5K
                                    

Unas horas antes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Unas horas antes.

Renté un auto apenas Juliette dijo que iría a empacar. No me sentía cómodo dejándola sola, por lo que le ordené a Raven que estuviera cerca. Claro, que también lo amenacé con cortarle las manos si se atrevía a tocarla de nuevo.

Sin embargo, sabía que podía confiar en él.

Mi primo seguía siendo apenas un bebé en comparación con los demás vampiros. Nuestra vida solía ser muy larga, por lo que Raven con sus catorce años, era solo un niño intentando actuar como un chico grande. Solíamos darle pequeños trabajos, tal y como ser mensajero. Vino hasta aquí solo para decirme que mis vacaciones se acabaron, que era hora de volver al trono por al menos un rato.

Solía viajar por el mundo a cada ocasión que tenía, ignorando mis responsabilidades como el monarca de los vampiros. Y probablemente la única persona capaz de encontrarme, era Raven.

Lo trataba como a un pupilo, aunque a veces me sacaba de mis casillas. No le perdonaría tan fácil que hubiera intentado morder a Juliette, pero por el momento tenía otras preocupaciones en mente.

Así que pensé en cómo me iría de aquí con cuatro humanos a mi cargo. No era tan fácil como parecía, sobre todo porque Juliette prohibió que sus hermanos se enteraran de mi naturaleza. Así que mi solución fue buscar un auto.

Necesitaba un auto grande, puesto que éramos muchas personas y además necesitaba que tuvieran espacio suficiente para las maletas, por lo que me decidí por una camioneta negra. Se veía bastante de lujo, con cuatro puertas y todo el espacio atrás. Espaciosa, elegante y rápida. Justo lo que necesitaba.

Luego le diría a alguien que la devolviera. Quizás.

Uno de mis territorios más leales estaba a unas cuantas horas de viaje, por lo que quería salir antes del anochecer, para llegar en la mañana y que tuvieran tiempo de conocer el lugar.

Desde hacía dos semanas que me estaba preparando para cuando ellos llegaran, por lo que todo estaba listo, solo esperando por ellos.

Pero antes de eso, debía ocuparme de tener sus papeles.

No era como si para los vampiros algo como sus papeles importaran, sin embargo, quería que Juliette estuviera tranquila, que no tuviera que preocuparse por nada.

Les haría creer a varios en el instituto la idea de que se habían mudado para casa de una tía, en una ciudad cercana. Así, nadie podría dar problemas en un futuro. Así, nadie se preocuparía por su repentina desaparición.

Si hubiera imaginado que los rumores se correrían tan rápido, les hubiera hecho creer a sus vecinos que todo el ajetreo de esa noche nunca ocurrió. Fue un poco inocente de mi parte subestimar la capacidad de los humanos de hablar mierda.

Joder, las malas palabras de Juliette se me estaban comenzando a pegar. Inconscientemente, había comenzado a hablar y pensar como ella. Y mientras nuestra conexión creciera...

Donovan Black (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora